El imperio contraataca

Darth Vader (Jhon Negroponte) y la halconada, provenientes de la estrella de la muerte (USA), quieren poner orden en un espacio considerado suyo. La cúpula militar oligárquica ha desempeñado bien su papel en Honduras. De no concretarse sus planes, desempolvaran los manuales terroristas de Posada Carriles y harán de los atentados y bombazos el diario de sus “políticas”. Ya lo han advertido con una explosión en un fast food store cercano al aeropuerto de Tegucigalpa. Una franquicia gringa ¡Que oportuno!

No seria extraño que Goriletti comience a hablar de “daños colaterales” con la aparición lamentable de los cadáveres de quienes “desaparecieron” hace unos días por oponerse al golpe ¡Porque es un golpe, carajo!

Envalentonados o aterrados, acaban de cometer un error que pudiera acelerar el fin de su gobierno “del lado oscuro de la fuerza”: Mataron a un periodista. Eso echa por tierra el sofisma de la libertad de expresión en Honduras. Lo digo porque a pesar de que ya hubo periodistas arrestados, golpeados, sus equipos arrebatados, emisoras ametralladas, suspendidas, sacadas del aire y pare usted de contar, sus propios colegas de allá y de medios extranjeros -con honrosas excepciones- cacarean que hay respeto a las garantías democráticas ¿Qué diablos dirán ahora?

La aparición de cuerpos apaleados en la periferia de la capital hondureña, debe cerrar cualquier posibilidad de perdón a los golpistas, pues la matriz de opinión generada actualmente por los medios de la derecha, es tildar de “error” el arresto, secuestro y expulsión de Mel pero que todo lo demás está bien. ¡No está bien! El gobierno de facto ya tiene muertos por los cuales responder ante la justicia.

Es doloroso pero además parece inexorable, que sea esta acumulación macabra la que dé al traste, cadáver a cadáver, con los golpistas y su titiritero. La intrínseca fibra de la energía popular se manifiesta ante la violencia, en el sacrificio supremo de sus hijos legítimos en aras de una libertad que por derecho les corresponde pero que siempre les quiere arrebatar la malparida oligarquía, hijastra pervertida del imperio.

La estrella de la muerte necesita la vida de nuestros recursos para mantenerse. Lo que le estorba es, precisamente, la vida de quienes luchan por no entregárselos. Este golpe y los que están preparando es producto de la desesperación por los vientos revolucionarios en Latinoamérica que además se acercan peligrosamente a sus predios. El imperio y su príncipe negro Obama, saben que es ahora o nunca impelidos por un factor determinante: su descalabro económico. Avizoran su propia destrucción en una chispa de cambios que alcance el polvorín social que se acumula en su seno. Si, es cuestión de tiempo, pero nada como una idea a la cual le ha llegado el suyo.

¡Que la fuerza te acompañe Bravo Pueblo Hondureño! Solo el Pueblo salva al Pueblo. Solo el Pueblo salva a Mel.


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Plácido R. Delgado


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