Rastros del Tiempo (CXIX)

El 12 de octubre de 1492: Entre el mito del “descubrimiento” y la realidad histórica

El 12 de octubre de 1492, la llegada de Cristóbal Colón a un continente que más tarde se conocería como América, es un hito que tradicionalmente marca el inicio de la era moderna, y el choque entre dos culturas. Sin embargo, la narrativa del "descubrimiento" es profundamente eurocéntrica, ya que ignora la existencia de pueblos milenarios, y la rica historia de las civilizaciones que ya poblaban estas tierras, además de obviar la posibilidad de contactos transoceánicos previos.

El 12 de octubre de 1492, es fecha en la cual Cristóbal Colón llegó a las islas del Caribe, creyendo haber alcanzado las Indias, ha sido tradicionalmente enseñada como el "descubrimiento de América"; sin embargo, el término "descubrimiento" resulta problemático y eurocéntrico, pues invisibiliza la existencia de civilizaciones avanzadas que habitaban el continente, miles de años antes y, oculta posibles contactos previos de otros exploradores transoceánicos con estas tierras. Desde este punto de vista se amerita analizar de manera crítica los hechos, indagar sobre las expediciones anteriores, y reflexionar sobre el verdadero significado del 12 de octubre de 1492, no solo como un encuentro o choque de culturas, sino como el inicio de la conquista, esclavización y colonización europea, sobre los pueblos originarios del continente, al que le fue impuesto el nombre de América.

El viaje de Colón y el relato oficial, sugiere que Cristóbal Colón, al servicio de los Reyes Católicos, emprendió en 1492, un viaje con el propósito de encontrar una nueva ruta hacia el Continente Asiatico, que facilitara el comercio de especies, necesarias para la mercantilización de las potencias europeas. Su llegada a Guanahaní (hoy Bahamas) fue interpretada en Europa como el "descubrimiento" de un Nuevo Mundo. Desde la perspectiva europea, aquel acontecimiento abrió una nueva era de expansión, comercio y dominio territorial. Sin embargo, desde la perspectiva de los pueblos originarios, representó el inicio de un proceso de despojo, violencia y destrucción cultural. El relato oficial, consolidado durante siglos, colocó a Colón como el "descubridor" de América, pero esta noción debe ser puesta en entredicho, porque un territorio habitado por millones de personas no puede ser considerado "descubierto", ya este inmenso territorio continental estaba habitado, y poseía estructuras políticas, sociales y culturales propias.

¿Fue Colón realmente el primero? La idea de que Colón fue el primer navegante en llegar al continente americano ha sido desafiada por evidencias históricas y arqueológicas, que apuntan hacia la presencia de otros grupos, mucho antes de 1492; pues, según fuentes históricas tradicionales sostienen, lo que a lo largo de la historia, nos enseñado, dando por cierto, que fue Cristóbal Colón el primer navegante que llegó a este Continente. Sin embargo, las últimas investigaciones arqueológicas han desmontado esta creencia, y concluyen que fue otro marinero, el que llegó mucho antes a estas tierras. Las investigaciones arqueológicas y documentales demuestran que Colón no fue el primer extranjero, en llegar al Continente hoy llamado América; según las narraciones contenidas en las sagas islandesas, que son narraciones en prosa que describen eventos históricos y familiares, de los colonos de Islandia, escritas entre los siglos XIII y XV, Bjarni Herjólfsson, un navegante noruego que viajaba hacia Groenlandia en 986, fue desviado por una tormenta, yendo a parar a un territorio desconocido; sin desembarcar, divisó una tierra de bosques y colinas que no se asemejaba a Groenlandia. No pisó tierra, pero su relato despertó gran interés entre los colonos noruegos, y allanó el camino para futuras expediciones; por lo que nos encontramos fuentes históricas, que indican que hacia el año 1000, exploradores nórdicos liderados por Leif Erikson, fundaron asentamientos en Terranova (Canadá); Leif Erikson, para realizar esa expedición compró el barco de Bjarni, organizó una importante tripulación y navegó hacia esas tierras desconocidas, estableciendo una pequeña colonia que se llamaría Vinland. Los libros de historia sitúan esta colonia en lo que hoy es Newfoundland, Canadá; siendo verificada esta referencia histórica, con las excavaciones en L’Anse aux Meadows, en la isla de Terranova, confirmando la presencia vikinga, en América casi 500 años antes de Colón.

