Zamora Bicentenario, historia y conciencia antiimperialista

"Luchamos para proporcionar una situación feliz a los pobres,

Los pobres nada tienen que temer, no tienen nada que perder,

Que tiemblen los oligarcas, no habrá ni ricos ni pobres,

La tierra es libre, es de todos."

 

GRAL. EZEQUIEL ZAMORA.

 

GUERRA DE RESISTENCIA Y GUERRA DE INDEPENDENCIA.

La historia venezolana es prolija en figuras extraordinarias que reflejan la nación en su conjunto: los libertadores con Bolívar, Miranda, Sucre, Juana la Avanzadora, Manuela Sáenz, Luisa Cáceres de Arismendi, Josefa Sánchez, Consuelo Fernández, Cecilia Mujica, a la cabeza, forjaron valores superiores de independencia y soberanía, sin los cuales nuestro futuro sería absolutamente incierto. Nada significaríamos hoy sin Carabobo y Ayacucho, sin el discurso de Angostura y el manifiesto de Cartagena. El país icono del anti-imperialismo, nada ofrecería a la posteridad, sin el Congreso anfictiónico de Panamá y la grandeza del Mariscal Sucre; Seguro, ninguna inspiración tendría la lucha contra el imperio norteamericano, sin el centellazo aleccionador del libertador; el mundo militar desconocería la grandeza bizarra de los ejércitos bolivarianos, si Morillo no siente en carne propia la presencia ciclópea de los centauros comandados por Páez; la teoría de la soberanía seria papel muerto sin la razón de ser de Colombia, la grande; Latinoamérica, luciría por bandera un trapo de color indigno, sin los grandes estandartes inmortalizados por San Martin, O´ginings, Abreu de Lima, Nariño… La razón de ser de Venezuela, es, pues su dignidad, que por sí misma levantara de las catacumbas a los hijos del pueblo, por su liberación.

Sin embargo la historia grande de nuestra patria, llena de amores y desamores, no comenzó con el 19 de abril de 1810, sino, quizá, en las instintivas reacciones contra Gil González (con practicas esclavistas), allá en el siglo XVI, a la que siguió un rio crecido de diminutas y grandes rebeliones aborígenes, algunas con rasgos de orgullosas reacciones individuales y otras de guerras regulares como la de Guaicaipro en el valle de los Caracas y Los Jirajaras en la abrupta serranía Nirgueña. Inenarrable el dolor en las entrañas de América del genocidio inmenso que arrasó a millones de nuestros padres originarios. Tierra de héroes, a la consolidación del estado colonial, contribuyo la mano de obra esclava traída de la siempre martirizada áfrica, que dejó huella imborrable en la rebelión innata, creadora del martirio incólume y la libertad virginal, crecida en la inmensa y generosa geografía. En los Cumbes y Cordubares germinó el mundo libre, antes de la toma de la bastilla y la consagración de los derechos del hombre y el ciudadano. En la callada construcción de la comuna en campaña de Miguel y Francisco, Andresote y Chirinos, respiró y alcanzó la adultez la necesidad de libertad mucho antes que el Misisipi recibiera la carga de tabaco de la rebelión de las trece colonias.

Latinoamérica ajustó, en la primera mitad del siglo XIX, sus cuentas con el imperio Español; por sus propias características el producto de tres siglos de colonialismo creó un tipo de estructural social, territorial y económica que darían al traste desde 1810. En todo el proceso de liberación, mientras algunas naciones lograron la independencia declarativa, en Venezuela ocurrió una sangrienta guerra de diez años, que culminó con el triunfo patriota y la consolidación de la integración regional con la magna obra del libertador: La Gran Colombia. Además se dieron enormes cambios en lo legislativo, político, territorial e ideológicos, estos últimos, aunque negado y disminuido intencionalmente, edificadores del anti-imperialismo que nos distingue como sociedad.

