Porque eso es lo que hay, es la mejor respuesta a la pregunta con la que titulamos esta nota.

Me hice la pregunta y llegué a esa respuesta, mientras leía una reseña sobre Yosman Barrillas,  un asesino múltiple (por lo menos ha estado involucrado en tres casos) que por su capacidad para organizar grupos y protestas violentas se ganó una nominación a diputado por parte de la MUD.

Si el asesinato de Eleazar Hernández hubiese sido el primero que protagonizara Barillas, uno podría pensar que el desconocimiento del accionar delictivo de este sujeto, por parte de los peces gordos de la MUD, justifica su nominación, pero Barillas es un delincuente muy conocido en el Zulia por su vinculación a la mafias del denominado ¨medio pasaje estudiantil¨, por estar vinculado a tres asesinatos (Flavia Araujo, Julio Soto y ahora Eleazar Hernández) y por muchos otros delitos cometidos al amparo de las autoridades universitarias de LUZ, como para pensar que en la MUD no sabían de él.

Es una manera de actuar donde los valores, la ética y la política bien concebida no tienen cabida.  Yosman Barillas no es el único caso que pone en evidencia que tipo de gente integra la MUD. José Sánchez, alias  Mazuco (ex jefe de la policía de Maracaibo, jefe de una banda de ladrones de carros y asesino condenado a 19 años) ocupa hoy un curul en el parlamento venezolano en representación de la MUD.

Estos delincuentes no se diferencian de sus jefes, líderes o capos (elija usted como denominarlos)  y allí están Leopoldo López (condenado a 20 años por convocar a hechos violentos que cobraron la vida de 43 personas inocentes y dejaron más de 800 heridos), Capriles Radonski (provocador de 15 muertes y más de 500 heridos con un llamado a sus partidarios a descargar  su arrechera tras una derrota electoral) y Antonio Ledezma viejo represor de la cuarta república que no tuvo piedad con centenares de abuelitos a los que ordenó reprimir con saña ni mucho menos con estudiantes que cayeron abatidos por las balas de su policía, para demostrar que no mentimos ni así.

Ahora, si tomamos en cuenta que el exdiputado por esa banda, perdón quise decir tolda, Juan Carlos Caldera tuvo que renunciar luego de ser filmado en un acto de extorción, no queda duda de que las ¨juntas¨  de la gente de la MUD no hacen sino confirmar lo que acabamos de afirmar.

Yonni Bolívar (el asesino de Adriana Urquiola) por ejemplo, es uno de esos  malandros que actuaron por mucho tiempo a las órdenes de la MUD (bajo la protección de Antonio Ledezma) y que a la hora de apretar el gatillo contra una indefensa mujer no vaciló ni un segundo.

Pero eso no es todo. ¿Recuerdan a aquel terrorista de nombre Lorent Saleh que fue gravado cuando anunciaba que pondrían bombas en discotecas e iniciarían el asesinato de los dirigentes del chavismo que movían las masas? ¿Recuerdan que poco después asesinaron cobardemente a Robert Serra y su compañera? Bueno, ese es otro dirigente de la MUD y amigo de Antonio Ledezma y Álvaro Uribe.

¿Y no son dirigentes medios que servían de enlace entre los delincuentes guarimberos y los dirigentes de la MUD los descuartizadores de Liliana Hergueta? ¿Hasta qué tipo de gente llegan las conexiones de esa mafiosa organización denominada MUD?

Las múltiples fotos de estos asesinos con gente como Ledezma, Borges, Leopoldo López, María Corina, Capriles nos dejan muy en claro que allí no hay valores, ni principios. El poder para esa gente es lo importante, los métodos les resbalan.

Podría, de seguir en esto,  escribir un libro sobre la conducta delictuosa y criminal que impera en la MUD, pero  no es esa la idea. Realmente queríamos invitarlo a reflexionar sobre los diputados y las organizaciones por lo que usted, amigo lector, habrá de votar en las elecciones del 6D o por la clase de diputados que podrían ser elegidos si actuamos con indiferencia y nos negamos a participar.

La MUD es guarimba, es bachaqueo, es crimen, es contrabando, es Dólar Today, es especulación. Su filosofía es promover todo lo que le haga daño al pueblo para que deje de creer en la Revolución del Comandante Chávez. Por ello, paga a algunos delincuentes con nominaciones a diputados. Nada es gratis