Votar el próximo domingo para avanzar en el desbloqueo internacional

Fragmentos de la realidad.

Resulta particularmente asombroso leer la mayoría de las más diversas declaraciones, denuncias, ataques, reclamos, comentarios y opiniones contra el Estado y en particular contra el Gobierno Nacional, los Gobiernos Regionales y los Municipales (en los casos de los poderes ejecutivos regionales y municipales, solamente son atacados aquellos administrados por funcionarios adscritos al denominado chavismo del PSUV-Polo Patriótico, protegiendo de las críticas a los gobernantes adscritos a la oposición) emitidas, desde los más diversos medios de comunicación convencionales/tradicionales y los que se distribuyen con gran velocidad y cobertura por medio de las plataformas telemáticas, esas que son manejadas con gran facilidad, habilidad y velocidad por las personas nacidas desde los años 70 hacia acá. Lo que resulta absolutamente asombroso por lo extrañamente alejado de todas las investigaciones internacionales y nacionales convertidas en publicaciones bibliográficas, hemerográficas, audiovisuales, conferencias, ponencias, clases magistrales e interactivas, talleres, simposios y debates en general, referidas a la caracterización de los diversos problemas que han afectado a las economías mundiales, las características específicas de las economías y sociedades latinoamericanas y caribeñas como piezas dependientes del engranaje capitalista mundial, liderado por naciones como los EEUU y algunos países de la denominada Europa Occidental. De acuerdo a muchos de estos analistas y activistas políticos, todas esas elaboraciones desarrolladas por esforzados y calificados equipos de investigadores desde los más diversos centros de investigación social, económica y política de las últimos 40 años, resultarían pura paja y sin valor trascendente o referencial.

Según éstas perspectivas y opiniones, las acciones, iniciativas y ejecuciones políticas desarrolladas desde grandes centros de poder supremacistas e imperialistas ubicados en EEUU, Alemania, Reino Unido, Francia, Holanda/Países Bajos y otros países asociados en calidad de súbditos, contra las posibilidades de acceder a condiciones de desarrollos autónomos en diversas naciones del mundo, no han existido y tampoco existen en la actualidad. Antes, por las limitaciones de acceso rápido a las informaciones y la presencia del contrapoder ejercido por la Unión Soviética (URRSS) como potencia mundial equilibradora, muchas de estas actividades de estrangulamientos diplomáticos y económicos, infiltración de acciones terroristas, saboteos de los más diversos servicios públicos, limitaciones variadas para entorpecer el acceso a créditos internacionales, negativas para acceder a las tecnologías y bienes requeridos, organización de acciones violentas para desestabilizar, prohibición bajo amenazas a terceros para realizar actividades comerciales con las naciones sometidas a los ataques encubiertos, así como las declaraciones abiertas, públicas, temerarias, amenazantes y recurrentes de funcionarios extranjeros contra la soberanía de esas naciones y en específico ahora, como es el reconocido caso contra la República Bolivariana de Venezuela, se hacen con desparpajo, cinismo y violando de manera flagrante el Derecho Internacional y también el derecho a la Libre Determinación de los Pueblos, ¿burlándose? de quienes dirigen los organismos multilaterales adscritos a la ONU y otras instituciones internacionales.

Vamos a colocar un ejemplo sencillo para intentar mostrar lo que ha venido ocurriendo contra Venezuela, con mayor intensidad y en forma abierta desde los años 2014-2016 y potenciada al extremo hasta la actualidad. El presupuesto nacional en bolívares, las divisas internacionales para venderle a precios subsidiados a las grandes, medianas y pequeñas empresas privadas y públicas, los pagos de TODOS los empleados públicos activos, jubilados y pensionados de la nación, las compras públicas y privadas, el pago de las deudas públicas y privadas nacionales e internacionales, el mantenimiento de las infraestructuras y de los servicios públicos, el cambio o compra subsidiada de la moneda nacional a las empresas internacionales de aviación civil y turismo para su efectivo funcionamiento, TODOS esos gastos se han cubierto en su GRAN mayoría con los ingresos por la venta internacional del petróleo que extraemos, mezclamos y refinamos para lograr su efectiva colocación en esos dinámicos espacios de compra-venta, en donde desde hace 100 años colocamos nuestra demandada mercancía energética de hidrocarburo petrolero, o commodities con capacidad transable en las bolsas y centros de comercio internacional

