Guarimberos a la Asamblea

Embrutecidos en su odio visceral, los guarimberos y guarimberas se ajustaron la capucha y se abrieron paso entre las barricadas para asistir a unas "primarias solitarias" donde sólo se veía el humo de la tristeza y la desolación. En pancartas gigantes y con letras de sangre de las personas asesinadas por la violencia del fascismo guarimbero de la derecha, los violentos exhibían sus formidables y románticas hazañas de esplendida trayectoria, con episodios de tempestad, lluvias de piedra y bombas incendiarias.

Con esa sencillez ostensiva y la elegancia de su accionar violento, se cubrieron el rostro y bajo la sombra del paragua de la paranoia persecutoria, se presentaron como "niños de pecho", queriendo ser candidatos para optar a un puesto en la Asamblea Nacional. La advertencia fue bien clara: o nos dejan ser candidatos o no seguimos colocando barricadas, ni incendiando universidades, ni vehículos oficiales, ni trancando calles y avenidas. De emergencia se reunieron la MUD, la CIA, el Mossad, los paramilitares y narcotraficantes para darle el trato preferencial a muchos de esos guarimberos, que a pesar de los 100 votos que sacó cada uno, son candidatos, deslegitimados y cuestionados hasta los tuétanos, pero son candidatos. Como vemos, esos guarimberos y guarimberas no son de armonías claras, sino soporosos y vacíos, pero que tal vez allá, logren fundar el club de los Guarimberos Activos y Fascistas Obtusos (GAFOS).

Para nadie es un secreto que la gran preocupación de todos estos "sesudos" guarimberos, graduados de manera alegre y celestial, es adueñarse de la Asamblea Nacional para asegurar definitivamente sus intereses de cuervo. Al fin lograron su obra de prodigio fascista, diría mi amiga Horacia Casigua, mejor conocida como doña "Hachece". Poco brillantes como estudiantes, ese generación no atestigua ningún ingenio prodigioso, sino el haber quemado, haber incendiado una universidad aquí, un vehículo por allá, una pedrada a un Guardia Nacional más allá y luego para la asamblea. De verdad, de llegar esa gente a la Asamblea, tal vez, en los primeros amaneceres del 2016 veremos el humo negro saliendo por las cúpulas del Palacio Legislativo, cuando estos "héroes" de la República le prendan fuego en nombre de la Santa Guarimba. Desde su naturaleza malvada ellos aspiran a seguir causando daño, pero no hay que dejarlos llegar, tenemos que parar a estas bestias de la extrema derecha que quieren ver derramada la sangre en las calles de esta patria.

Por acá, por estas tierras andinas surgió la gran legión de guarimberos. Unos por aquí y otros por allá en Mérida, donde hicieron mucho daño y causaron mengua y tristeza en la población. Ahora, esos mismos legionarios son los flamantes candidatos y candidatas de la peor calaña, porque se jactan de su linaje violento y terrorista. Ellos dicen ser rostros diferentes, rostros jóvenes, pero en realidad son el mismo cuerpo de la derecha fascista que palpita con su corazón de odio.

Ahora bien, el que haya actuado con violencia y fuera de la ley debe pagar por sus faltas y por sus pecados. Esas son palabras claras y directas contra aquellos guarimberos que desde la cárcel invitan a la violencia y después envían una carta diciendo que están ungidos por Dios y por la Corte Celestial. La Justicia debe ser firme y el reo cebollesco debe juzgado y condenado. No hay tu tía que valga.



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Eduardo Marapacuto


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