NUEVO ROPAJE OLIGARCA

El tipo de república integrada por el esfuerzo del ejercito libertador, es una experiencia que marca el devenir Latinoamericano, por cuanto echa las bases para la visión integracionista sin las cual nuestras naciones no tendrían futuro en el escenario del siglo XXI. Pero el tratamiento a las masas sacrificadas durante la guerra de tal forma de gobierno, se vería inevitablemente reflejado en los procesos posteriores. En los que se generó el traslado de la hegemonía oligarca a mano de los factores emergentes, es decir, aquellos surgidos de los triunfadores de la guerra, los cuales pasaron a regir gobiernos nacionales en el mimo sentí explotador y oligarca, solo diferenciándose el sistema de casta aniquilado y el vínculo imperial roto definitivamente. Debilitado al extremo el partido bolivariano, los jefes militares pasaron a jugar el papel de rectores de la económica y el espacio geográfico, de manera que las grades riquezas y extensiones de tierras, antes en manos de las viejas familia esclavista de la colonia, se renovaron en su orientación individual, grupal, destructiva y esencialmente antipopular, en los sujetos de turno en el poder.

LA GUERRA FEDERAL

El protagonismo y el oportunismo del Gral. Páez, Monagas y otros tantos jefes militares, perfilaron la concentración de la riqueza en pocas manos, sobre todo por lo rapaz y oportunistas que fueron con el decreto de haberse militares en tierra que favorecía a la soldadesca y oficialidad, creando un substrato social depauperado y en la mayor miseria, que junto a los apartados de el gobernó, creando así las condiciones para el ajuste social histórico de las masas populares venezolana: la guerra federal.

El análisis de esta justa, caería en el academismo de siempre, sino valoramos el carácter popular, anti oligárquico que tuvo. Dos elementos bien diferenciados coexistirán durante la misma: EL FORMALISMO LIBERAL DE FALCÓN Y GUZMÁN, Y EL IGUALITARISMO Y ORIENTACIÓN POPULAR DE ZAMORA; Ambos batallarían desde el 20 de febrero de 1859 hasta el 10 de enero de 1860, cuando se produce el asesinato del General del Pueblo Soberano en San Carlos. Triunfadora nuevamente la oligarquía, las aspiraciones sociales quedaron relegadas, con lo que habría de ser el segundo trasbordo oligarca, con Páez primero y ahora con Falcón y Zamora, traicionando lo más genuino y propia de lo que se llama en sentido verdadero: Pueblo Venezolano. Sin embargo a pesar de la derrota estratégica de las masas con un ejército popular de más de 22 mil hombres y mujeres (campesinos, indígenas, negros) todavía en condiciones de esclavos por traición a los decretos a la abolición de la esclavitud y a la promesa de libertad hecha en la lucha por la independencia, a pesar de la traición histórica y del maltrato a ser considerados seres humanos estos hombres y mujeres consolidarían una serie de rasgos, que con el pasar del tiempo habrían de distinguir su tendencia hacia lo más honesto, puro y combativo de la nacionalidad, de allí que se piense, con justicia que, fue en los campos de batalla donde Venezuela forjó el igualitarismo y la justicia que hoy florecen en el proceso de cambios Bolivariano en lucha permanente contra esta burguesía rancia y cipayo. Papel preponderante en este trascendental suceso: la actuación contundente del campesinado, puesta de manifiesto en cada embestida, combate, y batalla, por ejemplo, por los hijos de una pequeña aldea: Camunare Rojo, en el estado Yaracuy, que marcharon en su totalidad a la guerra, encabezados por quien habría de ser figura resaltante del grupo cercano a Zamora el campesino Prudencio Vásquez quien organizara a los campesinos desde hoy Puerto Cabello hasta Nueva Segovia de Lara y que recorriera con Zamora todos estos pueblos y caseríos rurales que con una avanzada de los Estados Aragua y Carabobo alumbrarían de gloria la acciones revolucionarias de los corianos del grito de federación del 20 de Febrero de 1859.

