Hay muchas razones para creer que algo extraño ocurre con el supuesto interés que tiene EEUU de combatir el narcotráfico en otras regiones alejadas de su territorio, pero nadie entiende el porqué aún el gobierno del presidente Donald Trump no hace nada para combatirlo en el propio suelo estadounidense.
Si bien, el alto consumo de drogas que afecta a las grandes sociedades del mundo es preocupante, y lo que eso implica para la salud de los adictos y para la propia estabilidad económica de cualquier país, debemos entender que este es un flagelo que debería ser enfrentado por cada nación, sin que intervengan, necesariamente, otros actores de manera unilateral, como lo pretende hacer el gobierno de EEUU.
Aceptar estos desmanes, propuestos por el presidente Trump, es avalar o contribuir a que se viole de manera flagrante la soberanía de una nación, pero además no hay ningún estamento legal internacional que así lo avale, pero el gobierno estadounidense está empeñado en desconocer.
Ahora se entiende, para ser más preciso, el por que el presidente Trump utiliza toda una narrativa falsa y por demás mediática en contra de Venezuela, con el claro propósito de lograr un pretexto que le permita llevar a cabo una invasión en perjuicio de nuestra Patria.
Ya hemos denunciado antes, a través de nuestros escritos, que mientras EEUU amenaza con invadir a Venezuela, a México y también a Colombia, Cuba no escapa a ello, por el contrario nada hace para combatir realmente el narcotráfico en su propio territorio.
Este es un elemento que nos hace suponer que algo extraño ocurre dentro del gobierno que dirige Trump.
La lógica indica que si de verdad tiene las buenas intenciones de combatir este grave flagelo que afecta sobre todo a los jóvenes del mundo, debería comenzar haciéndolo en su propio país, que está considerado el mayor consumidor de drogas ilícitas en el mundo.
Trump desea ocultar, a su vez, y nada dice al respecto, que más de cien millones de estadounidenses consumen sustancias psicotrópicas ilegales, de las cuales 50 millones han solicitado apoyo urgente del gobierno para poder salir de ese mundo de las drogas, pues consideran que este flagelo esta acabando con sus propias vidas.
Reportes al respecto destacan que solo 12 millones de consumidores de drogas norteamericanos están siendo atendidos, mientras el resto de la población adicta está sola y sin apoyo.
Ya es recurrente ver en las redes sociales numerosos videos, y no podemos dejar de recordarlos, en donde se aprecian cientos de jóvenes, como auténticas piltrafas, totalmente drogados, y en situación de calle, en las principales ciudades estadounidenses, sin que el gobierno de Trump haga algo a su favor para rescatarlos.
¿Porque hasta ahora la 'Casa Blanca' sobre este particular guarda un silencio sepulcral y no fija una posición?
Otro elemento que genera sospechas y hace ver que ciertamente pudiera haber un vínculo entre el gobierno de EEUU y el narcotráfico, es que se ha visto al propio presidente Trump defendiendo a ultranza nada más y nada menos que al expresidente de Colombia, Álvaro Uribe Vélez, quien debió enfrentar hace poco un juicio en su contra, pese a que está considerado el mayor capo de la droga que opera libremente en el país neogranadino.
También Trump, para confirmar más cualquier duda sobre su vínculo cercano con el narcotráfico, acaba de indultar al ex presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, aún cuando había sido sentenciado por un tribunal estadounidense a pagar más de 30 años de cárcel, por estar íntimamente vinculado al mundo de las drogas.
Pero también los internautas pudieron ver que hace poco salió defendiendo a Uribe Vélez, incluso de manera insistente, el secretario de Estado de EEUU, Marco Rubio, a quien por cierto lo vinculan también al narcotráfico, por intermedio de un cuñado que incluso ha estado preso por este grave delito.
Insistimos, hay elementos de sobra que llevan a la opinión pública a determinar que el narcotráfico llegó a la 'Casa Blanca', para quedarse.
Ahora se entiende el porqué Trump asegura, por intermedio de narrativas falsas y mediáticas, que el presidente Nicolás Maduro es el líder del cártel de 'Los Soles', sin mostrar hasta ahora ninguna prueba en su contra, pero además con el deseo de desprestigiar lo y exponerlo al escarnio público, para tener la excusa de deponerlo del cargo de presidente.
¿Que busca o desea realmente el presidente estadounidense?
¿Distraer acaso a la opinión pública en general con la situación de Venezuela para que olviden la lista de Epstein?
O será más bien que Trump trata con sus andanadas de mentiras evitar que el gobierno revolucionario de Maduro continúe neutralizando las avionetas que salen de Colombia cargadas de drogas, cada vez que intentan sobrevolar el espacio aéreo venezolano rumbo a EEUU y Europa.
"Lo que está a la vista, no necesita anteojos", Trump y su Secretario de Estado, Marco Rubio, demuestran que desean tener el control absoluto del narcotráfico en todo el Continente, mientras los bancos de EEUU se prestan para continuar con el lavado de las grandes fortunas de dinero que genera el narcotráfico.
Trump, sumado a la anterior situación, acaba de quitarse la careta, como lo dijo el presidente Maduro, tras destacar que piensa ir contra Venezuela para recuperar el petróleo que se le ha robado a EEUU.
Queda demostrado así que las narrativas falsas y descaradas de Trump nunca fueron ciertas, y que el interés de intervenir en Venezuela no eran para enfrentar al narcotráfico, sino para dar con el traste de la Revolución Bolivariana y apoderarse de sus riquezas, entre ellas el oro y el petróleo.
Por cierto, hace escasos días un intelectual de renombre, que fue entrevistado en la TV, se le preguntó si creía que el gobierno de Trump dirige el narcotráfico en EEUU.
De inmediato respondió que es más viable creer que el narcotráfico es quien realmente dirige el gobierno estadounidense, que opera desde la 'Casa Blanca'.
