Y el que no quiera comer reviéntese en huelga

Vivir perennemente de huelga de hambre

Desde que ando por estos mundos de dios: revivo de huelga en huelga lleno de hambre y, como mi profesión me invalidó para no trabajar nunca como buen vivo: apelé al recurso de pedir para mantener mis necesidades que no son muchas como buen pobre que he sido y nací signado sin aspiraciones para no perjudicar a otros, lo que agradezco de todo corazón a mis genes ocultos que, nunca han tenido pretensiones de llegar más allá de la meta que me impuse de vivir del favor ajeno desde que convulsione en mi afán de compartir el pan de otros y, siempre que pueda estirar mis manos hacia los demás lo hago para recibir lo que a bien les plazca tirarme para resarcir mi mala formación educativa que no hubo escuela que me enderezara en eso de sáciese hoy que mañana es otro día y, con la barriga llena corazón contento y, ha sido tanta la paridera de hambre que he compartido que he crecido sanamente como un cadáver sin rumbo, pero contento porque todavía respiro sin ideales fijos que masturben miserablemente a los demás.

Como las huelgas de hambre políticas se han puesto de moda obligadas por las circunstancias en este país y, generalmente hay que hacerlas frente a Instituciones Internacionales, a mí en lo particular me refrescan el alma y me dan más ímpetu para seguir mi ruta con mi cruz hambruna nada pesada pero carga al fin y, como para lo ridículo descontento: soy un imán agarra todo desde que Antonio Ledezma se plantó en una frente a la representación de la OEA en Caracas y salió de ella mas gordo, rosadito, quizás más dinámico y bien calmado para llevar adelante sus futuras actuaciones de alcalde metropolitano disminuido de funciones y mejor disposición para dirigir la oposición, dejando entre sus deberes de atención sin firmar ni cancelar por allí una factura de lo que se comió de noche junto con sus compañeros para mantener su huelga intacta, me ha dado motivo para seguir con mi arraigo huelgaria de largo plazo agarrando aunque sea fallo.

Y, en ese menester frente a la sede representativa de la ONU está un grupo de estudiantes realengos, buscando su postgrado sin graduarse aún, jugando con su huelga de hambre sin pena ni gloria en un recurso que por mandato expreso de los ricos es de nosotros los pobres en misericordia que nos cuesta toda una vida de mal vivir y, sin embargo estos copiones siguen el camino más fácil para dar lástima en su inicio político oposicionista para ganar espacios sin ideas con un fin bastante contradictorio, pero qué se puede esperar de jóvenes sin asesoría ni orientación de objetivos sublimes que hagan posible un armonioso desarrollo intelectual, pensando por el bien de la mayoría que enrumben el País de dentro hacia fuera con ejemplarizantes cimientos que fortalezcan el patrimonio del venezolana en la escala social mundial y, no imitando la terquedad de un político opacado como Ledezma que abusa en hacerse mártir de caramelo frío que, ya no encuentra qué hacer con su vida política en Venezuela.

Estudiantes: huelga, huelga de hambre como el pan nuestro de cada día y contad vuestros días del disfrute. ¡Buen provecho!


estebanrr2008@hotmail.com


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Esteban Rojas


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