Lückert le dijo a Baltazar: “como no me escribías te mandé un papel tualé”

Berlocco, Ofidio Pérez y Lückert, cogen una pea en Mérida por lo de Nixon

Centenares de sacerdotes, más de treinta obispos, representantes eclesiásticos de otros países, estuvieron presentes en las bodas de plata de Baltazar Porras, que el pueblo ha bautizado la “bola de plata” que se ha metido por la idea “genial” de esconder a Nixon en la Nunciatura. Y en realidad era para la ultraderecha una doble celebración en este sentido porque allí estaba el nuncio Berlocco, haciéndose el loco porque a nadie le quería declarar nada. El discurso de orden dentro de la catedral lo pronunció Roberto Lückert quien comenzó diciendo: “Baltazar, como tú no me escribías te mandé un papel tualé…”.

Toda esta avidez de reconocimientos por parte de Porras, nace de su gran y aterradora frustración de no poder haber sido CARDENAL. Esta pena debe ser desastrosa en él, si tomamos en cuenta que el 21 de noviembre de 1994 apareció una nota de prensa en “El Nacional”, en la que se afirmaba que era casi seguro que fuese ordenado Cardenal.

El sábado 20 de septiembre, a las 9 de la mañana doblaban con locura las campanas, y a la entrada de la catedral un mendigo imploraba con las manos vacías que le dieran algo. El atasco era grande y le preguntamos a aquel pobre hombre hambriento y desesperado:

- ¿No te han dado algo, a pesar de que aquí hay tanta gente rica asistiendo al acto?

Y el mendigo comenzó a gritar:

- ¡Son muy tacaños!, señor; unos hipócritas; no me han dado nada; pasan muy bien vestidos y no tiene piedad de uno.

Y en verdad, que allí estaba gran parte de la crema y nata de la sociedad merideña junto todos los altos representantes de los partidos de oposición. Cuando se cumplía el rito de la entrada a la catedral, unos jóvenes del “Movimiento 13” agitaban unas pancartas que se adecuaban a la perfección al talante del personaje que en ese momento era homenajeado; una de ellas decía: “Los estudiantes y el pueblo apoyamos nuestra iglesia. Todos somos Nixon”. Es decir, Baltazar, tú también violas.

El semanario “El Paso de Los Andes” estuvo presente recogiendo información de los actos de esta segunda coronación de Baltazar Porras, un obispo que está desquiciadamente ávido de reconocimientos. Lo bañan de títulos en el paraninfo de la ULA, lo ponen por los cielos en la Academia de Mérida, los cronistas de Venezuela lo colman de inciensos como el mayor cronista del país cuando nunca ha escrito nada. La TAM, la televisora de la Iglesia le ha dedicado 147 horas a este negocio. Luego lo marean con honores en la Sociedad Bolivariana, y todas las orquestas sinfónicas de la ciudad, todas las bandas shows de los colegios privados, se han movilizado para tocarle, para danzarle y vitorearle.

La primera coronación de Porras se hizo durante el segundo mandato de CAP, cuando el Presidente fue el asistente estrella y la ciudad de Mérida fue fieramente acordonada de militares y policías, de tal modo que se impidió todo tránsito hacia el centro, incluso a pie, para así poder meter en la catedral al inefable Gocho. No obstante toda aquella ocupación militar de la ciudad, un seminarista dentro de la catedral tomó la palabra y pidió a Dios por los estudiantes muertos en esos días en Venezuela. De inmediato se suspendió la transmisión del acto por la televisora TAM, y luego el pobre muchacho sería echado del seminario.

Don Baltazar, precisamente por avidez de reconocimientos, ha sido siempre muy frívolo y hortera; le encantan las ferias del ron, los concursos de bellas y sobre todo le vuelven loco las corridas de toros; a él mismo una vez una novilla lo cogió con sus pitones, crónica ésta que apareció recogida en un diario local; esta fue una pasión que compartió mucho con William Dávila Barrios, Carlos Andrés Pérez y los rectores Michel Rodríguez y Lester Rodríguez. Hoy, por ejemplo, la TAM, la televisora de la iglesia, gracias a don Baltazar, se ha convertido en un canal casi pornográfico como RCTV. Allí vibran con toda fuerza los reinados, en los que los senos y las nalgas de adolescentes son los más enfocados, con música reggaeton. Se trata de plan ideológico para corromper a todo el mundo.


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José Sant Roz

Director de Ensartaos.com.ve. Profesor de matemáticas en la Universidad de Los Andes (ULA). autor de más de veinte libros sobre política e historia.

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