Los pactos que matan...

A Ricardo Ríos Calderón, con aprecio.

Una singular coyuntura está planteada en Venezuela, lo cual afecta la dinámica de las relaciones políticas, económicas y sociales, esta coyuntura ha sido generada por el rumbo que –aparentemente- está tomando el proceso bolivariano y que lo puede llevar a la desaceleración del proceso de cambios estructurales de la sociedad venezolana y su previsible fracaso, al respecto deseo compartir algunas consideraciones al respecto:

1.- Lo que someramente describí en el párrafo anterior vienen generándose no desde la asunción del presidente maduro al poder, es un proceso que vino gestándose desde el gobierno del Comandante Chávez, especialmente luego del triunfo electoral del año 2006, cuando las fuerzas políticas que le apoyan lograron copar –bajo la iniciativa y estrategia de Chávez- importantes espacios del espectro político y sobretodo económico de la vida nacional.

“Ocupar estos espacios“ no fue un error, al contrario era y es vital para la continuidad del proceso, sin embargo, hay que reprochar la forma como esa “ocupación” ha sido ejecutada así como la gerencia que ha sido aplicada, ya que no ha servido en absoluto para fortalecer la Revolución Bolivariana, sino todo lo contrario, en muchos casos ha generado rechazo y ha postergado o prohibido la transición al socialismo, sobretodo en el plano económico.

El comandante Chávez desplegó algunas acciones con el fin de corregir estas desviaciones, al respecto podríamos mencionar aquellas 3R (revisión, rectificación reimpulso) o las 3R2 (las tres anteriores más recuperar, repolarizar y repolitizar), no obstante, poco o nada queda de aquellas consignas m(en realidad no pasaron de ser solo eso). La dinámica política y económica impidió profundizarlas y en honor a la verdad y viendo en perspectiva parece que solo Chávez y algunas honrosas excepciones en su equipo estaban realmente dispuestos a llevarlas hasta sus últimas consecuencias. NI siquiera el último llamado que hizo el comandante, recogido en un folletico llamado “el golpe de timón” ha sido tomado en cuenta.

La desaparición del Comandante y la subversión desatada por la derecha luego de las elecciones y apuntalada por la guerra económica enrarecieron aún más la situación del país. El gobierno del presidente Maduro inició su gestión con la carencia de un elemento que se convirtió a la postre en una terrible debilidad y que para su predecesor fue una inexpugnable fortaleza: el liderazgo de Chávez: eso sirvió para tomar hasta las decisiones más arriesgadas en distintos periodos históricos de su gobierno.

2.- Endilgarle al presidente Maduro negaciones como “falta de liderazgo”, “falta de organización del aparato gubernamental”, “permisibilidad en la división del chavismo en facciones internas” o simplemente “ineptitud” o “lenidad” creo que resulta injusto. Pienso que gran parte de quienes le reprochan este tipo de carencias al actual presidente lo hacen porque pretenden ver a un “Chávez con bigote” en Miraflores y el Maduro desde que asumió la responsabilidad de conducir al gobierno y la revolución bolivariana lo ha dejado claro: él no es Chávez.

No obstante, esos grupos de poder de “izquierda” que de alguna manera se formaron al crisol de los primeros 14 años de revolución se han fortalecido al día de hoy y en efecto controlan buena parte del aparato político y una porción del económico que desafortunada y frágilmente sustenta a la revolución bolivariana actualmente (intentando suprimir el papel del pueblo venezolano como verdadero protagonista).

3.- Por otro lado tenemos a los grupos de poder que tradicionalmente habían manejado al país, los que colocaban y cambiaban ministros e incluso presidentes (la salida del poder de CAP en el año 1993, no obedeció a una “cruzada por la honestidad” desplegada por ramón escobar salom, la corte suprema de justicia de esa época o los partidos que en el 89 le pelaban el dientero al gocho y luego le sacaron el culo y lo señalaron, obedeció a las mismas componendas de esos grupos para no perder sus privilegios y trajeron al anodino de Ramón J. Velásquez, que firmaba las vainas sin saber y luego le echaba el muerto a la secretaria….); esos grupos de poder tienen una cara visible en partidos políticos como primero justicia, acción democrática, copei, un nuevo tiempo u organizaciones empresariales, “sociales” y gremiales como juventud activa venezuela unida (javu), fedecamaras, fapuv y demás derivados y similares.