Leif Erikson y su tripulación establecieron un asentamiento temporal, donde comerciaron y exploraron, recolectando frutos. Sin embargo, no hubo un contacto prolongado ni una colonización significativa después de esta aventura. La falta de registros detallados y el eventual retorno de los vikingos a Escandinavia, llevaron a que estos acontecimientos fueran gradualmente olvidadas, en la historia europea. También nos encontramos con fuentes, que revelan posibles contactos africanos; algunas hipótesis sostienen que navegantes del imperio de Mali, pudieron haber llegado a América en el siglo XIV, aunque esta teoría no soporta pruebas arqueológicas concluyentes.

Otras teorías han planteado que pueblos del Pacífico, incluso chinos, en tiempos de la dinastía Ming, que gobernó China de 1368 a 1644, pudieron haber alcanzado América antes de Colón. Otros relatos legendarios, como los del príncipe galés Madoc, se dice que en 1170, más de 300 años antes que Cristóbal Colón, partió en un viaje hacia el oeste y llegó a América; pero esta versión también carece de pruebas arqueológicas sólidas. También hay teorías muy controvertidas, como la de los antiguos navegantes fenicios, pero aún no se tienen evidencias científicas efectivas.

Además de los vikingos y fenicios, hay teorías que sugieren que los polinesios pudieron haber llegado a la costa oeste de América del Norte. Los polinesios eran grandes navegantes que cruzaron vastos espacios de océano, y se ha planteado la hipótesis de que algunos pudieron haber llegado a la costa de California o incluso a América del Sur. Uno de los indicios de este posible contacto, es la similitud entre algunas prácticas culturales y agrícolas, de los pueblos polinesios y aquellos pueblos originarios de América del Sur.

En cuanto a la posible presencia de polinesios en el Continente, se ha sugerido que navegantes polinesios pudieron haber llegado a las costas de la hoy Sudamérica (específicamente Chile) entre los años 1321 y 1407, basándose en la presencia de elementos encontrados, portadores de ADN polinesio y ciertos rasgos genéticos, en poblaciones indígenas. Sin embargo, al no haber pruebas concretas limitan la verificación histórica, de estos encuentros, que es muy posible que se hayan realizado, según algunas investigaciones arqueológicas, aún en discusión.

Aún existen diversos rastros y legados de estas expediciones anteriores a Colón, aunque muchos son objeto de debate académico. Los asentamientos vikingos en L'Anse aux Meadows, en Terranova, son uno de los lugares más conocidos y reconocidos por la UNESCO, como Patrimonio de la Humanidad. Además, las leyendas y tradiciones orales de los pueblos indígenas de América, a menudo incluyen relatos de contactos previos, con navegantes extranjeros, aunque muchas de estas historias han sido desestimadas o subestimadas por historiadores, las investigaciones arqueológicas siguen vigentes, descubriendo nuevos hallazgos, que en algún momento revelara la verdad histórica.

Sin desestimar las diversas teorías en debate, la evidencia más sólida sigue siendo la de los vikingos. Visto esto, de manera concluyente, se considera que Colón no fue el primero en llegar al Continente, pero sí fue el primero en establecer un contacto permanente y enmarcado en un proyecto de conquista y colonización, a gran escala, bajo el amparo de los imperios europeos: España, Inglaterra y Portugal y la bendición papal del Vaticano

La llegada de Cristóbal Colón a América en 1492, es a menudo presentada como el "descubrimiento" del continente por parte de Europa. Sin embargo, si observamos la historia, con juicio crítico, sobre la exploración y el contacto con nuestro Continente, nos damos cuenta que es mucho más antigua y compleja de lo que se reconoce comúnmente. A lo largo de los siglos, varios navegantes y grupos han llegado a las costas americanas, mucho antes de la expedición de Colón, dejando huellas, que aún son objeto de estudio e interpretación científica.

El mal llamado "descubrimiento" es un término que responde a una visión eurocéntrica que invisibiliza a las civilizaciones originarias, como los aztecas, mayas e incas, y demás pueblos originarios, que habían desarrollado sistemas de escritura, arquitectura monumental, astronomía y organización política compleja. Más apropiado sería hablar de encuentro, invasión o choque de culturas, dado que las consecuencias del 12 de octubre de 1492, no fueron un intercambio equitativo, sino una profunda asimetría de poder, que derivó en la conquista y la colonización de todo el Continente, que los invasores nombraron América.