GENERAL DEL PUEBLO SOBERANO

Zamora es ideología y conciencia de clase histórica por excelencia del pueblo venezolano, hijo de sus fuerzas telúricas, crisol de sus subterráneas energías, legado de su heroísmo nato, de su instinto certero, de su verdad insoslayable y presencia luminosa; Representa la materialización de la energía cegadora en pos de una reivindicación largamente esperada, por eso es presencia natural, como los ríos que brotan del corazón de la selva; como las aves irredentas que se beben los azules del verano y los oros de los atardeceres; inspiración que llena a los humildes, a los sin camisa, a los pobres, porque se funde en la identidad verdadera; que distingue al colectivo sin cortapisas circunstanciales, hasta enaltecer su posición de clase, terrible, a la vez que edificadora y monumental. Des las primeras proclamas del espíritu indomable del guerrero, se proyectó el hombre sencillo y elocuente, que enseñó con el ejemplo, que ordenaba sin ofender, que organizaba con maestría desde la marchas y ya organizaba en función de la producción primaria en manos del pueblo organizado bien de los jornaleros, talabarteros, productores de caña de azúcar, poniendo en práctica desarrollo elementales clasistas concebido en el manifiesto comunista de 1848 y manejaba la visión internacional del proletariado con la presencia de en su alto mando militar de ayudantes italianos, franceses entre otros.

ZAMORA GUERRERO

Sienta los precedentes de principios valiosos de la doctrina militar bolivariana: unión cívico militar; pueblo en armas; guerra popular prolongada; milicia popular, todos infaltables para la completa comprensión de la emancipación social; Complemento de la integración regional y lucha anti-imperialista, hoy contra el imperio norteamericano. Con los cuales la existencia nacional queda indisolublemente vinculada a la preparación militar del pueblo. Fue Zamora creador de la estrategia retardatriz, reflejada por Pérez Arcay y otros estudiosos de la historia, victoriosa en la batalla de Santa Inés (1859); el mayor legado, de la gesta popular a la libertad, la independencia y la soberanía, Zamora se trae el pensamiento del Libertador de América Simón Bolívar y lo convierte en bandera de lucha para la reafirmación de la independencia y convertir las proclamas, decretos y leyes hechas por Bolívar en bandera de lucha por la igualdad y la justicia, coloca su lucha para la participación de otras generaciones de este continente Francisco Morazán, José Martí, Farabundo Martí que por dialéctica histórica fue fusilado un 1ero de Febrero de 1932 hace 85 años, deja ese legado para que hombres de la talla de Cesar Augusto Sandino, Doroteo Arango, Pedro Pérez Delgado "Maisanta" Pancho Villa, Emiliano Zapata hicieran revolución en su país y que recientemente continuarían en ese hilo histórico Jorge Eliecer Gaitán, Salvador Allende, Cmte. Fidel Castro, Eva Perón, Fabricio Ojeda, Luiz Carlos Prestes, destacando entre los últimos luchadores anticoloniales a Oscar Carlos López Rivero Camarada revolucionario que lucha por la independencia de la Isla de Puerto Rico en pleno siglo XXI.

Zamora Revolucionario, resume lo mejor del heroísmo de las masas, que desde el comienzo de la invasión imperialista, enfrentó resueltamente al enemigo histórico: la guerra aborigen encabezada por Guaicaipuro y los Jirajaras; las rebeliones de negros y zambos con Miguel, José Leonardo Chirinos, Andresote; los alzamientos y programas de José Francisco de León, llegan a Zamora como insumo predilecto para reencausar lo que siempre fue expontaneismo, montonera, simple rebelión. El hombre sencillo tras cual habría de marchar, desde el pordiosero de una ciudad, hasta un pueblo entero como Camunare Rojo. La energía avasallante que arrasa con solo mencionarla y suscita el sacrificio frente a la muerte. Me atrevo que Zamora y su equipo del alto mando militar bajo la metodología y análisis marxista hicieron el estudio correcto para ir a guerra, la guerra del pueblo federal que logro organizar a un ejército de masa consciente de su rol histórico que solamente esa bala traidora podría cuartar ese espíritu y conciencia de la sociedad igualitaria.

