La campaña por Maracaibo

      La elección del Alcalde de Maracaibo que haremos el próximo 5 de diciembre los maracaiberos implica diversos elementos, en un contexto socio-político muy significativo. En 1er lugar, s un termómetro de lo que puede ser el comportamiento electoral para el 2012, cuando se elegirá entre la continuidad o no del presidente Chávez en el ejercicio del poder ejecutivo. Ello es así, pues el Municipio Maracaibo  representa con sus más de 884.000 electores casi el 50% de los más de 2 millones que conforman el registro electoral del Zulia, constituyéndonos en el 1er Estado en votantes registrados del país.

      Con ello el Zulia y particularmente Maracaibo, se transforma en un elemento estratégico en el trazado de la geografía electoral en Venezuela. Ahora bien, dentro de este enfoque que geografía electoral, el proceso del pasado 26 de septiembre introdujo variantes importantes en el tradicional comportamiento político de la ciudad. Históricamente las denominadas parroquias del Maracaibo Oeste, sector compuesto por Venancio Pulgar, San Isidro, Idelfonso Vásquez, Antonio Borjas Romero, Francisco Eugenio Bustamante, Raúl Leoni, Carraciolo Parra Pérez y Luís Hurtado Higuera habían sido controladas –electoralmente hablando- por las fuerzas políticas ligadas al antiguo Movimiento Quinta República (MVR) y el actual Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Ello basado en el hecho que las mencionadas parroquias tienen un componente social caracterizado por las carencias y necesidades de los estratos D y E que mayoritariamente los conforman. De entre esas parroquias destacan Venancio Pulgar, Francisco Eugenio Bustamante, Idelfonso Vásquez y Antonio Borjas como las de mayor población y densidad demográfica, al mismo tiempo que son las que mayor porcentaje de hogares en situación de pobreza y pobreza extrema presentan. Son esas características las que habían hecho que las fuerzas políticas ligadas a la opción Chávez contarán con un apoyo importante en esos espacios desde el inicio de la gestión del presidente en 1998.

      El 26 de septiembre, esa circunstancia cambió. El esfuerzo que la organización política Un Nuevo Tiempo (UNT) venía generando a través de las denominadas Secretarias de Gobierno, organizaciones paralelas de ejercicio de poder político que fueron implementadas con el objeto de propiciar una mayor presencia de las organizaciones y líderes ligados a este partido, derivado de Acción Democrática (AD), tuvo sus resultados. Los candidatos de UNT: Williams Barrientos y Elías Mata, que no tenían un trabajo o una presencia constante en esos espacios electorales lograron imponerse a los candidatos del PSUV, Jenny Cedeño y Mario Isea. Esa imposición significa dos lecciones que el PSUV y su dirección política parece no haber aprendido. La 1era es que se manifiesta un voto castigo producto de la escasa eficacia en la atención de esas comunidades. Organizaciones como PDVSA o algunos de los más de 70 organismos nacionales que tienen presencia en la región, no han sido eficaces en resolver los problemas de las comunidades de esas parroquias. La 2da lección, es que el voluntarismo político sin formación ideológica es proclive a dejarse comprar por quién ofrezca más dádivas económicas. Fuimos testigos de la “compra” de conciencia de líderes comunitarios quienes pasaron de ser furibundos seguidores de Chávez a transformarse en enérgicos y entusiastas miembros de UNT. La organización que lidera el actual mandatario regional Pablo Pérez, detrás de cuya figura se encuentra el peso del liderazgo ejercido por el exalcalde de Maracaibo y exgobernador, Manuel Rosales tiene una ventaja en esta confrontación, mostrada por los resultados del 26 de septiembre.

      El dominio que ha alcanzado en parroquias como Raúl Leoni, Carraciolo Parra Pérez, Juana de Avila, Coquivacoa, Chiquinquirá, Cacique Mara, Bolívar, Olegario Villalobos,  Santa Lucía, Cecilio Acosta en donde la relación oposición/chavismo es casi 70% a 30% es un peso propio con el cual debe lidiar las fuerzas del PSUV. En una campaña corta, la estrategia debería estar centrada en el impulso de las organizaciones populares que vienen sintiendo los efectos de las carencias en la gestión de temas puntuales como aseo urbano, transporte, vialidad e inseguridad. Por su parte, la estrategia de UNT parece estar centrada en proyectar culpas hacia la gestión del exalcalde Gian Carlo DiMartino, como sí este fuera  culpable de los dos (2) últimos años de gestión municipal, buscando con ello ocultar la pésima gestión política efectuada por el actual alcalde en ejercicio Daniel Ponne, miembro importante de UNT. Creo que el tema esencial, es que la actual gestión municipal ha recibido en estos dos (2) años un total   481.584.697,37 millones de BsF, por concepto de situado, FIDES y LAEES y sólo este año 2010 ha recibido un adicional de 35.176.947,37 BsF más de los estimados 211 millones inicialmente presupuestados. Por lo tanto, la carencia en la calidad de servicios públicos se encuentra asociada a problemas de ejecución pública más que a presupuesto, no obstante este ha sido el discurso del actual Alcalde, que sólo es una excusa para ocultar su especial incapacidad.


La Universidad del Zulia

Historiador

Juane1208@gmail.com


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Juan Eduardo Romero*

Dr. Mgs. DEA. Historiador e Investigador. Universidad del Zulia

 juane1208@gmail.com

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