El trabajo comunitario que realizan actualmente Los Consejos Comunales, se ve desamparado por las instituciones del Estado,
Bien parece que existe una lucha abierta por competencia de ejercicio de Poder Institucional, entre lo establecido y lo que está naciendo; y/ó simplemente por la apatía de una burocracia parasitaria, que aun cuando vive de los beneficios directos que les da un gobierno que estimula cambios; manipula al extremo de paralizar la acción de un poder popular emergente como lo es: Los Consejos Comunales.
Evidencias de esta situación, es hartamente conocida en diferentes comunidades a lo largo y ancho del país. La finalidad de esta acción, no es otra que generar desgano, rechazo y finalmente rebeldía, a los cambios sociales que requiere Venezuela.
Pero, preguntémonos algo: ¿Es inocente esta acción?
Pues créanme que NO.
Detrás de esta aparente inacción institucional, está un proyecto bien programado y dirigido por intereses particulares de individuos, que ni siquiera llegan a conformar una clase social; sino Gánsters que velan por sus propiedades o las de sus Capos. Gánsters, estos, muy bien apuntalados desde, dentro de Instituciones: publicas, privadas y hasta religiosas.
Si usted se considera parte de su comunidad y convive como tal, entonces puede comprobarlo en su día a día. ¿Cómo?
Mire, palpe y observe como funcionan sus servicios. Contraste como es el comportamiento del funcionario responsable del funcionamiento. ¿Qué hace ó qué ha dejado de hacer? ¿Que posición asume, públicamente, ante la falla del servicio? ¿A quien le echa la culpa? Seguramente…. al Consejo Comunal; lo más triste es, que el pueblo muchas veces “se come el cuento” y pierde la Fe en su organización comunitaria.
El pueblo debe entender, que el Consejo Comunal, es la institución de poder popular más cercana a él. Es una célula de la colectividad, y para formar el “Músculo del Poder Popular” debe ser cuidada y mantenida sana. Hacerla suya. Darle el apoyo requerido para que crezca y alcance el tamaño Institucional Comunitario; entonces con toda seguridad, impulsará el mejoramiento de la vida, de todos los habitantes de la comunidad.
Para finalizar, quiero poner como ejemplo del desamparo comunitario, la lucha sostenida por el Consejo Comunal de Los Higuerones y San Onofre, más abajo de Ejido. Esta organización, logró, cerrar un centro de contaminación que funcionaba con careta de “Empresa”. De eso, ya se cumple un año; sin embargo, Imparques, institución a la cual corresponde dar el documento definitivo que certifique legal y públicamente el cierre, del citado centro contaminante, NO LO HA HECHO.
Es una prueba evidente de la falta de apoyo institucional, al Consejo Comunal.
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