La oposición, preparada para la pelea, apenas el presidente Chávez en su programa Aló, Presidente se paseó por la posibilidad de hacer referéndum para facilitar su reelección en el 2013, comenzó el bombardeo por los medios de comunicación social.
Un ataque, que déjenme decirles, se les convierte en un boomerang, al ser excesivamente evidente la manipulación que pretenden hacer para seguir con su banal intento de convencer a los venezolanos y al mundo entero, de que el Presidente es un perfecto tirano y que vivimos una de las más terribles dictaduras.
Creen que la mayoría de los habitantes de este país estamos ciegos, sordos y no nos damos cuenta de los ataques arteros que ejecuta la oposición y el gobierno de Washington, para derrocar a Chávez.
El Mandatario dejó muy claro que convocaría a un referéndum sólo si le hacían una americanada, y no se lanza candidato para las elecciones presidenciales de diciembre, con el fin de deslegitimar su Gobierno; de derrocarlo indirectamente, o de que Estados Unidos buscara condenarlo internacionalmente.
Intenciones que están más que evidentes en las declaraciones, no tanto de los opositores locales, sino de los flamantes diplomáticos estadounidenses, que se la pasan acariciando el oído de presidentes amigos, para que aíslen mundialmente al líder de la revolución venezolana.
Constantemente han pretendido cercarlo, que se haga un frente en su contra, como soltó abiertamente la secretaria de estado norteamericano, Condoleezza Rice.
De manera que, estamos en presencia de una oposición que dispara con proyectiles de alto calibre, pero patalea cuando Chávez responde con plomo grueso. Eso es un actitud cobarde, porque el que “juegue” rudo, debe atenerse a la consecuencias.
En internet, principalmente en los medios digitales, son incontables los calificativos contra el Presidente, cargados de una bajeza con la que no se trata ni al más vil de los criminales.
Lo ofenden, vejan, humillan y maltratan impunemente y no les tocan ni con el pétalo de una rosa, sin embargo, apenas se les presenta la oportunidad no escatiman en gritar a los cuatro vientos, que en Venezuela no existe libertad de expresión y que Chávez es un monstruo, un dictador.
Ya hubiese querido verlos difamando, despotricando y denigrando en lo personal de Rómulo Betancourt, Rafael Caldera, Carlos Andrés Pérez u otro de los presidentes anteriores.
Y es que de sólo pensar que lo hubiesen hecho, no puedo evitar imaginar esos rostros húmedos y compungidos, porque eran tan fuertes los sablazos que lanzaban lo fortachones de los cuerpos de seguridad del país, que antes de caer las peinillas, ya había ojos desbordados de lágrimas, corriendo como ríos caudalosos.
Nunca he recibido un peinillazo, pero mi condición de reportero me permitió presenciar esas escenas, así como el cordón enrojecido en las espaldas de los manifestantes, reprimidos en la IV República.
Pero para dolor de esos detractores del Gobierno, aunque no quieren y nunca lo van a admitir, en caso de que mediante un referendo se reforme la Constitución, Chávez cuenta con el apoyo de la mayoría de los venezolanas. Y el que tenga dudas, que revise los sondeos de las encuestadoras más serias de este país o del exterior.
De todas maneras, eso es lo que deseamos nosotros. Aplaudimos que Chávez le de en Miraflores hasta que el cuerpo aguante.
Y desde esta humilde tribuna, solo me resta decir que contemple la posibilidad de una consulta popular para analizar la viabilidad de su reelección, si insisten en asestarle una puñalada trapera. Eso sería una buena rabo’ e cochino para los traidores, para los que quieren continuar poniéndole a Venezuela en bandeja de plata al imperialismo.
Periodista
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