Candidato para la alcaldia de Caroní por la tarjeta UPP89

Entrevista a Daniel Rodríguez "No nos podemos rendir, si el pueblo participa con fuerza las cúpulas se debilitan"

Cesar Romero del equipo nacional de Marea Socialista entrevistando a Daniel Rodriguez

Cesar Romero del equipo nacional de Marea Socialista entrevistando a Daniel Rodriguez

Credito: Prensa Marea Socialista

21/11.- A continuación presentamos una entrevista exclusiva a Daniel Rodríguez para aporrea.org, quién es miembro de Marea Socialista y actual candidato a la Alcaldía de Caroní del Estado Bolívar por la tarjeta electoral UPP89. Rodríguez es técnico superior universitario en Mecánica Industrial y Ex-presidente de la empresa Briquetera de Venezuela (Briqven) entre 2009-2013.
 

CR: Daniel, coméntanos un poco de tu trayectoria política.

DR: Mi participación en la política siempre estuvo orientada al tema sindical y laboral en las empresas básicas de Guayana. En la organización de la clase obrera y los trabajadores. En estos últimos años me he vinculado directamente al trabajo social-comunitario con los consejos comunales y comunas de Ciudad Guayana. Desde el 2007 soy miembro activo de la corriente política, revolucionaria y de izquierda Marea Socialista. Nosotros siempre participamos en el marco del proceso bolivariano dirigido por el presidente Chávez, articulando con diversos sectores sociales y líderes de bases en las comunidades y empresas básicas, pero siempre enviando un mensaje claro y crítico frente a las desviaciones que veníamos denunciando, desde el 2009-2010. Alertábamos que esas desviaciones de corrupción, ineficiencia, cooptación, clientelismo político, etc., traerían consecuencias muy graves para el proceso, como de hecho está ocurriendo en la actualidad.

Y ¿Qué opinión tienes de lo que está pasando en el país? ¿Hay diferencias entre el gobierno de Maduro y el de Hugo Chávez?

La crisis que estamos padeciendo hoy, con el gobierno del presidente Maduro, es una profundización y consolidación de esas desviaciones políticas, económicas y sociales, las cuales han generado una desvirtuación profunda de todo el proceso político de cambio que insurgió con el presidente Chávez en el 98’. Desde hace cuatro años hemos denunciado un terrible desfalco a la nación de más de 500.000 millones de dólares fugados del país, que representan 10 años de presupuesto nacional sin importar un solo barril de petróleo. Ante este hecho el gobierno ha tenido una postura sumisa. Esta crisis no tiene ningún tipo de justificación. La corrupción en PDVSA que viene develando el Fiscal general de la República, Tarek William Saab, es a penas la punta del iceberg, comparado al robo que ha sufrido la república y del cual son parte aquellos sectores políticos enquistados en la estructura del estado.

Todo eso se ha traducido en un incremento de la pobreza y la desigualdad social, a nivel nacional y con una fuerte expresión en nuestro estado. La conquista con el proceso del “salario más alto de Latinoamérica” ha quedado prácticamente en el olvido. Hoy el sueldo está tan deteriorado que estamos niveles tan bajos como los de Haití. La situación es tan grave que con los últimos anuncios de incremento salarial y de normalización del precio de la carne el ingreso mínimo de los venezolanos ya equivale a menos de 13 kilos de carne mensuales. Esto sin contar necesidades de medicinas, vestimenta y transporte.

A la par, vemos como el gobierno nacional se ha convertido en un fiel pagador de una deuda externa que el pueblo venezolano no generó. El propio ejecutivo ha afirmado que en 3 años se han pagado más de 70.000 millones de dólares en deuda externa, implicando una reducción criminal del 70% de las importaciones en los últimos 4 años. Al ser tan dependientes del petróleo, esta política ha deparado en una fuerte escasez de alimentos y medicinas que necesitan todas las familias de nuestro pueblo. Sumado a esto, el gobierno ha optado por la aplicación de una serie de planes neoliberales y extractivistas que representan una entrega de la soberanía nacional y un empeoramiento de la situación.

¿A qué planes te refieres? ¿Por qué afirmas que son neoliberales?

Existen varios. Uno de los más emblemáticos para nuestra región de Guayana es el proyecto Arco Minero del Orinoco (A.M.O). Actualmente, la minería a pequeña y mediana escala está trayendo como consecuencia un alto grado de deforestación y devastación de los principales bosques y selvas de nuestro territorio. Está afectando uno de las regiones con mayor biodiversidad en el mundo, exponiendo a un alto riesgo nuestra hermosa Gran Sabana y el Parque Canaima. Se están contaminando los principales ríos del Estado Bolívar: La paragua, Yuruari, Aro, Caroní, Caura, Orinoco. Sumado a esto, se está dando una expansión alarmante de epidemias nacionales de paludismo y difteria, consecuencia directa de la actividad minera.

