Frente a la guarimba, jugamos como nunca y perdimos como siempre

Cada vez que un ciudadano o ciudadana pierde la vida, como ocurrió recientemente con una dama chilena, abaleada en el rostro, mientras intentaba con otras vecinos despejar una barricadaen una intersección de la avenida Los Próceres, sector Pie de Tiro en la ciudad de Mérida, me pregunto: ¿Dónde coño están las armas de la república, la justicia y los órganos de inteligencia del país que no han podido evitar tanto derramamiento de sangre de nuestro pueblo?

Si no estamos en capacidad de evitar la acción de grupos que denominamos  minoritarios, decía el Ministro de Interior y Justicia, que en Táchira era de 1%, por muy bien entrenados que estén, por mucho apoyo que tengan  de alcaldes y gobernadores opositores, por muchos dólares que se mueven desde los Estados Unidos, si tienen en jaque a nuestras fuerzas armadas, de inteligencia y policiales, entonces: ¿Cuántos minutos podremos resistir contra los marines norteamericanos, que actúan luego de grandes despliegues de inteligencia y contrainteligencia en el terreno?

El desarrollo de este juego estaba previsto(LA SALIDA), activada luego de varios viajes seguidos a los Estados Unidos de Maricori, Leopoldo y Ledezma; presumo que  no activamos oportunamente nuestros planes de defensa política, popular, militar, ideológica y comunicacional; ya van más de 20 muertos de manera directa, y debe estar por encima de 60 los fallecidos indirectamente por acciones asociadas a estas protestas pacificas, de gente que se muere en las colas esperando que los hijos de papa, les cedan el paso para poder llegar a un centro asistencial; o los ancianos que murieron en Maracaibo cuando se asfixiaban por la quema de cauchos y no les permitieron pasar para llegar a tiempo al Hospital Coromoto y salvar sus vidas; los muertos por las acciones del General Guaya Fina, quien se dio el lujo de enfrentar solo a la armas, la fiscalía y la inteligencia de la república y salir victorioso en su acción, esto solo lo había visto en películas, principalmente en Rambo I, II y III.

Definitivamente, no estábamos ploteando a los mercenarios de oficio, tuvieron todo el tiempo para entrenarse aquí y en el exterior, acopiar armas, preparar sus logísticas, definir sus centros de abastecimiento, adquirís sus poderosas motos de altas cilindradas y planificar su estrategia comunicacional regional, nacional e internacional. Jugar a la defensiva con superioridad numérica,  en posesión de las armas de la república, con logística, experticia técnica y política; y con todo esto, dejarse acorralar, nos indica que: Jugamos como nunca, y perdimos como siempre; perdimos porque no se pudo neutralizar oportunamente al adversario y evitar tantos caídos.

La gran falla, en mi percepción,  la inadecuada planificación de la defensa en una guerra avisada; y cuando fallamos al planificar, estamos planificando fallar. A veces me asalta la duda razonable, sobre la posibilidad de que algún quinta columna del alto gobierno por omisión, complicidad o negligencia tenga alguna responsabilidad en esta situación, donde ahora los violentos son cada vez menos, pero más peligrosos; ahora queman estaciones de operaciones del Metro de Caracas, también lo hacen con instalaciones deportivas, culturales e infocentros.

Revisar nuestros métodos y concepciones de planificación debe ser una gran tarea del alto gobierno, principalmente porque la mayoría de las instancias del Estado, a excepción de las Fuerzas Armadas Bolivarianas en general, aplican predominantemente en planificación un modismo neoliberal y simplista, cuya herramienta diagnóstica lo denominan FODA, de alguna utilidad para las corporaciones, pero muy pobre y superficial para la planificación política, económica y social; a decir del Maestro Carlos Matus: Sin método no se puede gobernar

Ing.

lazaroroger@gmail.com



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Roger Lázaro


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