Todos los escenarios indican en la actualidad, que las fuerzas revolucionarias tendrán otro triunfo electoral en las venideras elecciones presidenciales, independientes de la alharaca mediática que monta el imperio, acompañadas de sus insolentes declaraciones en desaprobación de la cita democrática.
Esta favorable posición, permite proyectar nuevos escenarios políticos tales como Consejos Legislativos y Cámaras Municipales, así como también la Asamblea Nacional, siendo esta última un portaviones desde la cual la oposición ha arremetido arteramente contra toda Venezuela, al mejor estilo de kamikazes porque significó su autodestrucción, pero con daños innegables a toda la Patria.
Probablemente, en lo inmediatistas que son los actores políticos oposicionistas en Venezuela, no tienen ese factor actualmente en sus ecuaciones apostando al golpe de estado, sin embargo, estoy seguro que el gobierno sí mira en esa dirección, con el objetivo de retomar el control legislativo nacional y sacar de la mesa de juegos, a la vilipendiada Asamblea Nacional Constituyente, logrando así, quitar una de las dianas favoritas del ataque internacional.
En el argot beisbolero, al que no hace le hacen, así que lo pasos hay que dirigirlos en la dirección necesaria para solidificar el poder político y con ello, blindar de legitimidad las decisiones, leyes y decretos, propios en un clima de bloqueo y guerra asimétrica (en este caso económica), aun cuando en los contradictorios discursos se diga un día que estamos bloqueados y al otro, que no nos bloquea nadie.
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