Y ante este escenario caótico y preocupante el gobierno decide emplear un proyecto mega-minero y llamar a 150 empresas transnacionales para que exploten nuestros recursos, desbasten nuestro territorio y contaminen nuestros ríos en una mayor magnitud. Pues no estoy de acuerdo. Estos planes extractivistas y mega-mineros se enmarcan en una entrega de la soberanía y de recursos minerales para continuar pagando la deuda externa. Es más, es un hecho concreto, luego de 20 meses de aprobado el decreto del A.M.O la situación en el Estado Bolívar está cada vez peor.

Yo no estoy en contra de la minería, pero la realidad es que dicho proyecto sigue marginalizando y pauperizando las condiciones del pequeño minero y las poblaciones de los pueblos del sur, y generando unas consecuencias atroces para las actuales y próximas generaciones. Necesitamos una gestión pública que organice e incluya al pequeño minero y le ofrezca soluciones reales y concretas en sus comunidades, y alternativas productivas y rentables a la minería. Una gestión que determine las áreas de explotación minera y las áreas protegidas. Una política de gestión ambiental que proteja nuestros ríos y sus principales afluentes.

El país atraviesa una crisis muy fuerte de hambre producto de la escasez de alimentos, y por como se está ejecutando, el proyecto A.M.O está desplazando y deteriorando toda la actividad agrícola, ganadera y pecuaria del Estado Bolívar. Estas son actividades fundamentales para hacer frente a los altos índices de desnutrición, y desde las instituciones regionales no existe ningún tipo de incentivo real.

¿Y esto como afecta a la población del Municipio Caroní? ¿Qué relación tiene lo que has mencionado hasta ahora con los habitantes de este sector?

Bueno en principio la escasez de alimentos y medicinas, las epidemias nacionales y la contaminación del Agua la padecemos directamente los habitantes de Caroní. Desde la alcaldía se podría alzar una voz crítica que exija la respuesta de las instituciones nacionales y regionales competentes. En segundo plano, en nuestro municipio y el resto del país, hay un deterioro acentuado de los servicios públicos. A partir de una pésima gestión vemos como existen problemas graves en la recolección de desechos sólidos, servicio de aguas servidas y desbordamiento de cloacas, distribución de alimentos, electricidad, seguridad y comunicaciones. A todas las comunidades, tanto de clase media como a las más pobres, nos está llegando el agua marrón. Sucia. No se encuentran vacunas para combatir las epidemias que ya he mencionado. Los hospitales están completamente colapsados y les faltan insumos.

Todas las comunidades están exentas de la gestión pública. No se les permite participar. Desde las instituciones hay una política fundamentalmente excluyente e ineficiente sostenida por cúpulas que están enquistadas en el estado.

Uds. Afirman ser una opción del chavismo, de izquierda y verdaderamente revolucionaria, lo mismo afirman los voceros y candidatos del partido de gobierno. ¿Son lo mismo? ¿Cuáles son las diferencias?

El PSUV es un partido secuestrado por cúpulas, que no fomentan la participación del pueblo, que tienen una gran responsabilidad en lo que está pasando, y lamentablemente las dirigencias de los partidos del Gran Polo Patriótico son funcionales a esta dinámica, no la combaten. El PSUV se apoya en un discurso de proyecto de transformación social y comunitario, pero en realidad ha terminado siendo un aparato que atropella a los líderes de base, que impone candidatos sin ningún trabajo y que excluye de la contraloría social y la gestión pública a todos los sectores que le dieron vida al proceso bolivariano durante casi dos décadas. Se aprovechan del sentimiento popular para mantenerse en el poder y solo recurren a la gente cuando llegan las elecciones.

A pesar de todas esas prácticas excluyentes, sectarias y elitistas, y aun cuando tengamos un sistema electoral con características fraudulentas, expresadas en la elección para la ANC y de gobernadores, nosotros vemos el electoral como un espacio de lucha importante. Así, como es importante la lucha contra los planes extractivistas y por servicios públicos de calidad, las elecciones son un escenario más para la defensa de nuestros derechos y la construcción una nueva herramienta que le haga frente a la situación.

¿Por qué afirmas que el sistema electoral presenta esas características?

