Diosdado: Capriles, te idolatra por demás

Aunque lo dudes, Diosdado Cabello, eres un político bien afortunado, ¡hombre qué suerte la tuya!, porque ser alabado constantemente por el jefe de gobierno de la oposición, no es algo normal que da y no quita fama, por lo que eres, su figura principal donde quiera que él vaya, sea de día o de noche y, no descansa en meterte en la lavadora de su complacencia a ver si te exprime y te saca todo lo malo que tienes por dentro que le perturba el sueño de su infancia cuando aprendió a leer en el libro Upa del que se grabó la frase, ojo pelao.

Y es así como debe ser que él con su método anticorrupción siglos por venir, tiene razones más que suficientes, para pensar en la campaña que desarrolla el gobierno nacional en ese sentido, no caen peces gordos, sino puro bicho flaco sin mucha escama, por lo que a él le parece mentira, el alboroto que ha emprendido el gobierno venezolano contra la corrupción y, que generalmente los peces gordos se escapan y, que eso por primera vez se ve ahora en la Historia de Venezuela, ya que en los tiempos de la IV-R más eran los (peces) gordos que los flacos, por lo que deduce que es pura mentira por televisión que han agarrado a fulano, que han agarrado a mengano y, nadie los conoce, ni en su casa. Por eso es que él anda, ojo pelao.

Y, lo que más le molesta como persona decente con cinco dedos de frente de paciencia silenciosa y analítica que le come el sentido común es que le metan embustes a él que no se le escapa uno dentro de su filosofía mayamera que atrapa incongruencias engorrosas como sólo él lo sabe hacer dentro y fuera del país y, lo que más le entorpece el juicio de la justicia y le da rabia arrechona es que “No cae un pez gordo que viven atacándolo, todos los días –¡despiadados!- por lo que piensa y deduce positivamente que va bien, es decir su gobierno que lleva adelante dentro o con la oposición que lo acompaña en su tajante proceder que no lava ni presta la batea, pero tiene clientela, también, ojo pelao.

Pero hay algo más en las preocupaciones de Caprilito que lo tienen al borde de un colapso epiléptico político sin parangón y, es que dijo, “el pez gordo que pasó por Miranda (no cae) que, además, (destruyó) el estado y se llevó todo. Lambucio ese tipo ¿no?, es decir arrasó sin dejarle nada. ¿Sería Enrique Mendoza? Él no dio nombre y, como en PJ hay tantos peces gordos que no hay peso donde pesarlos es posible.

Él no lo dijo, pero, seguro que lo analizó sin dudas que, Diosdado, entre tantos gobernadores que han pasado por la gobernación del estado Miranda que se sepa no tiene apartamento en Nueva York, ni ha hecho campañas millonarias, porque no ha sido candidato presidencial como Capriles dos veces y, no viaja cada vez que le va en ganas a donde quiera como aquél que no se le tiene como un pez gordo que a lo mejor la gordura la tiene por dentro bien escondida y sin embargo se fija en los demás como buen mentiroso, rabioso y dificultoso que es, que cada vez que se expresa para dar una opinión se pisa la cola de la honestidad y queda como un politiquero del mismo chiquero de donde han salido en los últimos años de campaña electoral presidencial sus candidatos y, éste demagogo insípido sin orientación alguna a no ser su desconocimiento total de todos los principios que deben poner a prueba a un buen político y Capriles como alumno de JJ Rendón no da más y, quedó como un huérfano que ha perdido la calle, aunque tenga los medios de comunicación que le sirvan de desahogo tentativo a lo que salga: jugando al golpe suave.

Bueno, Diosdado, como pez gordo te mueres de hambre y, más bien te pareces a un imán que todo lo que te tiren de malo a PJ se te pega y, ellos gozan el crucificarte, aunque nunca presentan pruebas que sí todo lo que se dice de ti fuera verdad, no tendrías dónde esconderte fuera del chavismo. Así que, ojo pelao, que Capriles está aupado desde hace tiempo.


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Esteban Rojas


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