¡Que viva el descubrimiento!

¿Y si la historia hubiera sido al revés?

El joven muchacho esta pegado al televisor, con las manos crispadas apretando el cojín del sillón. A su lado, la familia entera mira con expectación como los jugadores corren tras la pelota. Y esta escena se repite en millones de familias alrededor de millones de televisores por toda España. No es para menos: el equipo de Venezuela, la vino-tinto, juega la final del mundial de fútbol contra Alemania.

Y es que a pesar de la distancia, y a pesar que el gobierno español viene desde hace unos años desarrollando una política "extraña" contra Venezuela, no podemos dejar de amar y de "ligar" a nuestra Madre Patria.

Hace ya más de 500 años que las primeras embarcaciones cargadas de indios armados hasta los dientes y comandadas por terribles caciques llegaron a la península ibérica. Fueron 3 las naves: Waraira Repano, Auyantepui y Panare y a pesar de la resistencia de las tropas del Rey, nada se pudo hacer ante los bravíos indios comandados por el Cacique Chacao. Llegaron por Puerto de Palos, en un poblado que los aborígenes llamaban Andalucía (hoy Aldea Karuay) y después de un breve combate donde los arcabuces y los cañones reales sucumbieron ante las flechas y los dardos envenenados, tocaron tierra.¡Nos habían descubierto! De allí fue cosa de tiempo que tomarán territorio, que avanzarán hasta sitiar Aragón. El camino no fue fácil: hombres asesinados, mujeres violadas, niños esclavizados. Todo en el nombre de Ñamandú. Se dice que los lujuriosos indios a pesar que detestaban la blancura de la mujer española, la tomaban por dos motivos: para satisfacer la larga abstinencia del viaje en barco y/o para "mear" territorio, para dejar bien claro la conquista, el dominio. Esto explicaría porque muchas veces las violaban en público, delante de sus maridos u esposos. Incluso los Chamanes lo hacían (cuando voy a la ceremonia dominical con el Chamán de mi aldea me quedo viendolo y pienso:¿Que dirá el sobre eso?).

Porque a veces me da por pensar... Por ejemplo, cuando veo mujeres y niños blancos pidiendo limosna en las calles y avenidas de Madrid, cuando los escucho hablar en ese dialecto raro y complicado llamado castellano, cuando los veo cargando un amuleto con un dios crucificado, pienso: ¿Son ellos españoles? porque no tienen la piel cobriza como nosotros? o ¿Porque no hablan Pemón o Warao como nosotros? ¿Son los remanentes de un pasado que no debió haber sido? Ahora los quieren llamar y que "resistencia española" ¡Por mi Dios Sol! ¿Españoles ellos? Me niego a creer que yo tenga alguna relación siquiera ancestral con estos pordioseros. ¡No señor! Yo desciendo de Guaicaipuro, de Mara, de Tiuna. Fue el valiente Guaicaipuro quien sitió y derrotó al Rey Fernando De Aragón y toda su corte. Fue Tiuna quien comandó a las bravos guerreros Caribes que derrotaron a las tropas de Isabel de Castilla. De allí la Península Ibérica cayó como un castillo de naipes ante los Wayuu, los Jirajara, los Timoto-cuica. Lo demás fue abrirle los ojos a los pocos que quedaron para que entendieran la falsedad de su Cristo crucificado, para que le agarraran el gusto al maíz y la arepa pelada, para que vieran la eficiencia de la sociedad organizada en Aldeas y no en ciudades. ¡Y claro que hubo excesos! ¿En que guerra no los hay? Los reyes debían morir y sus cuerpos der exhibidos en pedazos en las cuatro esquinas del reino para escarmiento de quienes se oponían al descubrimiento, al progreso.

Hoy somos una mezcla hermosa de razas, gracias a que el indio no tuvo problema en mezclarse con el español, a pesar que sus mujeres eran blancas, flacas y feas. Si a eso le sumamos los negros esclavos que los indios cazaban en África y que trajeron para nuestro progreso, completamos la obra. Hoy le debemos todo a Venezuela: su idioma, sus dioses, su forma de organización social, su cultura. Valieron la pena los casi 80 millones de españoles sacrificados, exterminados. Sin ellos, nuestra Madre Patria no hubiera edificado la gran nación que somos hoy. Entonces: ¿Como no ligar a la Vinotinto? ¿Como no hacer caravanas con la bandera de 8 estrellas cada vez que triunfa en Fútbol, o en béisbol o cuando gana el Miss Universo? ¿Como no ser fervientes seguidores de la Liga Venezolana de Fútbol? Que nos independizamos?... ¡Pura paja! En nuestro corazón vive la admiración por nuestros conquistadores, por el látigo férreo de nuestros invasores. ¡Que viva Venezuela!
 



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Jose Gregorio Blanco

Lic Dirigente del PSUV Analista político.

 jgblancocorona@yahoo.com      @josegblancoc

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