Estos grupos de poder en efecto, han sido desplazados del centro donde descansan buena parte de las decisiones que se toman en relación al futuro del país, no obstante siguen ejerciendo una gran influencia en el desarrollo de los acontecimientos, prueba de ello tenemos aquella reunión del comandante Chávez con Cisneros en fuerte tiuna luego del referéndum revolcatorio del 2004 y la más reciente del presidente maduro con lorenzo mendoza luego de su triunfo en las elecciones del 14 de abril. Esto se debe a que las medidas que retóricamente ha anunciado el gobierno no solo ahora, sino especialmente desde el año 2006 cuando el país comenzó a experimentar un crecimiento sostenido y exponencial de su economía simplemente han sido un saludo a la bandera, o se han ejecutado tímidamente y eso hay que reconocerlo.

Evidentemente que esos grupos de poder se encuentran activados desde que Chávez alcanzó el poder en el 98 y han tenido algunos éxitos, la mayoría de ellos parciales, sin embargo, hemos visto de lo que son capaces de hacer a lo largo de estos 14 años y su disposición a suprimir por la vía que sea la decisiones que soberanamente ha adoptado el pueblo venezolano y por supuesto el proceso de cambios estructurales que con grandes dificultades e incluso desaciertos se ha venido desarrollando en el país. Ejemplo de ello son el golpe de estado de abril de 2002, el sabotaje petrolero posterior a ese evento y las gestiones que la mayoría de sus dirigentes hace ante sus verdaderos amos: el gobierno corporativo de los estados unidos.

4.- No obstante, hay algo que identifica a estos grupos de poder, tanto los de derecha como los que se autodenominan de “izquierda”: su ambición y rapacidad por el control de la renta petrolera, esos grupos que estoy tildando de “izquierda” no son tales, lo único izquierdoso que se les puede endilgar es el color de su vestimenta o alguna fotico del che, de Fidel o de chavez en su casa u oficina, lo demás es simple gazmoñería burguesa.

Aun así, a pesar de su retórica, han tenido que pactar con los grupos de poder de derecha que aún controlan buena parte del espectro económico nacional. Esto les permite no solo usufructuar la posición de poder que hoy ostentan sino establecer una especie de status quo con el cual todos se benefician, aprovechándose de esa “INERCIA BENEFICIOSA” que les brinda la Revolución Bolivariana.

Como se traduce esa “inercia beneficiosa” en efectos concretos sobre la sociedad venezolana? Pues en desabastecimiento, inflación, especulación descarada en la oferta de bienes y servicios por un lado, y en impunidad, falta de supervisión, rotación de funcionario sospechosamente ineptos o sospechosamente ladrones en diversos cargos y en esto hay que reconocer que a pesar de un importante impulso que el presidente Maduro le dio a la lucha contra la corrupción, es necesario ver en el horizonte y darse cuenta que falta muchísimo por hacer, sin obviar que hay la impresión de que la voluntad para continuarla se está apagando.

5.- En este punto quiero hacer un aparte; se está imponiendo una matriz de opinión que establece que los niveles de inflación resultan ya insoportables, que la escasez es peor que la de un país en guerra, que los sueldos y salarios se vuelven agua a las pocas horas de haber sido depositados en las cuentas de los trabajadores, que las medidas del gobierno son efectistas y por lo tanto inconsistentes que existe malestar en diversos sectores incluyendo en la FANB (hay que coquetearle a los militares a ver si brota el alma de gorila que tanto le gusta a la derecha), que el dólar negro se va a poner a 60 bs y un montón de cosas más.

Ciertamente, los indicadores económicos obligan a hacer una lectura detenida de sus efectos sobre la mayoría de la población, de evaluarse eso habría que admitir que dichos efectos son completamente negativos para buena parte del pueblo venezolano, sin embargo, creo que aún adolecemos de falta de memoria (o nos sobra disociación psicótica o simplemente ignorancia) y nos negamos a revisar los históricos de la economía del país; hace apenas catorce años durante el último gobierno del erudito caldera (cuya preparación académica fue directamente proporcional al apatridismo que lo caracterizó toda su vida), la inflación llegó a sobrepasar el 100% y no existían misiones, ni programas sociales, no había mercal, ni pdval, mucho menos barrio adentro, tampoco el barril de petróleo se encontraba entre 97 y 104 dólares de hoy (a los sumo y tratando de equipararlos al nivel actual, aquellos 7 u 8 dólares con que caldera dejó el barril de petróleo venezolano podrían llegar a lo sumo a 20 o quizá 30 del presente; también es justo mencionar las conspiraciones que desde la derecha nacional soportó aquel caballero, la más sonada fue la que presuntamente encabezaba su ministro de la defensa, el vicealmirante Radamés Muñoz león.

