Previo a que se iniciaran las acciones de calle generadoras de violencia con rasgos claramente neo-fascistas el gobierno bolivariano convocó a una gran jornada por la pacificación del país, algunos nos preguntábamos porque tanta “habladuría” en torno a la pacificación, si en nuestro país no estamos en guerra.
Quizás los que gobiernan influenciado por la matriz de opinión generada por los medios de comunicación transnacionales en relación a la inseguridad personal permitieron que en su imaginario se alojara la idea de que estábamos entrando a una guerra producto de la violencia común. A lo mejor para el gobierno, el vil asesinato de la actriz Mónica Spear y su compañero, fue el campanazo del inicio de la guerra. Se olvidaron que la delincuencia esta desatada en nuestro país desde hace bastante tiempo atrás y sus causas son múltiples. Apenas se inicia el dialogo por “la pacificación” revienta una “guerra” por parte de algunos sectores de la derecha mas recalcitrante personificada en Antonio Ledezma, Leopoldo Lopez y Maricori Machado.
La “guerra” conocida como “guarimba” se fue “apoderando” de algunos pequeños espacios territoriales magnificados por la gran prensa nacional e internacional. La violencia desatada en algunos sectores de San Cristóbal, Valencia, Mérida, Caracas, Barquisimeto, Maracaibo y Ciudad Guayana por pequeños grupos de mercenarios se ha venido alargando en el tiempo. Del llamado a la pacificación el gobierno bolivariano paso al llamado de la paz. Para ello convocó a un dialogo a los sectores productivos y políticos claramente oposicionistas. Los dueños del capital atendieron al llamado del gobierno y luego de exponer sus “criticas” al gobierno, “poco a poco” han venido avanzando en un plan de “paz económica”, mientras sus operadores políticos de la mud se negaban a participar en el llamado al dialogo. Los amigos de la Unasur se ofrecieron para facilitar el dialogo político y asignaros a tres de sus cancilleres para tal objetivo, la mud luego de un “profundo debate” decidió incorporarse al dialogo. Al iniciar el dialogo entre oposición y gobierno el expresidente de Brasil y amigo de la revolución bolivariana Ignacio Lula propone al gobierno bolivariano la necesidad de llamar a una coalición para gobernar. Seguramente, esta propuesta venida de un hombre “de izquierda” este sonando muy bien, muy de “pinga” en los oídos y en el corazón de algunos burócratas del gobierno, del psuv y hasta del GPP como una medida real para alcanzar la paz.
Poco a poco a medida que avanza las conversaciones por la paz, vamos entendiendo el por qué el gobierno bolivariano no convoca al movimiento popular a las mesas de dialogo, solo lo convoca como coreografía para sus marchas donde se escucha el discurso de Nicolás Maduro y de otros dirigentes del “comando de la revolución” pero no el discurso y las propuestas de los de abajo, es decir, de los que cotidianamente enfrentan a la guarimba, tanto opositora como la ejercida por algunos “compañeros” de la burocracia revolucionaria que con su practica prepotente, arrogante, corrupta y las trabas que recurrentemente colocan a las organizaciones populares y al pueblo chavista, impiden de hecho el ejercicio de la democracia participativa, traduciendose sus acciones en una guarimba que vien por dos vías.
Sin pretender ser radicales le decimos a Lula y a quienes “calladamente” desde el gobierno y del “comando político-militar” de la revolución le suena muy bien esa propuesta de “coalición”, que este pueblo rebelde y consciente de su papel histórico, jamás de los jamases aceptará un pacto de elite, una conciliación con los sectores políticos, económicos y sociales que desde hace lunas atrás vienen desarrollando una guerra de baja intensidad contra el proceso popular bolivariano. De mil maneras distintas este bravo y heroico pueblo sabrá responder en su tiempo a los que mimetizados de chavistas, de revolucionarios, de socialistas pretenden pactar con el enemigo histórico de los pueblos, de la revolución.
HORROR A LA OLIGARGUIA!!!
CON BOLIVAR, CHAVEZ Y EL PUEBLO: LUCHAR HASTA VENCER!!!