La conquista y colonización, tras el viaje de Colón, las potencias europeas iniciaron la conquista del continente. La colonización significó la imposición de la religión católica y la destrucción de creencias ancestrales; el saqueo de recursos naturales, principalmente oro y plata, que fortalecieron las economías europeas, que estaban en decadencia económica; la imposición de la esclavitud y explotación de pueblos originarios, seguida por la trata de personas africanas, cuando la población indígena disminuyó drásticamente, debido a la excesiva explotación esclavista; la imposición de nuevas lenguas; la estructuración de las instituciones políticas y estructuras sociales, impuestas a sangre y fuego, que transformaron de manera irreversible a los pueblos originarios. Este proceso consolidó un sistema colonial, que se extendió por más de tres siglos y que aún hoy marca la identidad, desigualdad y memoria histórica de América Latina.

El arribo de Colón, y la posterior conquista y colonización, desencadenaron una serie de consecuencias de magnitud catastrófica para los pueblos originarios y de profunda transformación para Europa y el resto del mundo; La consecuencia más inmediata y brutal, fue el colapso de la población aborigen. Esto se debió a enfermedades que los europeos trajeron consigo, patógenos como: viruela, tifus, gripe, para los cuales los nativos no tenían inmunidad, causando epidemias devastadoras; sometimiento y explotación, como la implementación de sistemas como la encomienda, el trabajo forzado (esclavizado) en minas y plantaciones, y las masacres directas que diezmaron a las poblaciones; la destrucción Cultural, como la imposición del idioma español (o portugués) y la religión católica, desmantelando los complejos sistemas políticos, sociales y espirituales de civilizaciones como los mayas, aztecas e incas, y demás pueblos originarios del continente.

Se produjo un vasto intercambio biológico y cultural conocido como el Intercambio Colombino:
​Hacia Europa (y el mundo), se introdujeron alimentos esenciales como el maíz, la papa, el tomate, el cacao, el ají y la vainilla, transformando la dieta en el viejo mundo y hacia América, ellos trajeron el caballo, la vaca, el cerdo, el trigo, la cebada y la caña de azúcar, cambiando el paisaje agrícola y el transporte.

A través de la extracción de riquezas de los pueblos conquistados y dominados se produjo la transformación económica en Europa, a través de la masiva extracción de oro y plata, especialmente de minas de Potosí, que financió a la corona española y tuvo un impacto directo en la economía europea, provocando una revolución de precios, sumándole a esto, el comercio de esclavos. El colapso demográfico aborigen llevó al desarrollo del comercio transatlántico, de esclavizados africanos, para trabajar en las plantaciones y minas, generando una de las mayores atrocidades de la historia humana. El encuentro o choque, iniciado el 12 de octubre de 1492, creó una red de comercio mundial entre América, Europa y África, sentando las bases de la primera forma de globalización.

De manera concluyente observamos que la llegada de Cristóbal Colon el 12 de octubre de 1492, a nuestro Continente, no puede considerarse un "descubrimiento", pues, este continente, ahora llamado América, no estaba oculto ni deshabitado. Antes de Colón, otros exploradores, como los vikingos, habían llegado a la costas de la hoy Norteamérica, aunque sin dejar una huella duradera en la historia universal. ¿Entonces, quien descubrió las feraces tierras de nuestro continente?... ¿Los que llegaron, o los que desde tiempos milenarios ocupaban este basto Continente?

El viaje de Colón tuvo un impacto violemto: abrió la puerta a la conquista y colonización, lo cual significó esclavización y exterminio de los pueblos originarios, transformando radicalmente la historia de la humanidad. Más que un hallazgo glorioso, como lo describen los historiadores eurocéntricos; fue el inicio de un proceso de sometimiento, resistencia y mestizaje, que definió el destino de millones de personas. La historia del contacto con el continente, no se limita a un solo evento, sino que es una trama, tejida por múltiples culturas y exploradores, que contribuyeron a dar forma a la hoy identidad americana. El "descubrimiento" de América por Cristóbal Colón no fue un evento singular en la historia de la exploración mundial, como lo pregona la historia tergiversada. Comprender esta realidad es fundamental para rescatar la memoria histórica y construir una visión más justa y crítica del pasado, para profundizar la descolonización del pensamiento y la historia.



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Reinaldo Chirinos

Licenciado en Educación Mención Desarrollo Cultural. Facilitador del INCES.

 reinaldoc06@gmail.com

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