Comenzó la demolición de Fundación La Salle

Durante esta semana una Junta Interventora nombrada por el Juzgado 3° Civil, Mercantil y de Tránsito de Caracas, de forma sorprendente y con llamativos vicios, ha ido tomando por la fuerza los Campus de Guayana, Margarita y Boconó, apoyada en efectivos de la Guardia Nacional. En San Félix fuimos removidos de nuestros cargos el Vicepresidente Carmelo Rivera con 35 años de antigüedad, la Directora de la Estación de Investigaciones Hidrobiológicas, Luzmila Sánchez (27 años) y el Director de Producción Piscícola, Luis Pérez (25 años) que suscribe este artículo. El resto de los Directores han sido sustituidos en sus funciones por otras personas y se presume que esperan su retorno de vacaciones para intentar consumar con algo más de legalidad su remoción. Ni en Caracas ni en los Campus actuó el Juzgado de Ejecución que ordena la ley para que tenga plena validez, de modo que seguimos en nuestros cargos, aunque se nos haya prohibido el acceso a las instalaciones.



En varias entrevistas televisadas y artículos de la prensa nacional se ha ido explicando cómo ese Juzgado barrió de un plumazo Estatutos, Asamblea (incluyendo Miembros fundadores que por lo visto no tienen por qué ser tomados en cuenta) y Junta Directiva, para poner la institución en manos del grupo que ha mantenido aislado y bajo su control al Hno Ginés durante más de dos años.



Se está liquidando una fundación para dar paso a otra. La primera, la que se llamaba Fundación La Salle de Ciencias Naturales, ya está en proceso de liquidación, con sus directivos más calificados despedidos en la calle en los diferentes Campus, sin importar si fueron dos o tres las décadas de sus vidas consagradas (sin jubilación, por cierto). El 25 de agosto en una reunión a la que fue invitado todo el personal que estaba trabajando ese día, el encargado del Campus Guayana y miembro principal de la Junta Interventora, Prof. Antonio Campos, se hizo eco de los planteamientos de incompatibilidad del nombre La Salle con la nueva realidad que se pretende instaurar y admitió que posiblemente la Fundación debería cambiar de nombre. Punto.



Sepa la comunidad que aquella Fundación La Salle que se conoció está a punto de ser liquidada y que un miembro de la Junta Interventora ya comienza a reconocer públicamente que lo que viene será otra cosa y con otro nombre. Ante lo irrebatible de los argumentos que hemos venido esgrimiendo no les queda otro remedio que desenmascararse y empezar a reconocer que no estaban defendiendo la continuidad de la misión y los valores de una Fundación bien apreciada. Las imágenes de San Juan Bautista de La Salle han sido sacadas de las instalaciones de varios Campus y Subcampus, porque es imposible que el grupo de personas que cometió la atrocidad de convencer al Hno Ginés para intentar encarcelar al Hno José Pereda, perteneciente a su misma congregación, pueda promover los valores humano-cristianos y los principios pedagógicos de La Salle que antes promovía el fundador.



Un canal de televisión, cuando daba cuenta de los despidos masivos en un noticiero la semana pasada, comunicó que se había consultado al respecto al Abogado Alvaro Vilachá (promotor del conflicto). En la respuesta que dio a ese canal se limitó a prometer una rueda de prensa para esta semana en la que trataría de justificar los despidos. Pues algo pasa, porque llegó el sábado y no ha cumplido. Tendrá que explicar también cual es el nuevo nombre, la nueva misión y los nuevos valores, que ya no serán los promovidos por el pedagogo francés San Juan Bautista de La Salle y asumidos con coraje por el Hno Ginés durante 50 años. Tendrán que explicar qué piensan hacer cuando logren controlar todos sus activos muebles e inmuebles para empezar otra cosa que sólo ellos sabrán de qué se trata.



Yo exijo nuevamente que no sigan manoseando la imagen y prestigio que merecidamente acumuló el Hno Ginés, empujándole a perder toda su credibilidad en sus últimos años de vida, empujándole a asumir que durante toda una vida hizo parecer que el carisma y el pensamiento de San Juan Bautista de La Salle inspiraban la filosofía que animaba a FLASA, y ahora no sólo le hacen abandonar esa posición sino que actúan contrariamente a ella.



NO MANIPULEN MÁS A LA OPINION PUBLICA Y AL HNO GINÉS. ES ABSOLUTAMENTE NECESARIO QUE EL HNO GINÉS EXPLIQUE PERSONALMENTE ESTAS COSAS A LOS MIEMBROS FUNDADORES, A SUS ESTUDIANTES, A SUS TRABAJADORES Y A TODA LA OPINION PUBLICA.



Desmonten de una buena vez el rígido control que tienen sobre lo que el Hno Ginés escucha, sobre lo que el Hno Ginés piensa y sobre lo que el Hno Ginés expresa. Déjenle conversar libremente y sin presiones. Si un juez le reconoce la capacidad de presidir hoy la Junta Interventora de una institución que educa a 14.000 estudiantes también debe estar en capacidad de hablar media hora con los medios de comunicación en una rueda de prensa sin "apuntadores". Ese día podría haber enormes sorpresas. Alvaro Vilachá ¿permitimos finalmente que el fundador le hable al país? Es dramático pensar que ese día podríamos descubrir que realmente el Hno Ginés con sus 93 años no tiene la autonomía de pensamiento y expresión que nos querían hacer creer. Si no es así, la otra opción es terrible y no la aceptaré hasta que lo oiga de sus propios labios: que reniega de los principios básicos en los que se fundamentaba la filosofía institucional, la cual orientó nuestra labor durante tantos años que invertimos de nuestras vidas en FLASA. En cualquier caso, quienes dicen amar al fundador y pretender un acto de justicia al devolverle "su fundación", habrán demostrado que le hicieron el peor de los años. Cada lector intuirá si luchaban con tanto denuedo en tribunales para lograr un acto de justicia o si lo hacían para quedarse ellos con una fundación que administra más de veinte mil millones de bolívares anuales.



Comenzó la demolición de FLASA, pero sigo insistiendo en que no me parece posible que se vaya a consumar. Pienso que en este estado de cosas las altas instancias judiciales deberían averiguar si lo que está pasando en algunos tribunales se ajusta a la legalidad. Y las altas instancias gubernamentales deberían evitar que se lesionen los beneficios que la comunidad viene recibiendo de una Fundación que recibe casi tres cuartas partes de su presupuesto del Estado Venezolano.


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Luis Pérez


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