Zamora Socialista: representa, las justas reivindicaciones sociales aplazadas por la traición criminal de todos quienes, hasta 1859, habían ejercido en Venezuela el poder. Es el "Tierras y hombres libres" alzado imponente sobre los campos de Venezuela para desafiar la prepotencia contra la humanidad de los descalzos, los sin camisa, los pobres, que en todos los tiempos habían inundado de sangre los campos en la lucha por la libertad; quienes sorprendieron a América con una revolución social sin parangón; quienes nuevamente salieron a demostrar el odio de clase de que mencionan los principales teóricos sociales. Nace el edificador colectivo, desde 1846; líder verdadero del pueblo llano, que antes que otra cosa logra la justa relación del conflicto histórico entre pobres y ricos, y en inequívoca sentencia, alza el torrente del rescate de la tierra, (el mismo que Hugo Chávez Frías codujo para liquidar el latifundio y que a pesar de los más de 300 campesinos y campesinas asesinados y de los más de los 36 lisiados seguimos en combate por la prosperidad de la sociedad rural) ruinmente arrebatada, desde los españoles con sus añejos métodos, hasta Páez con los haberes militar. De allí, que antes que los obreros de chicago estremecieran la posteridad con sus justas reivindicaciones, Zamora lanza el programa de las mayorías, de su necesidad de justa vida.

Poder Popular e Igualitarismo serian, entonces los grandes conquistas de la guerra federal nacidos en los campos de batalla durante todo 1859, cuando a la par que avanzaban los triunfo del pueblo en armas, se constituían gobiernos de las masas, con orientación anti latifundista y colectivista, que habían recogido la aspiración de la desconcentración y distribución justa de la tierra, y formas colectivas de producción. Poder sustentado en la confianza edificadora del pueblo, su capacidad de sacrificio, su resaltante solidaridad, rasgo humanista y distinción profundamente combativa. El Poder Popular no puede seguir siendo una retorica tenemos de asumir la comandante Hugo Chávez, que adquiere la dimensión de categoría, cuya pertinencia se materializa en el corazón mismo del ordenamiento jurídico a partir de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que consagra el Estado Social de derecho y de Justicia (art.2), nos convoca hacer una revolución, nos convoca a construir la sociedad socialista COMUNA O NADA.

ZAMORA VIVE EN LA REVOLUCION BOLIVARIANA.

Ya es hora de visualizar nuevamente el camino, rectificar en forma honesta, replantarnos tesis, políticas, procedimientos; sacarnos el corazón y el alma para asegurarnos que palpitan y laten en el sentido de la historia, del legado de Bolívar, de los libertadores, de Zamora y de Chávez. Lo contrario sería una estafa y traición comparable al asesinato de Sucre en Berruecos, al desmembramiento de Colombia la grande, al asesinato de San Carlos y al pacto de punto fijo, así como el 4 de Febrero, la oficialidad patriota enrumbó a la patria por el sentido de la dignidad y la justicia, los hijos de Chávez, con Maduro a la cabeza debemos consolidar el proceso de cambios, mediante el giro radical y zamorano propuesto y programado por el comandante supremo. Los cambios necesarios deben reafirmar la vuelta de Zamora, en el orden ético, moral, militar, clasista y territorial, pues siendo bolivariana la revolución del pueblo, nada más natural que la inspiración zamorana para reestructurarla, teniendo por epicentro las fuerzas colectivas organizadas, que a vuelta de década y media, han construido una solida base legal y simbólica. EL SER LIBRE, tomado del "Hombres libres" del programa federal, debe concretarse en la verdadera liberación mas allá de la retórica filosófica, afianzada en la cosecha de logros que ha hecho posible la visibilizacion de los sujetos del cambio histórico; En quince años ha nacido la nueva referencia de las masas, reminiscencia de la magna obra colectiva abonada con sangre tras siglo de lucha; LA TIERRA LIBRE de la improductividad, del latifundio y la usura, y la necesidad de revisar nuestra conducta en estructuras productivas del proceso: Fundos Zamoranos, Cooperativas, UPS Y EPS…, de manera de desechar prácticas negativas y asumir aquellas necesarias para encarar con éxito la grave coyuntura actual, Igual capacidad de rectificación debe darse, con carácter de urgencia, en las empresas del estado y en todas las actividades productivas llevadas a cabos por los ministerios. En otro sentido el "… tierra libre" debe guiarnos a plantear, al costo que sea, la revisión de la llamada productividad, para alejarla de la anarquía que sólo sirve para malbaratar dinero. La revolución agrícola debe superar las 2 millones y más de hectáreas sembradas actualmente, hasta duplicar esa cantidad, con nuevas áreas arrancadas al latifundio, que aun ostenta enormes extensiones improductivas. No seguir rodando con recursos y políticas que nos ha llevado a la insuficiencia; debemos avanzar hacia nuevas y urgentes propuestas en materia de recurso humano, ciencia y tecnología. Las grandes áreas agrícolas del futuro deben plantearse de manera integral, porque sólo así, a la vuelta de pocos años se podría materializar las anheladas soberanía y seguridad alimentaria. EL HORROR A LA OLIGARQUIA: contra el enemigo histórico encarnado en la oposición apátrida encabezada por la MUD, sicariato, narcoparamilitarismo y el voraz imperio norteamericano debe ser sabia del día a día del chavismo en el poder. Nuestra responsabilidad de no fracasar de nuevo, pasa por visualizar, responsablemente, las dimensiones del enemigo que tenemos delante: Sujeto apátrida, sin alma ni corazón genuino, sin apego a los valores de nación, portavoz de lo mas acabado del consumimos, el egoísmo, el individualismo y la violencia fascista. Sujeto, demostrada hasta la saciedad estos años, capaz de asesinar impunemente y de llevar a cabo crímenes alevosos con el mayor desparpajo, de utilizar la mentira y el cinismo como arma política. Sujeto, prepotente a la hora de desafiar el orden constitucional y legal y violarlo descaradamente. Asesinos recurrentes contra el pueblo, repetidores y creadores de métodos de violencia selectiva. En esa misma línea la protección alevosa del imperio norteamericano, rector del estado corporativo global, del neoliberalismo a ultranza, destructor del ambiente planetario, violador masivo de los derechos humanos y la soberanía de los pueblos; potencia criminal capaz de arrasar la civilización por sus intereses mezquinos. Con tal enemigo, ha sido posible que el fascismo apátrida organizado en la MUD, haya llevado a cabo una guerra frontal contra el proceso bolivariano materializado últimamente en la guerra económica implacable que ha traído hambre, desesperación y angustia en la totalidad de nuestra población.