Por esta razón, a pesar de que ciertamente las condiciones del país han afectado gravemente el poder adquisitivo del venezolano y su nivel de vida; me atrevo a asegurar que no existen las condiciones suficientemente maduras para que ocurra eso que algunos sectores interesados en desestabilizar el país desean: un estallido social. Al contrario, estamos lejísimos de eso. Es más un estallido social trastocaría gravemente el status quo establecido y abriría las posibilidades para que el elemento central de esta pugna participe como protagonista verdadero: el pueblo venezolano. Eso no le interesa en lo más mínimo ni a la derecha tradicional, ni a la izquierda disfrazada (o derecha endógena….), convocar al pueblo ni siquiera figura en sus planes de poder, solo tal vez como carne de cañón.

Tampoco se ve previsible la adopción de una salida militar, en este sentido la FANB, donde pueden haber algunos elementos que no simpaticen con el proceso de cambios, ha mantenido una vocación institucional que ha sido fortalecida con los eventos sucedidos en los últimos años, en todo caso pondrían poner prueba su lealtad con la revolución a la hora de un evento que implique su definición frente a un escenario que intente subvertir el orden establecido, pero en absoluto que sea protagonista o coparticipe en la organización de un suceso de esa naturaleza.

6.- Con todo esto, los grupos de poder -de ambos bandos- han sabido lidiar muy bien en todos estos años con el peligro latente que representaba Chávez cuando pretendió enderezar el rumbo e intentar traspasar eso que en sus últimos meses de vida llamó “el no retorno”, eso parece haberse extinguido con su muerte y hasta ahora no hay indicios claros y contundentes por parte de la actual dirección de la revolución bolivariana que indique que vamos por ese rumbo; todo lo contrario, llama poderosamente la atención, como altos funcionarios como el ministro de comercio Ricardo Menéndez alababa aquella desafortunada devaluación arguyendo exactamente lo mismo que miguel paquetico rodríguez decía para defender las medidas tomadas por cap en el 89: para incentivar las exportaciones; o que venga la defenestrada expresidenta del bcv, Edmeé Betancourt a decir muy deportivamente que a través del sitme (con cadivi y el bcv a la cabeza) se esfumaron 20 mil millones de dólares otorgados a empresas de maletín, o cuando el vicepresidente de la república, dice en declaraciones a la prensa, que el gabinete económico tiene asegurado las divisas para que los comerciantes importen los muy socialista arbolitos de navidad (me iría demasiado con mi pino canadiense, oseaa!!!), o el general encargado del órgano superior de defensa de la economía, nos suelta que para no molestar a los ineptos que dirigen abastos bicentenarios, mercal y pdval; ni molestar a las cadenas de distribución de alimentos como makro, madeirense, unicasa y otros para que cumplan con la ley del trabajo, contraten más personal y presten un buen servicio, les van a poner a efectivos de la milicia para que estas empresas no cumplan con la LOT.

7.- El problema de esta dinámica es hasta dónde puede llegar tal pacto? Cuáles son las consecuencias para el proceso de cambios de que estos grupos no solo mantengan secuestrado el poder, sino que además sigan adueñados del aparato económico?

No puedo dudar de la buena fe que tenga el presidente maduro con respecto a las decisiones que asuma, sin embargo así como el comandante no adoptó medidas severas con muchos de quienes no estuvieron a la altura de sus responsabilidades y hoy se autodenominan “sus hijos”, por razones que no vale la pena discutir, también maduro lo puede hacer –y lo ha hecho- con respecto a funcionarios que lo más mínimo que merecen es una buena patada por ese culo. Como humano puedo comprenderlo, pero seguir aceptando esto pone en grave peligro la continuidad de este proyecto.

Esa inercia beneficiosa le está costando caro a la revolución bolivariana y la está sometiendo a un terrible desgaste que solo está beneficiando a los sectores tanto de derecha como de la izquierda disfrazada; el pacto que mantienen les permitirá seguir gozando con la renta petrolera y tal vez, de claudicar el proyecto político actual, muchos de esos grupos terminen defendiendo la posición política e ideológica de los grupos que hipócritamente hoy condenan; pero para el pueblo venezolano y probablemente latinoamericano representará la vuelta de las políticas imperiales que volvieron mierda a todas nuestras naciones.


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Neftalí Reyes


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