¡Qué no me voy del país!

Que sí lo hice y que caí como un tonto cuando el señor Ruperti me mandó los billetes para las hayacas de diciembre que, ustedes si son mal pensados que, no eran para Capriles ni para el Comando Venezuela que, otra vez no lo volveré hacer que, la culpa la tiene Diosdado que, no era tanto como se piensa: solo veinte más veinte mil y, no en una, si no en dos partes de las tres reuniones que, así no se notaba el bulto además, eran pocas paquitas de a cien que no escandalizaban el momento y, que en una silla de ruedas se van dos mil y en franelas un poco más y, juro por mi honor y por el de mi dos hijos que ni un heladito de coco me chupé y en cuanto llegue diciembre aflojo lo demás para que mis hayaquitas queden bien condimentadas con sabor tracalero de mi guiso que, no las tienen otras y, que sin que me quede nada por dentro que afecte mi ética profesional: votaré por el próximo presidente que será Capriles y entonces habrá vida nueva y mucha moral que fortalezca el futuro que, a Capriles no le enseñaron a salirse fuera de la ética y de la moral administrativa que siempre lo ha demostrado donde haya que haya, pero nada para él, porque tiene sus manos limpias.

Ustedes no lo van a creer, pero les aseguro por dios que, en el momento que me filmaban y que, yo no lo sabía ni lo sospechaba que el señor Ruperti se prestara para ello con toda sinceridad les digo que, no me gustó la forma que me filmaron que pareciera que estuviera en un estudio de televisión y, desde varios ángulos y ninguno recto y fue en un apartamento que ni cafecito me dieron por lo abultado de la agenda a tratar y la poca cantidad a recibir.

¿Qué si lo pensé y qué si sabía lo que estaba haciendo? Con franqueza les digo desde lo más profundo de mi corazón que sospecho que a mí me dieron algo que me hizo cambiar mi modo de ser y, por la forma que actué pareciera que hubo burundanga colombiana de la mala de por medio que me puso hablar y a decir por demás lo que no tenía que soltar, pero como aquí en la tierra se hacen y aquí se tienen que pagar y, además, el que no la debe no la teme y soy uno de los dirigentes de PJ que dice lo que siente, aunque a veces no, por muchas vainas que no viene al caso: uno se hace el loco, pero aquí estoy dando la cara, para que vean que todavía me queda algo de vergüenza que dar después, que me quitaron todos los cargos, pero eso sí: exigiré que en la comisión que se nombre para investigarme no esté Diosdado, ya que el no me quiere desde que, este servidor se opuso: votando negativamente en la AN en su nombramiento de presidente y, desde entonces me tiene ojerizas encaprichadas.

Como hombre de principios formado en las filas de Copey hasta llegar a PJ les puedo asegurar que esto no será mi fin -¡qué va oh!- ni tampoco mi desmoralización, porque seguro estoy si Diosdado no está en la comisión que me declararán inocente por desprevenido y por poca malicia y que por inocente me agarraron, pero pueden tener la seguridad que si sucediera otra vez: saldré mejor en la grabación y lo que no me gustó es que el tipo que estuvo conmigo como representante o asistente del señor Ruperti no dé la cara y dificulte su voz y, ese sujeto debe ser un tipo malo, no así el señor Ruperti que es un hombre bueno, aunque sospecho que es boliburgués que quería ponerse en la buena con Capriles y así estar en la buena con dios y con el diablo.

¿Qué más contarles de mi entierro político que, el público no sepa? Si estoy más desnudo que Adán en el Paraíso y, eso que di la cara inmediatamente al tratar de poner las cosas en su lugar, tal cual, sucedieron y no fueran a salirse fuera del vídeo en que me veo más gordo y más complaciente y, si alguien me quiere involucrar en otra cuestión parecida o peor, no me queda otra opción que acusar a Diosdado, ya que sé que, ese diputado no tiene corazón en el pecho.

Hay algo que me pesa y me tiene preocupado y, es que ninguno de mis amigos me da la cara ni contesta mis llamadas telefónica y sé que no hay razón que les dé peso moral que los ponga actuar de esa forma si, a mí todavía no me han juzgado, pero no importa que yo los esperaré en la bajadita que arriba hay un dios que para abajo ve y los Caldera somos únicos, porque como dice la sentencia familiar: de tal palo tal astilla.

No voy a llorar por algo que quien no lo haya hecho que lo haga y verá que esas son las piedras que dios nos pone como castigo en el camino o como un abre boca y yo caí por bobo, aunque bobo no soy ni seré.

Hago constar en su auxilio que, el único diputado que me llamó fue William Ojeda y, no para compadecerse de mí, sino para cobrarme quinientos bolos que le debo y andaban perdidos en mi memoria y, de Colombia un canal que quiere que le dé la primicia y, cuál si eso se lo comió el tiempo como ha de ser y, sólo Diosdado sigue con eso. Pero les juro por esta cruz y por muchas más que, no me iré del país, porque esto se pone bueno.

estebanrr2008@hotmail.com


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Esteban Rojas


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