El CNE no ha permitido la inscripción de nuevos partidos políticos y tarjetas electorales como Marea Socialista, ha suspendido elecciones de organismos sectoriales (consejos comunales, sindicatos, federaciones, etc), ha habido exclusión arbitraria de candidaturas como es el caso de la Negra Antonia, ha habido impedimentos para legalización de testigos, ha habido cambios de centros electorales a menos de 72 horas para la realización de los comicios, se ha permitido publicidad de candidatos oficialistas hasta el propio día de las elecciones, se ha negado la renuncia de candidatos que han optado por apoyar otras candidaturas violando así el art. 62 de la Ley Orgánica de Procesos Electorales, no se ha permitido el proceso de sustitución de candidaturas en los términos que establece la ley. Esto solo por nombrar algunas de las irregularidades administrativas que demuestran que el actual sistema electoral es fraudulento y le da amplias y claras ventajas a las maquinarias electorales que poseen grandes cantidades de recursos.

A esto podemos agregar toda una dinámica de amedrentamiento contra sectores del pueblo y candidaturas alternativas. Esto se evidencia con la apertura de procesos penales en plena ejecución del cronograma electoral como es el caso del Rojo Acuña, toldos de verificación del carnet de la patria al lado de los centros electorales y amenazas contra trabajadores de la administración pública que decidan no participar en las elecciones.

¿Y entonces por qué participan? ¿Qué sentido tiene?

En todas las luchas sociales hay grandes dificultades. Las elecciones tienen las suyas. A diferencia del PSUV, nosotros nos guiamos por lo que está establecido en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y el voto es un derecho que está contemplado en la carta magna. No podemos abandonar nuestro derecho al voto, debemos defenderlo a toda costa. Debemos hacer respetar y defender hasta el final el derecho al voto de los ciudadanos, independientemente de su tendencia política. Debemos incentivar a que la gente participe. Esto ayuda a combatir los rasgos claramente autoritarios que viene expresando el gobierno nacional.

El tema de fondo es que existe la necesidad de la construcción de una nueva referencia política, una alternativa popular que le haga frente a esta situación. Una alternativa de izquierda, revolucionaria, soberana y democrática que reconstruya el tejido social que se ha perdido por polarización política instalada por el PSUV y por los partidos de la oposición de derecha que pertenecían a la extinta y derrotada MUD. Esa alternativa se construye en todos los escenarios. A medida que el pueblo participe con fuerza, las cúpulas se debilitan. No nos podemos rendir. Hay que reimpulsar la esperanza para reconstruir el país y plantear un nuevo proyecto nacional. Nosotros creemos que es posible y continuaremos en esta lucha.

Para finalizar: Hablas de rescatar la esperanza, en ese marco y a grandes rasgos ¿Cuáles son tus propuestas de gobierno para la alcaldía de Caroní?

Lo central es darle un golpe contundente a la corrupción y a la ineficiencia, acompañado del pueblo. Ya los ciudadanos estamos cansados de falsas promesas y de tanta demagogia de los politiqueros sobre los problemas estructurales que nos afectan desde hace décadas. Entre 2015 y 2016, la malaria en el Estado Bolívar aumentó en 70.000 casos, la mortalidad infantil aumentó en casi 13% con un total de 802 casos para este último año, y la mortalidad materna aumentó en un 61%. Esto según cifras del propio ministerio de salud. Hasta principios de septiembre de 2017 murieron de hambre 41 niños en el hospital de Guaiparo, en San Félix. Esta es una situación dolorosa e indignante, y las autoridades regionales y municipales optan por un silencio criminal. Esto no es posible. Ya basta de tanta desidia.

En ese sentido planteamos dos ejes fundamentales. Un primer eje relacionado a una auditoría pública y ciudadana de los recursos y partidas presupuestarias de la Alcaldía. Analizar en que se vienen invirtiendo y si han sido desviados. Debemos direccionar todos los recursos en las necesidades prioritarias de nuestras comunidades. Los recursos y la administración de los mismos deben de ser de conocimiento pleno de toda la ciudadanía. Cuentas claras.

Un segundo eje tiene que ver con la participación del pueblo como actor fundamental en la gestión pública. Que la ciudadanía participe mediante cabildos abiertos, referéndums y asambleas ciudadanas, organismos establecidos en la CRBV. Que participen para hacer diagnósticos de las necesidades más urgentes en tema de alimentación, salud, transporte, ambiente y seguridad. Que a través de esos mecanismos establezcamos a donde se destinarán los recursos. Yo no estoy inventando nada, solo optaría por cumplir la CRBV en todo su contenido y esencia. Ya está comprobado que los gobiernos de elites no solucionan los problemas. Les hago un llamado a las comunidades, trabajadores, estudiantes, amas de casa, profesionales y técnicos a diseñar planes de gobierno con objetivos realizables. Yo en definitiva prefiero errar con el pueblo que acertar sin él.


 



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