BATALLAS DE SANTA INÉS contundentes deben darse en todos los campos del estado y la sociedad: BATALLA DE SANTA INES CONTRA LA GUERRA ECONOMICA, que afianzado en el poder popular y sus estructuras, regularice la distribución de alimentos, ejemplarmente llevadas a cabo por Los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP); elimine a los intermediarios y los odiosas practicas de bachaquerismo y acaparamiento. Igualmente, indisoluble de lo anterior, ir hasta la cúspide contrarrevolucionaria, atacando los elementos estratégicos, que desde la banca, la industria y la distribución, manipulan el mercado alimentario impunemente. La batalla de Santa Inés en este campo, pasa ineludiblemente por encarar el nuevo modelo productivo, además de los quince motores diagramados por el Presidente Obrero, por una concientización masiva de la importancia de abacorarnos sin tardanza a lograr la PRODUCTIVIDAD nacional, en todos los sectores.

En este Bicentenario del Nacimiento del Gral. Ezequiel Zamora, Venezuela debe deslastrarse del rentismo o perecerá tarde o temprano. Así mismo es impostergable la discusión del tema del gigantismo del estado, contra el enanismo de la sociedad. En la Venezuela Zamorana debe invertirse el rol, pues la condición de pueblo organizado conlleva, de una vez por todas, a encarar la verdadera revolución productiva, especialmente en las áreas petroquímica y agraria, que conlleve a explotar al máximo nuestra capacidad aguas abajo la industria petrolera, con lo cual no solo se obtendrían enormes cantidades de divisas, sino la fortaleza tecnológica necesaria para su sustentabilidad. Debilidad gigante de la revolución y la nación es la improductividad de la sociedad venezolana unida al dantesco rentismo heredado de nuestra condición de potencia petrolera; Allí el gran compromiso de nuestro gobierno y pueblo organizado.

