La jugada de la oposición ante elecciones parlamentarias

Cuestionar las atribuciones del Tribunal Supremo de Justicia TSJ, en la escogencia del nuevo Consejo Nacional Electoral (CNE) ante la omisión de la AN, para llevar a cabo las elecciones parlamentarias de Venezuela, aunque es un derecho de la oposicion, cuando viene de la OEA, Europa, y el grupo de Lima se trata de una violación flgrante de su soberanía.

Las modificaciones del reglamento electoral del CNE y de la propia norma electoral de incrementar de 167 diputados a 277 diputados fue un mandato del Tribunal Supremo de Justicia TSJ. Pero sigue igual el número de circunscripciones, la base poblacional del INE y los diputados nominales y por listas se escogerán por mayoría de votos y por el anacrónico método D Hont.

La escogencia de los diputados indígenas se está gestando como siempre se ha hecho a través de asambleas comunitarias en votación universal, directa, personalizada y secreta por medio de la representación proporcional, según el CNE con la base poblacional del 1,1% de la población total del país.

No importa que se disminuyan o se aumenten los cargos por listas o los nominales. Los electores a los comicios parlamentarios, tendrán que escoger en forma directa el 52% de diputados nominales y el 48% de diputados por listas. Pero en ambos casos gana el diputado que más votos acumula tanto individual como por partidos.

Las disposiciones del CNE no tienen que debatirse públicamente como hacen las democracias neoliberales. Se publican las decisiones y quienes tengan reparos, tienen el derecho a pedir la anulación o variación de la medida pero es la sala electoral o constitucional que decide admitirla o rechazarla.

Es cierto, una parte de la oposición que busca el boicot y la invasión se retiró del proceso pero otra parte sigue apoyando la salida electoral. La rabia de ellos es que todo está listo: el Registro Electoral, las postulaciones, las auditorías, la feria electoral, la campaña, el simulacro y las elecciones.

Tienen más de 5 años tratando de tumbar a Maduro con golpe de estado, bloqueos, levantamiento militar e invasión. Y por su división se han negado a dialogar. Frustraron la mesa de dialogo de Venezuela, de Noruega, y de RD y prefirieron el camino de la violencia impuesto por el imperio gringo.

Ahora que los gringos están siendo derrotados en todo el mundo. La oposición está jugando a: (1) la salida de la invasión de mercenarios desde Colombia y Brasil. (2) al boicot de las parlamentarias impugnándola en el TSJ y pidiendo condiciones para participar. Y (3) a participar en los comicios.

Todos los caminos apuntan a que la oposición y los gringos serán derrotados en cualquier escenario militar con la ayuda de Rusia, China e Irán. Serán aplastados en la sala constitucional del TSJ y se quedarán con los moños hechos ante la derrota demoledora en las elecciones legislativas para escoger la AN.

Es absurdo pedir que se garantice el voto en el exterior cuando decenas de consulados han sido tomados ilegalmente y cerrados con la complicidad de gobiernos adversos a Maduro.

Pedir el cese de las inhabilidades y persecución contra los dirigentes opositores que han participado en varias intentonas golpistas para derrocar al presidente y el restablecimiento de las directivas partidista sería como eliminar el papel de la justicia de sancionar el delito venga de donde venga.

No hay que pedirle al CNE ni al gobierno que garantice equidad e igualdad de acceso al uso de los medios públicos pues el problema es que la oposición violenta no ha podido disfrutar de esos derechos constitucionales porque no ha participado en ningún proceso electoral desde 2015.

Pidamos el diálogo entre el gobierno, EU y la oposición para que se le garantice tanto al chavismo como a la oposición un trato igualitario en los medios locales e internacionales, la eliminación del bloqueo y la persecución financiera, la entrega de Citgo, monomero y el oro. Pero sobre todo que el pueblo pueda salir a votar libremente sin la amenaza de la invasión gringa.

Cuando la oposición pide invasión, bloqueo, apresamiento de funcionarios, y el saqueo del patrimonio. Y por otro lado los mercenarios gringos amenazan desde Colombia y desde las costas venezolanas. No están planteando resolver el conflicto político, como lo recomienda el informe de Naciones Unidas, sino por el contrario, está pidiendo agravarse con el derramamiento de sangre.

Los venezolanos saben que la estrategia gringa es de perseguir y tumbar a líderes no adeptos a sus intereses geopolíticos y saben que la oposición en Venezuela hace lo mismo que la dictadura de Añez en Bolivia que se niega a participar en las elecciones pero no por la pandemia sino porque no tiene votos para ganar.

Las elecciones parlamentarias deben hacerse este año por mandato constitucional. Salvo un agravamiento de las condiciones sanitarias, ni el gobierno ni el CNE ni el TSJ pueden posponer este proceso electoral porque violarían la constitución y la ley. Con o sin la participación de la oposición habrá elecciones el 6 de Noviembre del 2020.



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Juan Mojica


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