El presidente Donald Trump ha incrementado las presiones contra Palestina y Venezuela, incluso amenazando con atacar vía terrestre nuestra nación y dando plazo a los palestinos para que se retiren de su territorio. Estamos ante una situación que mantiene en zozobra al mundo entero; con Rusia y China a la expectativa; pero de Trump se puede esperar cualquier cosa; hoy dice que el burro es negro y el día siguiente que es blanco. Tal incertidumbre preocupa, pero tampoco nadie se rinde a sus pies; todo lo contrario, nuestros compatriotas están dispuestos a dar todo por la defensa de nuestra patria. Si algo debe ocurrir, lo enfrentaremos, sin miedo y de frente, ante la amenaza que fuere.
Tampoco Trump tiene las cosas mantequilla en Estados Unidos, pues, enfrenta lo que en términos económicos se denomina un "Shutdown".
Traducido literalmente, "Shutdown" significa "el cierre"; pero ¿el cierre de qué?, veamos:
En la política de los Estados Unidos, un cierre de la Administración o cierre del Gobierno (en inglés government shutdown), es una situación en la que el gobierno suspende la prestación de todos los servicios públicos, menos los considerados como "esenciales". De forma general, los servicios del Gobierno Federal de los Estados Unidos que continúan en activo a pesar de la parada son: el Servicio Meteorológico Nacional y sus agencias filiales; los servicios médicos de las instalaciones federales; el servicio postal; las fuerzas armadas; el control del tráfico aéreo; y las prisiones. En cierta medida, un cierre del Gobierno es similar a un cierre patronal del sector privado.
La Constitución de los Estados Unidos permite que las diferentes ramas del gobierno federal sean controladas por diferentes grupos políticos. En el caso del presupuesto federal, es el Congreso, formado por el Senado y la Cámara de Representantes, quien debe consensuar y aprobar el presupuesto, el cual es refrendado después por el Presidente. Si la presidencia del Estado veta el presupuesto, este vuelve al Congreso, donde se puede superar el veto presidencial con el voto de dos tercios de ambas Cámaras.
El cierre del Gobierno suele ocurrir cuando el presidente y una o ambas cámaras del Congreso no pueden resolver los desacuerdos sobre las asignaciones presupuestarias antes de que finalice el ciclo presupuestario existente.
Inicialmente, muchas agencias federales continuaron operando durante los cierres, mientras minimizaban todas las operaciones y obligaciones no esenciales, creyendo que el Congreso no tenía la intención de que las agencias cerraran mientras esperaban la promulgación de apropiaciones anuales o apropiaciones temporales. Sin embargo, en 1980 y 1981, el fiscal general Benjamin Civiletti emitió dos opiniones que interpretaban más estrictamente la Antideficiency Act en el contexto de una brecha de financiamiento, junto con sus excepciones. Las opiniones indicaron que, con algunas excepciones, el jefe de una agencia podría evitar violar la Ley solo suspendiendo las operaciones de la agencia hasta la promulgación de una apropiación. En ausencia de apropiaciones, las excepciones se permitirán solo cuando exista alguna conexión razonable y articulable entre la función a realizar y la seguridad de la vida humana o la protección de la propiedad. Sin embargo, incluso después de las opiniones de Civiletti, no todas las brechas de financiación llevaron a cierres. De las nueve brechas de financiamiento entre 1980 y 1990, sólo cuatro dieron lugar a permisos.
En esta ocasión, no hubo consenso entre demócratas y republicanos para aprobar una ley de financiamiento y el cierre se hizo efectivo. Miles de trabajadores serán despedidos o se verán obligados a tomar un permiso no remunerado y algunos servicios públicos podrían ser suspendidos o retrasados.
Mientras esa situación ocurre en Estados Unidos, en nuestro país, Nicolás Maduro hace de tripas corazón y se las inventa para mantener nuestra economía; algo que siempre hemos reconocido de nuestro presidente, quien ante las adversidades se crece. Mientras los norteamericanos se están quedando sin salario, Maduro se las juega, para hacer llegar cualquier incentivo a sus trabajadores; somos "gente que resuelve"; y por ello, ante las amenazas, ante las presiones, ante las sanciones, los venezolanos seguimos unidos y dispuestos a luchar por nuestra soberanía y nuestros compatriotas; así sea descalzos, en alpargatas y con una "china o gomera" como llaman en nuestros pueblos, saldremos a enfrentar y repeler a quien pretenda intentar derrocar nuestro gobierno o acabar con nuestras vidas. Desde Venezuela, decimos "Unidos, Venceremos".