BATALLA DE SANTA INES CONTRA LA CORRUPCION, EL BUROCRATISMO Y LA INSEGURIDAD. Que produzca un profundo deslinde con la concepción clásica de corrupción como fenómeno meramente adscrito al ejercicio malsano del gobierno. Definidamente en Venezuela se ha creado una vasta y prometedora cultura de la corrupción que ha traspasado todos los tejidos de la sociedad y de la cual no ha podido librarse la revolución bolivariana. Siendo francos, ha permeado buena parte del ejercicio del estado, con viejas prácticas heredadas de la cuarta república y nuevas, creadas con un endogenismo engañoso. Alguien dijo en el pasado reciente que en Venezuela no hay motivo para no robar, y mire que la cruel aseveración, se consolida cada día más, dándose una pegajosa complicidad colectiva a la hora de hurtar, traficar, extraer, malbaratar los bienes públicos. Muchísimos en el puesto del gobierno hacen literalmente lo que le viene en gana, sin que se observe por ningún lado la vigilancia y control, ni social, ni institucional que las herramientas que la ley otorga… Esa burocracia corrupta y prepotente es de vieja data pero igual de versátil a la hora de corroer y corromperse impunemente; sería importante pasarse por el decreto del Libertador de América Simón Bolívar cuando habla de la pena capital para aquel que se apropiara indebidamente de 10 pesos del erario público y dejar para que en la otra vida nuestro señor Jesucristo lo castigue con el pecado mortal.

En igual sentido, ya es tiempo de utilizar contra la inseguridad no únicamente la violencia legítima del estado, que las OLP llevan a cabo exitosamente. Siempre habrá violencia legítima del estado contra la delincuencia común y contra los factores, que atentan contra el orden público y la paz. En la Venezuela de 2017, a la seguridad seguramente se le verá la costura de la violencia política, materializada mayormente en alianzas de sectores violentos de la oposición con bandas criminales, paramilitares y narcotráficos. Sin embargo la masiva violencia social manifestada en todos los estratos sociales, y las prácticas horrendas recurrentes en instituciones y cuerpos policiales, hace necesario pensar en debates y las soluciones radicales. No es fácil explicar como la violencia se ha convertido en un virus, abonado por el paramilitarismo y la banalización diaria que a las políticas de seguridad del estado hacen sectores opositores.

Hasta 1999, el neoliberalismo capitalista luchó fuertemente por imponer a ultranza el libre mercado, sin trabas que impidiera la explotación de los recursos y las naciones. Sin embargo, nacía a la par una veta latinoamericanista de gran trascendencia, que años después en Mar de Plata daría al traste con dicho sistema. Sobreviene entonces lo opuesto, gobiernos progresistas y de izquierda encabezados por Kirchner, Lula y Chávez, y luego por Evo, Correa y Ortega, que llevaron y llevan a cabo grandes experiencia de inclusión y humanismo, a la par de afianzar las bases de la integración con instituciones como Unasur, ALBA, Mercosur, que van en el mismo sentido, que Petro Caribe y la Celac, que estas organizaciones lleven a la ONU propuestas de paz y de vida, de libertad y emancipación que derroten las conductas depredadora de Barack Obama contra Venezuela, que la coloca al borde de intervención de las fuerzas neoliberales imperialista.

En este Bicentenario del Nacimiento del Gral. Pueblo Soberano Ezequiel Zamora, en Venezuela, los cambios se producen con la originalidad del planteamiento del árbol de las tres raíces: Simón Bolívar, Simón Rodríguez y el Gral. Ezequiel Zamora y del manifiesto del samán de Guere que estremecieron a la sociedad con la insurrección del 4 de febrero de 1992. Por su efecto, la Venezuela de el siglo XXI, puede lucir con orgullo al mundo: los más altos índices de empleo, inclusión educativa, seguridad social, y a la vez, la nivelación de la calidad de vida con el sistema de salud más universal que se conozca, la masificación de la construcción de vivienda, y la cobertura alimentaria a la mayoría de la población. La bolivariana es la revolución social más trascendente de Venezuela y Latinoamérica, solo comparable a la infinita revolución cubana.

¡UNIDAD Y SOLIDARIDAD INTERNACIONAL POR LA VIDA Y POR LA PAZ CONTRA EL NEOLIBERALISMO!

¡HACER DE LA PAZ Y LA CONCORDIA INSTRUMENTO ESPIRITUAL PARA CONSTRUIR EL SOCIALISMO!

¡CON ZAMORA BICENTENARIO A DERROTAR AL TERRORISMO!

 

BRAULIO ALVAREZ

 

DIPUTADO CAMPESINO

MIEMBRO DE LA COMISION PRESIDENCIAL BICENTENARIA DE ZAMORA.



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Braulio Álvarez

Diputado y dirigente campesino


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