La abstención, "clave" en el chavismo

La Abstención Clave en el Chavismo

En democracia, la abstención es un tema de interés mayor, pero esto varía de acuerdo al lugar donde se ubique el observador. El interés del Estado no es el mismo que el de las fuerzas políticas partidista. El primero se preocupa porque concurran el mayor número de sufragantes; en el segundo solo porque participen sus seguidores. Es más, los estrategas electorales enfilan sus baterías en captar y motivar el voto afecto y desmotivar a los desafectos, por lo tanto, la abstención es un problema en tanto los afecte.

En Venezuela desde hace un tiempo para acá, la participación ciudadana a través del sufragio se ha ido incrementando, siendo las elecciones presidenciales del 7 de octubre 2012 su mayor pico histórico contemporáneo al reducir la abstención al 19%. Sin embargo en esta oportunidad pudiera estar rodando el 28%

En este sentido, la búsqueda del voto del candidato Capriles está direccionada hacia dos ejes fundamentales: por un lado, hacia el Chavismo Light y los Ni-Ni; por el otro, hacia el opositor por naturaleza. 

Para los primeros: busca desenganchar a Nicolás Maduro del legado de Hugo Chávez; posicionarlo en el imaginario colectivo como un hombre ineficiente, para ello se apoya en mostrar obras inconclusas, por ejemplo: las torres de Parque Central, el saneamiento del Río Guaire, los damnificados que aún continúan en refugios y el desabastecimiento. También promete la nacionalización de los médicos cubanos, la continuación de las misiones sociales, acabar con la confrontación política, y por último, reconocen que Hugo Chávez a pesar de sus errores era un Líder que había que respetarlo y difícil de vencer.

Para los segundos: promete la apertura comercial (libre mercado), empleos mejor remunerados, frenar la devaluación, sacar a los cubanos chulos del país. Se muestra agresivo y decidido, ofende y reta públicamente a Maduro para mostrarlo como un cobarde, y él un hombre de guáramo. Señala que esta vez sí vencerá porque Nicolás no es Chávez, y porque los estudios de opinión lo señalan, por eso, Nicolás tiene que ir sacando las maletas de Miraflores.

Por su parte, Nicolás Maduro busca: transmitir que encarna el legado de Hugo Chávez; que solo en revolución es posible garantizar las conquistas sociales y profundizarlas; que combatirá la ineficiencia, la corrupción y la inseguridad con mano firme, y que es un hombre de paz y mucho amor.

Ahora bien, en el desarrollo de la campaña, se van midiendo el avance de la estrategia, y sobre la marcha realizando los ajustes pertinentes. Pero serán los resultados oficiales del 14-A los que indicaran que comando fue más efectivo. Sin embargo, es pertinente señalar que las encuestadoras Hinterlaces, Datanálisis, GIS XXI, IVAD, DatinCorp e ICS, dan un margen promedio de 16 puntos de ventaja a Nicolás Maduro, eso hace suponer que del lado chavista, las cosas se están haciendo bien o mejor.

Pero basado en mi experticia politológica, estoy convencido que los resultados no serán tan holgados como lo muestran las encuestas, sin que esto quiera decir que no crea en los estudios de opinión, sino que ellos toman una fotografía de una situación que todavía no se ha producido, es decir, las elecciones son el 14-A, no antes, y aunque los encuestadores señalen que la tendencia es irreversible a favor del Chavismo, eso no quiere decir que la diferencia se mantendrá, solo están señalando que las probabilidades de que los resultados favorezcan a Capriles son casi nulas. Sin embargo, siempre he creído que el juego no se gana hasta que realiza el último out, y un día en política puede ser una eternidad.

Por ello, considero que la mejor estrategia del Chavismo en este momento, es asumir que está perdiendo, que aún quedan elementos que afinar, y debe reforzar el plan de movilización del voto y la estrategia de motivación electoral.

Los seguidores de la revolución deben interiorizar y sentir que su Comandante Chávez no está físicamente, que la única forma de tenerlo cerca es con un gobierno que atienda sus necesidades con fervor y desprendimiento, deben sentir su ausencia material y su depresión transformarla en un sentimiento que los motive a reivindicar al hombre que se inmoló por amor a su pueblo, a su patria y a su prójimo.

Lo recomendable es que la militancia-dirigente se despliegue sin figurismos, sin sectarismos, y con el único propósito de cumplir la orden dejada por su Comandante el 8 de diciembre del 2012. Tienen que garantizar que el juramento realizado por los afectos al Chavismo frente al féretro y en memoria del Presidente Hugo Chávez se transforme en votos. Además deben revisar que no haya ningún militante-dirigente por allí jugando banca o sub-utilizado.

Aun así,  sigo pensado que la ventaja a favor de Nicolás no será tan holgada, y me atrevería a afirmar que estará rondando entre los 7 puntos si las cosas se hacen medianamente regulares. Si se ajustan algunas anomalías que pudieran estar taponeando manifestaciones de afectos al Chavismo, así como, rediseñar un pelín el plan de despliegue, se podría llegar empujadito a los 10 puntos. Pero esto no quiere decir que el candidato del Chavismo no tenga la aceptación de la militancia, sino que simplemente este es el sector que más se abstiene.

Estudios señalan que los estratos D-E representan el 48% de la población, la abstención está en el orden del 33%, y que la correlación es 70-30 a favor del Chavismo. Mientras que la clase C representa el 36% de la población, la abstención ronda 25%, y la correlación es 55-45 a favor del Chavismo, es pertinente señalar que este sector es donde se encuentran la mayor población de NI-NI. La clase A-B representan el 16% de la población, la abstención se ubica en 20%, y la correlación es 25-75 a favor de la oposición.

Ahora bien, si el chavismo logra disminuir los niveles de abstención en sus sectores afectos, podría ampliar el margen de diferencia. De lo contrario tendrán que conformarse con los 7 puntos. En cambio el sector opositor tiene muy poco donde morder. Sin embargo, se perciben envalentonados y eso hace pensar que saldrán a votar con fuerza. Los estudios de opinión señalan que aunque ellos perciben, que su opción no tiene posibilidad de ganar irán igual a votar, es decir, decidieron morir con las botas puestas. Pero su población electoral tiene un techo, que aun teniendo el chavismo una pésima participación no podrían ganarle. Esta es precisamente la mayor fortaleza y la mayor debilidad del Chavismo, porque la percepción del triunfalismo los desmoviliza, percepción reforzada además con el triunfo de 16 eventos electorales.

Para finalizar estoy seguro que las sociedades no cambian su comportamiento político y electoral de la noche a la mañana, pero sí se dejar de hacer las tareas bajo el supuesto de que se tiene buenas notas o que la prueba será sencilla, se estaría exponiendo a resultados no acordes con el comportamiento social y político de la sociedad. El llamado es simple, el Chavismo debe hacer las tareas pendientes para evitar cualquier sorpresa.  

jghuerfano@yahoo.es



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Jiuvant Huérfano


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