La crisis ambiental y la voracidad del capital

La voracidad de las trasnacionales por explotar los recursos de la tierra no tiene medida y lo peor es que cuentan con la aprobación de los gobiernos sin detenerse a pensar el daño que le causan a sus propias naciones.

Las nuevas tecnologías que se han desarrollado y sobre todo en ese teatro de las comunicaciones, han logrado que no exista lugar en la tierra que no haya sido explorado en la búsqueda de energía. Energía que requieren los países desarrollados para seguir edificando sus imperios a través del gran capital.

Donde hay petróleo, gas, carbón y todo lo que concierne a la minería, además de la biodiversidad -independientemente donde se encuentre- hay que tomarlo a cualquier costo y es el gran capital el que coloca las condiciones, porque para tales fines su concepción militarista para la dominación y opresión y bajo el llamado criterio del "desarrollo, civilización y progreso" lo toman, bajo la mirada complaciente –claro está- de los gobiernos de las naciones que lo poseen.

Tal situación, ha creado un sin número de problemas en el orden ambiental que nos está conduciendo a la crisis más profunda que históricamente hemos conocido, pues la posibilidad de la muerte global ya no es una ficción, si seguimos como vamos la humanidad podría desaparecer y la madre tierra - como la llaman nuestros originarios- quedaría hecha un desierto ya que los procesos industriales que desarrollan los llamados países del primer mundo, no controlan ni les importa los niveles contaminantes que provocan, perjudicando de esta manera gravemente la biosfera terrestre y envenenando cada vez más de manera acelerada el medio ambiente y la vida en general, lo que significa que vamos directamente al suicidio. Lovelock (2007) con respecto al tema y para referenciar lo que estoy señalando, nos indica lo siguiente: "Un cambio climático irreversible puede estar tan próximo que no es prudente confiar en que los acuerdos internacionales salven a nuestra civilización del calentamiento global. (…) Los lugares más vulnerables son las ciudades situadas al nivel del mar, entre ellas Londres y Liverpool. Ante todo, hay que protegerlas contra las primeras fases de la guerra climática y luego estar preparados para una retirada ordenada conforme progresen las inundaciones. Una vez que la tierra empiece a avanzar rápidamente hacia su nuevo estado más caliente el clima desbaratará el mundo político y empresarial". (LOVELOCK, James. "La Venganza de la Tierra". Editorial Arte. Venezuela. Pág. 33-34).

Ignorar estas realidades o querer hacerlos aparecer como una película de ciencia-ficción, es andar fuera del contexto de una situación que ya comienza a manifestarse y comienza a crear en algunos sectores preocupación al entender, que la voracidad de las trasnacionales por explotar los recursos de la tierra no tiene medida y lo peor es que cuentan con la aprobación de los gobiernos sin detenerse a pensar el daño que le causan a sus propias naciones.

Un ejemplo de esta situación es Venezuela, donde la voracidad de los grandes conglomerados saquea el Arco Minero, bajo el visto bueno del gobierno del llamado Socialismo del Siglo XXI. Y a propósito del Arco Minero, el gobierno del socialismo del siglo XXI, ha firmado a la fecha, cuatro acuerdos, con empresas trasnacionales chinas, canadienses, congolesas e inglesas, en trámite esperan empresas norteamericanas y rusas –entre otras- con contratos leoninos a favor de las mismas, donde hasta el momento han sido beneficiadas compañías como la Yakuan Group de China, la Camc Engineering Co.Ltd (China), Afridiam de la República del Congo y la canadiense Gold Reserve. Esta última, demando a Venezuela donde la Corte de Apelaciones de Paris fallo a favor de dicha empresa y le ordeno a Venezuela pagarle 730 millones de dólares por la expropiación de sus activos en la región de Guayana.

EL MUNDO NEOLIBERAL TRAZA EL CAMINO

Definitivamente, los modelos civilizatorios que en la actualidad conocemos llámese capitalismo o socialismo, andan cabalgando en el paradigma del mundo neoliberal globalizado y en una eterna competencia, donde los países industrializados intentan controlar el poder y los recursos de la tierra, sobre esto basta ver las ambiciones expansionistas de chinos, rusos, norteamericanos, ingleses, franceses –entre otros- donde se valen incluso de la guerra con tal de obtenerlos.

Las "columnas que sostienen la seguridad mundial", nunca habían estado tan amenazadas como ahora, estamos en presencia de una línea llamada "desarrollo" dispuesta arrasar con todo, sin mirar el daño que causan a la humanidad y al planeta, donde los grandes conglomerados valiéndose del poder real que poseen toman posicionamiento de territorios, para explotarlos dejando a su paso grandes desiertos, además del hambre y la miseria que le dejan a los pueblos.

El mundo occidental parece estar orientado hacia un constante aumento de la incertidumbre, donde no deja de estar presente la crisis económica, política, social y ahora ambiental, producto de estas situaciones ambiciosas del gran capital, que incluso trae consecuencias de orden psíquico a la población.

