La dignidad de su santidad Urosa

Otra vez la Santa Inquisición Católica Venezolana que preside su Ilustrísima eminencia, doctor y señor de los cielos y la tierra, ungido por el toque divino Cardenal Urosa Savino, hacen lo que mejor saben hacer: joder. Estos parásitos de la teología conservadora que de manera hipócrita hablan de democracia y dictadura, que mantienen encerrado y crucificado al Cristo que hace largo tiempo resucitó y se bajó de esa oprobiosa cruz, apartándose de los mercaderes del templo de aquel entonces, para estar al lado de los pobres dejando como legado la palabra del Señor, son los actuales gerentes de la corporación en donde los milagros y el “borrar” los pecados de los vivos y muertos tiene un costo y no precisamente celestial, sino en mundano y cochino dinero. ¿Y quienes pueden costear esta sanación espiritual? Los ricos indudablemente, es decir, estos católicos patriarcas cambiaron el dogma aquel de que los pobres están mas cerca de Dios por su sufrimiento y han invertido este esquema. Ahora, es al revés, porque su “noble” trabajo consiste en defender y procurar que las almas adineradas están mas próximas a la santidad y que estas entren por la puerta grande del empíreo, de la mano del mismísimo San Pedro que los llevará a postrarse a las diestra del Creador, por el solo hecho de ser rico.

Con razón, ellos dicen que los que irán al Cielo son pocos y elegidos. Claro, los ricos que son pocos le están comprando su pasaje celestial a esta agencia de viaje divina aquí en la tierra y así aseguran su cupo derechito a la Gloria cuando sean llamados a su posible eternidad, sin pasar por el burocrático juicio final. Creo que los ricachones son unos pendejos al dar su dinero a las atiborradas arcas de estas sanguijuelas lujuriosas, porque me he mantenido informado de buena fuente, de que los pobres que son muchos, están mas cerca del Supremo Hacedor de lo que están estas lóbregas y potentadas almas, empezando por la Cúpula Católica Empresarial Venezolana (CEV). Así, que no hagan como los que invirtieron en el Federal y que están pasando un calvario que poco a poco el Gobierno Bolivariano a amainado de manera comprometida, a pesar que el responsable, con la bendición de la cúpula de la Iglesia Católica, está libre disfrutando del paraíso terrenal mayamero.

Ahora bien resulta que estos elegidos por sancta y deslumbrante (del ignominioso brillo del lujo de la riqueza mal habida) democracia vaticana que de manera dictatorial impone a estos beatos “varones” y barones de la aristocracia católica (los plebeyos curas de pueblo y la humilde feligresía, no participan en la asunción de estos carnales personajes) son aquí en la tierra los consultores, apoderados, “managers” y asesores de las vírgenes y los santos, haciendo de estas venerables figuras, miembros de los partidos políticos contrarios a la revolución. Aquí en el Zulia, aprovechando la fe hacia la Chinita y San Benito por parte de esta numerosa grey, los “administradores” de los milagros de estas dos deidades le han “recomendado” a estas venerables imágenes santas, que solo pueden apoyar a Manuel Rosales, su heredero Pablo Pérez e inscribirse en un Nuevo Tiempo como designio divino. ¡Hay que ver como manipulan la ferviente creencia del zuliano! (sobre todo al marabino al que le han dicho que la gaita, el puente y el lago son adecos) haciéndole ver de manera subrepticia y abierta de que Dios y el séquito de santos regionales e importados están del lado de la oposición y son anti-socialistas y anti-Chavistas. De igual manera pasa en Lara con la Divina Pastora que ahora está de lado de Henry Falcón, en Mérida con la Virgen de las Nieves apoyando a William Dávila, pero en Yaracuy María Lionza por no ser tan santa no la colocan como militante de la derecha. Es decir, hasta los altares católicos se han convertido en tabernáculos del poder político de la oposición, porque Urosa emite a cada momento sus homilías cargadas de su inefable posición de defensa de los pudientes y del deprave capitalista del que son parte. Lo peor del caso es que se jactan de hablar con el mismísimo Cristo, como a continuación transcribo: “Así fue mi nombramiento como Arzobispo de Caracas, y luego, como Cardenal de la Santa Iglesia Romana. Además, los Obispos venezolanos estamos sólidamente unidos en la tarea de servir al pueblo como testigos y embajadores de Jesucristo, y pastores del pueblo de Dios en Venezuela” ¿Embajadores de Jesucristo? ¡Coño! Tengo curiosidad por ver ese pasaporte diplomático emitido en el cielo y firmado y sellado por el Jefe Supremo y por otra parte ellos dicen ser pastores porque entienden que seguimos siendo borregos, para creernos sus santas mentiras.

Cardenal Urosa, una cosa es la fe en el Creador y otra es creer que en una cofradía religiosa mediatizada, politizada y mercantilista, que pregona una vaina y hace otra. Los puntos de la iglesia católica están bajos a nivel mundial, con los desmadres de los violadores con sotana, de los pederastas, de los corruptos y los que han caído pecaminosamente en el compendio de vicios que acarrea la miseria humana y que ellos como humanos son proclives a permitir. Arreglen la casa y sus inquilinos y que la justicia terrenal se encarguen de estos delincuentes con hábito de baja ralea y no solo con penitencias del “Yo pecador”. Que en verdad sean ejemplo no de santidad, sino de humana humildad. La iglesia católica como corporación mercantilista de corte fascista nunca “comulgará” con el socialismo liberador, porque este último no cobra por el bienestar humano, porque al igual que nuestro Ser Omnipresente, quiere que todos los que moramos eventualmente en este mundo seamos felices, sin pedir ni recibir nada a cambio, como lo han acostumbrado hacer ustedes.

La dignidad es una valoración humana intrínseca, que también tiene una connotación de merecimiento honorable y eso no se gana en el Vaticano de manera milagrosa. La fe como creencia en una superior vida eterna y los milagros como mensajes divinos, no se vende como pretenden en las tiendas o boutiques católicas junto a los rosarios o escapularios impregnados, por las benditas aguas donde ustedes se lavan las manos como su antecesor Poncio Pilatos. No, así no es. Hablar con Dios a través de la oración es gratis y gratificante, Cardenal Urosa, porque el Creador al igual que el aire nadie lo puede tarifar.

De todos modos, respetando la creencia de cada quien en los Santos, en la Virgen, en Dios sin intermediarios o en el dinero, yo como simple mortal propenso a pecar con gusto y sin el, con razón o sin ella, me someto al santo poder que le fue conferido Cardenal Urosa (no se por quien) de excomulgarme. Pero, después que la entronizada cúpula católica vaticana dijo que no había sala de espera al infierno o al cielo (léase purgatorio) no creo que ustedes tengan tanta influencia en el cielo para no permitir por mis propios medios acceder a el y si mis méritos no dan para tanto, bueno, nos quemaremos en la eternidad. Ojala no les acompañe a ustedes en ese caluroso sitio que ya sería doble castigo. Pero por si acaso, pido a Dios que me ayude. Amén.


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Carlos J. Contreras C.


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