La economía venezolana se ha movido así porque durante 100 años no somos como Uruguay, nación suramericana que tiene una población de alrededor de 3.400.000 habitantes y un aproximado de 12.000.000 de cabezas de ganado vacuno/bovino y 6.500.000 de ganado ovino/ovejas. Tampoco somos como la India (donde Cristóbal Colón, hasta su muerte, creía que había llegado en 1492 y por ello nos bautizaron equivocadamente como Indios) que por una profunda convicción de sustentabilidad estratégica de vida como cultura y apoyada en la arraigada y mayoritaria práctica de la fe religiosa Hindú, protegen el ganado vacuno/bovino y las vacas en particular (porque mientras viven pueden proveer leche/suero/yogurt/mantequilla/quesos, sus excretas/bosta son usadas como fertilizante y como efectivo combustible para cocinar, pueden servir como fuerza de tracción para mover transportes, ayudar en el arado de la tierra y además pueden reproducirse pariendo vacas o bueyes) y ahora son el primer país exportador de carne de búfalos, animal excluido del ritual religioso que además garantiza un mayor rendimiento de trabajo en los inundados arrozales. Y así podemos continuar colocando ejemplos de naciones que lograron construir alternativas económicas de producción de bienes y servicios, después de largos procesos de transformaciones culturales en las conciencias de sus élites intelectuales, científicas, empresariales, religiosas, políticas, gremiales y militares, siempre guiadas y movidas por profundas perspectivas de pertenecer a una cultura expresada y sintetizada en un Estado Nacional con una Historia cargada de orgullo y amor propio (auto-estima).

En la actualidad seguimos siendo una cultura amarrada y dependiente de la extracción, mezclado, refinación y comercialización del petróleo. Esta situación no es una circunstancia negativa por sí misma, ya que en la actualidad como afirma un reconocido especialista en geopolítica…"siguen siendo mayoritariamente los hidrocarburos (petróleo y gas) los que mueven el mundo, cubriendo desde las necesidades individuales de transporte y calefacción hasta los grandes consumos industriales."…(Pedro Baños. Así se domina el mundo) No es casual que los funcionarios de Gobiernos y Estados de los EEUU, la Unión Europea y Reino Unido (contando con otros países de menor peso en condición de súbditos) en estrecha relación con operadores financiados por empresas transnacionales, han diseñado y ejecutado toda una política global de actos de saboteos, bloqueos, obstrucciones, secuestro de activos públicos, organización de actividades recurrentes de violencia, prohibición a terceros de compra y venta internacional de productos, repuestos, aditivos químicos, servicios de transporte internacional que permitan garantizar un funcionamiento efectivo de los procesos de extracción de petróleo extra-pesados, pesados, livianos y condensados, así como su normal y efectiva transformación/refinación hacia los combustibles líquidos y gaseosos.

La elección de una nueva Asamblea Nacional conformada por 277 diputados(as) es un paso MUY importante para avanzar en 2021, en medio de una severa/dramática/grave recesión económica mundial y la contagiosa, agresiva y peligrosa enfermedad viral con características de pandemia (SARS-CoV-2 que desencadena diversas enfermedades denominadas Covid-19) lo cual nos obliga a movernos con profunda perspectiva de sustentabilidad, para lo cual requerimos utilizar la inteligencia humana que todos tenemos como un gran activo vital, aportando nuestros esfuerzos para retomar el camino del Bienestar Colectivo Nacional Venezolano. Si recuperamos nuestra producción petrolera e impactamos la generación de bienes y servicios, también será posible abrir los espacios para la venta de nuestros productos y la compra internacional de los bienes requeridos por nosotros que muchos países necesitarán vender para garantizar sus estabilidades económicas, políticas e institucionales. Necesitamos salir a VOTAR el próximo domingo para aportar nuestro gran aporte ciudadano a la recuperación de la estabilidad económica, política, institucional, monetaria, productiva y psicológica para enfrentar en conjunto y como una NACION SOBERANA con sus diferencias y perspectivas propias de cualquier sociedad de seres humanos, las graves circunstancias que nos afectan en lo global, nacional, regional y local.



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Germán Yépez Colmenares

Historiador - Profesor de la UCV

 germilio.yeco@gmail.com

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