La defensoría del pueblo


Este tipo de instituciones en las sociedades de mercado nace de la
necesidad del pueblo a tener una instancia pública de defensa de sus
derechos constitucionales vulnerados, ya sea por entes privados, pero
aun más por los entes públicos. En un socialismo son incompatibles
estas instituciones porque se supone que es el pueblo quien gobierna,
pero ese es otro debate.

En momentos que el mismísimo pueblo demanda derechos en muchas
situaciones del quehacer diario. Problemas en la simplificación de
actos administrativos, en los retardos procesales, en la falta de
justicia, de paz, en el acaparamiento, Problemas en el
desabastecimiento, en el problema de basura de los municipios tanto de
un bando político como del otro. En la violación descarada del pago de
los trabajadores, como docentes regionales, ver caso del estado Lara
con un gobernador.

Por esa consideración natural, las defensorías públicas son
instancias que políticamente deben estar siempre en la polémica por
su misma función natural en defensa del pueblo Como consecuencia,
sí de verdad esa institución ejerciera sus funciones
indeclinablemente, entonces debería resultar incomodo para todos
los altos, medios y bajos funcionarios públicos, tanto nacionales
como regionales. Por ello Insistimos en tomar en cuenta su origen
político ya que la misma resultaría en un magnifico ente contralor de
toda la gestión pública.

Entonces creemos que el defensor o defensora no debe tener ninguna
vinculación de favores recibidos de altos funcionarios públicos
nacionales para su designación y lo más sano deberías ser votado en
elecciones públicamente para que ejerza sus potestad de forma autónoma
e independiente.

Que debe tener su perfil y un control? Por supuesto, debería ser
defensor de la legalidad y la justicia basada en el estado de derecho
constitucional. Respecto al control, la asamblea nacional tiene o
podía tener la facultad de destituirlo previo votación de más de dos
tercio de sus diputados para ello.

Por estar circunstancia resulta incomodo apoyar a funcionarios o
funcionarias cuestionados de sus anteriores funciones públicas para
que venga a ejercer tan importante cargo de forma legal, pero no
legitima. La revolución debería ser un proceso que el mismo cree
mecanismos o sus propias maneras de ir deslastrándose de muchos
funcionarios ineptos e incapaces, pero que personalmente tienen amigos
en los altos poderes públicos.

Así sean unos importantes poetas y soñadores de un mundo feliz.
 



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Delfín Amaro


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