Una agenda política para el debate en el Zulia



UNA AGENDA POLÍTICA PARA EL DEBATE EN EL ZULIA

Las elecciones de septiembre próximo, han generado una nueva enfermedad: “la candidaturitis”. Se caracteriza esta afección psicosomática, por la creencia de quién sufre esa penosa enfermedad, que tiene todas las soluciones a los problemas y que nadie antes que él, lo ha logrado ver. Es lo que denominamos el “complejo año 0”, es decir, antes que “yo creador” no existe nada. Todo ello lo digo, por un conjunto de entrevistas que ha venido publicando un conocido diario regional, con puros candidatos de la oposición. Lo interesante del caso, es que vemos en los entrevistados la misma futilidad y argumentación conexa: autonomía, necesidad de una nueva Asamblea, lucha por el Zulia. En esas argumentaciones (¿?) nos encontramos una escasa preocupación –o elaboración conceptual- sobre la realidad.

Lo que prevalece son elementos que constituyen una Doctrina: 1) el culpable de todo es Chávez, 2) la solución es salir de Chávez y 3) nunca antes en la historia de Venezuela se había presentado algo así. Todas esas argumentaciones (¿?) carecen de sustentabilidad, por el hecho que no hay total responsabilidad de lo que sucede en la figura presidencial, por la otra sí bien hay un proyecto de país dibujado, el problema no es que exista ese proyecto; el inconveniente es que quienes se oponen a él – con razón o sin ella, eso no se está discutiendo- no proponen alternativas, por el contrario personalizan la situación del país en la figura presidencial y con ello, se hacen esclavos de lo que dice y deja de decir Hugo Chávez.

Por eso proponemos una AGENDA PARA EL DEBATE, que consiste en un conjunto de temas para la reflexión. El 1er tema, es en torno a la Zulianidad. ¿Cómo entienden la zulianidad?¿Es históricamente correcto hablar de zulianidad? ¿Qué características o valores le asignan a esa idea-concepto en el contexto del siglo XXI? Este aspecto es vital, pues soy de los que ha sostenido la banalización de la zulianidad como doctrina. Hay una apropiación falsa de la representación del Zulia, y digo falsa pues toda identidad se construye sobre la idea de espacio; y ello se traduce en un conocimiento y defensa del espacio que sirve de base para la identidad. En el caso del discurso de Rosales y ahora del Gobernador pablo Pérez, nos vemos con una fatuidad en el uso de la regionalidad; con el objeto de presentarse como defensores de la misma; defensa carente de contenido antropológico y psicosocial; pero basado en representaciones muy generales al respecto.

El 2do tema, es en torno a la formulación de un proyecto alternativo. ¿Qué elementos jurídicos y políticos acompañarían ese proyecto? ¿Cómo entienden al país y la región en los próximos 25 años? ¿Qué acciones deben ser ejecutadas prioritariamente para subsanar los graves problemas que nos aquejan? De lo que hablamos es propuestas concretas y no discursos carente de sentido. Muchas veces me asombra la futilidad y ligereza de quienes opinan sobre política.

El 3er tema, es el Lago de Maracaibo. Sí todos se dicen regionalistas, defensores a ultranza de la zulianidad, ¿Por qué nadie nombra o sugiere una agenda de recuperación del espejo de agua que es la base del surgimiento identitario? ¿Por qué aquellos que apenas lo nombran sólo dicen hay que recuperarlo y no sugieren acciones concretas? El lago, no sólo le otorga su identidad a los zulianos, también definió la identidad de nuestro país Venezuela. No hay posibilidad de ser “regionalista” sin pensar, seriamente el asunto de la contaminación del Lago. De otra manera, es simple charlatanería, puro lugar común sin sentido.

El 4to tema, que proponemos, es en torno a la idea de democracia y libertad. ¿Por qué sí se defiende la democracia y la participación, se niega la consulta directa? ¿Por qué cuando se hace la elección directa, se elaboran listas que representan factores de poder? ¿Acaso no se confía en los poderes creadores del pueblo, como decía Aquiles Nazoa? Este punto es de igual peso para el PSUV como para la Mesa de la Unidad. Para unos, la realización de consultas directas es muy costosa y ello justica no hacerlo. ¿No tendrá que ver con el hecho que para hacerlo deben tener un padrón organizado, para evitar acciones desleales? ¿No será que desconfían de la pulcritud de uno y otro? En el caso del PSUV, que se asume como unidad, cabe preguntarse: ¿se han superado los faccionalismo y amiguismos, que tanto se criticaron? ¿Hay verdadera calidad revolucionaria desde el punto de vista teórico, más allá de la adhesión y repetición automática del discurso del presidente?

Por último, dado que el concepto de Socialismo causa adhesiones y antagonismo, ¿cómo entienden el socialismo del siglo XXI? ¿Es el socialismo del siglo XXI una vía al comunismo? ¿Es el socialismo del siglo XXI una analogía del socialismo real? Este debate es importante, pues observo – como estudioso de las ideas políticas- una enorme confusión entre los proponentes y los antagonistas. Ninguno – o muy pocos- están claros, pero ambos utilizan ese discurso como agregador de voluntades. La propuesta está ahí, ¿se atreverán? Ya veremos¡¡

(*) Dr.

Historiador

Juane1208@gmail.com

25/03/2010


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Juan Eduardo Romero

Dr. Mgs. DEA. Historiador e Investigador. Universidad del Zulia

 juane1208@gmail.com

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