Cuando los gobiernos de los Estados Unidos, en esta oportunidad Donald Trump, le dice a la oposición ultraderechista y fascista, hasta aquí los trajo el rio, no les voy a dar más recursos deja a entrever que allí había un compromiso de pago, por la contratación de servicios. Pongamos la jugada en sentido contrario, que sea otro país el que contrate, para arremeter contra el gobierno gringo, a los ejecutores, no solo los meten presos, sino hasta cadena perpetúa. Todo esto se ha convertido en una práctica por los gobiernos de turno en los EEUU, para aquellos países que no se acoplen a sus intereses; señalándolos de dictadura, que no se respetan los derechos humanos, libertad para los presos políticos, en fin cualquier cosa que se les ocurra. Pero lo que hay detrás de sus pretensiones políticas son sus intereses, es su hegemonía, su primacía y su afán por aprovecharse de sus recursos pagando precios miserables. Luego los declara como “amenaza inusual”, gobierno hostil, terrorista y paremos de contar. Después vienen las medidas coercitivas y colaterales; que no son otras que las sanciones y bloqueos: como las que han sufrido la hermana república de Cuba por 65 años; ahora la sentimos en carne propia aquí en Venezuela.
Cuando Trump se percata que el dinero dado a la oposición golpista mayamera, estaba cayendo en un barril sin fondo y nada de resultados tangibles. Les habían dado más de 30.000 millones de dólares, que los ultrosos de la ultraderecha fascista, se los habían agarrado convirtiéndolos en un santiamén en excéntricos millonarios. Cuando los gringos se montaron en ese tren de dar dólares con esa largueza, cayeron como unos verdaderos pajuatos, los engañaron. Ellos pensaron que aquel dinero que era dado con tanta dadivosidad, iba dirigido a tumbar a Maduro y acabar con la revolución bolivariana. Cuyo objetivo fundamental era ponerle mano a las inconmensurables riquezas del país que tiene las mayores reservas de petróleo en el mundo; no obstante, no sucedió así, fueron engañados; el gran negocio se les vino abajo.. El gobierno de los EEUU se fueron de bruces al ponerse a negociar con una pléyade embaucadores; que les prometieron de todo, hasta invasiones como las de Gedeón, que se convirtió en una opereta, al no cancelarle los honorarios, a los mercenarios que se habían jugado el pellejo; como sucedió con Jordan Goudreau; que ha salido a la opinión pública a echar el cuento con pelos y señales.
Estos señores no solo les bajaron recursos de la USAID, también las de CITGO y dinero depositados en bancos pertenecientes al Estado venezolano; y dinero de los contribuyentes, que es un recurso sagrado en ese país. Por ahí se oye con insistencia, que más temprano que tarde, estos señores, que la jerga llama como los coyotes. Entre los que se encuentran; Leopoldo López, Juan Guaido, Julio Borges, Freddy Guevara, Miguel Pizarro, David Smolanski, Carlos Veccio, Simonobis, la Tintore, Jon Goicochea y la sayona entre otros. Van a ser investigados y hasta a la cárcel van a parar con sus macundales y todo. Los gringos no olvidan las afrentas tan fácilmente. Ya el FBI y la CIA le están pisando los talones. Como hay una pelea montada dentro de esa oposición apátrida; ya deben estar haciendo cola para seguir los mismos pasos de este grupo ultraderechista. No crean que este grupo se ha acabado, solo se han replegado tácticamente, para reaparecer con nuevos formatos. ¿Quiénes serán los nuevos operadores de Trump?.
Ahora Trump les suspende el financiamiento; a estos conjurados; tenemos que decir que ladrón que roba a ladrón tiene cien años de perdón. Este señor es un mala conducta, soberbio, apabullante, que siempre está en problemas con la ley. Tienes juicios con la justicia que le fueron aplazados ante la ascensión a la primera magistratura de la nación.
