Una Hojilla es suficiente

La Hojilla inauguró un estilo muy particular de hacer televisión. La improvisación de parte de sus moderadores y, en especial, la presentación de videos donde se muestra a personajes de la oposición en plena acción para desmontar sus mentiras y manipulaciones significó un enorme golpe en contra de la propaganda opositora. La Hojilla se estrenó en televisión con el trío conformado por Eileen Padrón, Nestor Francia y Mario Silva como moderadores. Críticas al estilo de Mario Silva, algunas de las fueron publicadas en Aporrea, y otros asuntos de los que nunca nos enteramos, me imagino que tenían que ver con el financiamiento del programa, llevaron a la separación del trío. Francia y Padrón montaron tienda aparte con el programa La Réplica.

Desde que La Hojilla apareció en televisión muchos otros programas han copiado su formato; en especial la transmisión de videos donde personajes de la oposición actúan o dan declaraciones, con un énfasis en Leopoldo Castillo y sus invitados al programa Aló Ciudadano. Los Robertos, Dando y Dando, La Réplica, Contra Golpe, etc. se copiaron esa idea central de La Hojilla, o sea que en cierta medida tenemos en VTV varias hojillitas. Ese fenómeno de copia lo denomino la fuerza de la envidia que mueve varios ámbitos de nuestra vida. Uno visita un mercado de artesanía y después de estar en dos “puestos” ya lo ha visto todo, porque todos los “productos” son copias. Si uno recorre fábricas de muebles como en Magdaleno o en la vía entre Cagua y La Villa, verá como se repiten los diseños, como cada uno copia al otro. Basta que usted monte una venta de empanadas en una esquina para que a los pocos días la cuadra se convierta en una “calle del hambre”, con decenas de copiones vendiendo empanadas cerca de usted. Hay algo de falta originalidad y otro poco de no querer devanarse los sesos para producir ideas originales, de comodidad.

Yo no tengo nada en contra de La Hojilla. Le puedo hacer ciertas críticas como a cualquier otro programa de televisión. Pienso que La Hojilla ha jugado un papel muy importante en el desmantelamiento del discurso de la oposición al develar sus mentiras, medias verdades y manipulaciones. Pero pienso que contribuye muy poco a la elaboración, a la formación del pensamiento revolucionario. Es excelente en el ataque, pero su contribución a la educación revolucionaria es muy débil. Este comentario no debe ser tomado como un ataque en contra de La Hojilla ni de Mario Silva, se trata de mi caracterización, de lo que creo que es ese programa. No es un juicio de valor. Repito, pienso que La Hojilla juega un papel muy importante en el ataque, pero hace falta algo más.

Tampoco creo que sea buena idea montar un programa paralelo a Aló Ciudadano donde se comente y retransmita todo lo que él se dice. Eso sería aumentar la cobertura de Globovisión por medio de la señal de VTV. Le haríamos más bien un favor a la oposición.

Es necesario reestructurar la programación de VTV. Basta de programas insulsos y guabinosos. Necesitamos un laboratorio mediático que se dedique a la producción de una nueva programación que redefina la televisión venezolana. Se necesita mucho cerebro, creatividad, claridad revolucionaria y compromiso político. Lograríamos muy poco en esta batalla de las ideas si convertimos a VTV en La Hojilla TV, creo que somos capaces de más que eso. Una Hojilla es suficiente.

Julio_mosquera@hotmail.com


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Julio Mosquera


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