Nuestros modelos civilizatorios han querido ignorar -con o sin intención- el funcionamiento de la ecosfera entendida ésta como el ecosistema global del planeta tierra, que se encuentra conformado por todos aquellos organismos presentes en la biosfera y las relaciones que se establecen entre estos con el ambiente, de la cual la humanidad y todas sus funciones, actividades y quehaceres son inherentes.

Esa orientación de "progreso y desarrollo" que la civilización occidental promueve a través del gran capital ha generado la crisis que vive el planeta hoy día y lo peor de todo esto, es que la situación se puede agravar si seguimos el camino equivocado, donde la desinformación de los grandes contingentes humanos es otra variable a tomar en cuenta, situación que aprovechan los controladores del poder, en el marco de una sociedad panóptica alienada. Ese poder no le permite a la mayoría de los pueblos percatarse de los niveles de peligrosidad a la que está siendo sometida en esa política del extractivismo, ejecutada por los grupos que dominan el mundo, en su desenfreno de consumo acelerado del capital.

DESALOJOS

"Esta civilización occidental captura a todo el territorio Europeo y luego lentamente va conquistando otros territorios del planeta, con invasiones colonialistas, dando nacimiento en el plano teórico a un conjunto de leyes de contenido absolutista, verticales, omnímodas que dieron ayer y siguen dando hoy absoluta justificación a los grandes genocidios, ecocidios, violación de la soberanía de los pueblos, los cuales quedan refrendados por los organismos internacionales y regionales de ayer y de hoy como Las Naciones Unidas, UNASUR, La OEA, la OTAN, el Pacto de Varsovia, etc." (Douglas Bravo. "INDIANIDAD Y NUEVA CIVILIZACION". Ponencia presentada en el SEMINARIO INTERNACIONAL "POR UNA INTEGRACION LATINOAMERICANA DESDE ABAJO". 13 AL 16 DE JULIO DEL 2011).

Pero a pesar de todas estas advertencias acerca de la crisis ambiental, la gran preocupación que debe embargar a la humanidad, es que todo esto hasta el momento no hay quien lo detenga y menos que entre en retroceso pues la lógica del capital está en lograr la mayor riqueza posible, en el menor tiempo posible. De allí que la globalización, como paradigma del gran capital, tiene como objetivo, propósito y fin la reactivación y la reestructuración de la economía en el mundo. Es una doctrina orientada y dirigida tanto al sector industrial como financiero cuyo centro de explotación se encuentra en los recursos naturales de la tierra. En cuanto a esto es muy importante indicar lo siguiente: "En primer lugar, debemos saber que actualmente hay disponibles unos 632 trillones de dólares en valores circulantes que no producen nada. 63 trillones se basan en bienes reales. Hay mucho dinero volando necesitando territorializarse en inversiones, grandes eventos, mega-obras. Fondos de pensiones están envueltos en estas estrategias de inversiones de dinero acumulado (17 trillones de dólares. Sólo por comparar: el PIB de USA es de 15).

En segundo lugar, debemos igualmente entender los Ciclos de acumulación que tienen momentos de alta y momentos de baja. Estamos al final de un ciclo de alta e inicio de un ciclo de baja en donde el horizonte es de mayor violencia para asegurar la continuidad de la acumulación. Por tanto, se trata de un periodo de reconfiguración geográfica del capitalismo, el centro del capitalismo se desplaza del Atlántico norte al Asia, especialmente China. Resultado de una alianza perversa establecida en los años 70 entre Wall Street y el Partido Comunista Chino.

La izquierda piensa que aliándose con China se configura una alianza antiimperialista. Brasil es clave en esta articulación. Hay una integración en nuestro continente – la IIRSA - que es funcional a la continuación imperialista. Para nosotros no es lo mismo el antiimperialismo que el anti-americanismo, y no olvidamos que EEUU sea el centro del imperialismo. Para nosotros una aproximación con China debe tomar por base la Revolución Campesina de 1949 y no la alianza de los gestores del PC chino con los magnates del Wall Street.

Entre la voluntad de explotar la naturaleza que todos los gobiernos hoy hacen para exportar commoditties (en economía es cualquier producto destinado a uso comercial) hay gente que está siendo desterritorializada con una violencia extrema en Conga/Cajamarca, Sierra de Perijá, TIPNIS, Belo Monte, Famatima y tantos otros lugares.

La Invasión del capital que avanza a pasos agigantados vía desposesión, privatización, vía estatización o nacionalización auspiciada por un proceso de integración para la exclusión y la desintegración de los pueblos debe ser urgentemente enfrentada desde una unión, articulación y alianza de los pueblos y movimientos sociales en toda AbyaYala". (IIIer. SEMINARIO INTERNACIONAL DE INTEGRACION DESDE ABAJO. MANIFIESTO).



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Enrique Contreras Ramirez

Militante de Ruptura

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