María Isabel se quedó en el pasado

La muy anunciada entrevista a María Isabel Rodríguez en Globovisión, quien fuera Primera Dama de la República, ahora ex esposa del presidente Hugo Chávez, deja mucho que desear. ¿Por qué? Sencillamente porque la señora vive todavía en el año 2000 cuando hizo ejercicio de la política como asambleísta. Sus comentarios y señalamientos se concentraron en sobrevalorar la Constitución actual y en desechar la Reforma, por las mismas razones que enuncian todos los críticos de la oposición, quienes hacen énfasis en la perdida de poder del pueblo y en la concentración de poder del Presidente.

Pero no podemos olvidar que la señora Rodríguez, en su rol de Primera Dama fue pésima, pasó sin pena ni gloria. Particularmente la recuerdo por unos patitos de plástico que compraron o iban a comprar para festejar un día de los niños. Desafortunadamente otras Primeras Damas, incluso de la IV República, legaron mejores obras, en especial a los más pequeños.

La señora María Isabel no entendió nunca el papel protagónico y la tremenda oportunidad que tubo para serle útil a tanta gente, madres niños, familias desamparadas, que por regla general son el objetivo principal de una Primera Dama, al menos es lo tradicional, es decir, que ni eso podemos recordar de esa señora. Me viene a la memoria el papel que jugó Evita Perón, ex Primera de Argentina, quien por los pobres de su país improvisaba, perseveraba, inventaba, retaba, en cualquier espacio montaba una recolecta para los pobres. Por algo la amaron tanto.

Creo además que tiene un reconcomio contra el presidente Chávez. Presumo que su retirada reciente de la presidencia de la Fundación del Niño tiene mucho que ver con esta salida en pantalla, lo que por supuesto aprovechó Globovisión, para dar sus primicias, la de los más desleales al presidente Chávez y a su propuesta de Reforma.

María Isabel, santa inmaculada, se presenta como una conocedora de la actual Reforma Constitucional. Al menos hace algo en sus ratos libres, además de atender a los perritos y las cabras. En su intervención ataca contundente y abiertamente al presidente Chávez y deja claro el distanciamiento entre el proyecto chavista y su pensamiento. Al menos justificó en algo su oposición, disertando sobre uno que otro artículo, lo que ni siquiera hizo su admirado General Raúl Isaías Baduel.

Pero lo más resaltante de la aburrida entrevista, diría que fue su defensa al General Baduel, a quien considera casi un santo, sino el más honesto de los militares que existen en la historia castrense. Que bien lo conoce. Y dijo no entender por que otros militares como Lucas Rincón y Arias Cárdenas, no son traidores. Me parece que le faltó incluirse en el lote.

Casi beata, pero hermosa como siempre y con muchos kilos, María Isabel habló como lo que siempre fue, una escuálida desabrida. Un líder como Chávez no podía ni más ni menos que quitársela de encima. Un proceso revolucionario, como dicen los estudiosos, lleva tiempo y no es como hacer “un café instantáneo”. El presidente Chávez no merece tanta mezquindad pero como contradicción hasta le hace bien, porque quién puede creerle a estas personas, tan alejadas de la realidad de las mayorías. Eso lo victimiza y seguramente aumenta su popularidad

En lo único que coincido con María Isabel es en las malas energías que dijo seguramente hay en lugares del Palacio de Miraflores, creo en ello. Por eso recomendaría a sus autoridades que ocasionalmente hagan limpieza energética, con despojos y rezos en esas áreas, en especial en donde se encuentra el despacho presidencial y sus adyacencias. Y hacer eventualmente misas en la capilla.

Lo único que una se pregunta es, ¿por qué después de tanto tiempo sale la señora a hablar? Y dice que le habla “a su pueblo”. Me sonó tan falso. No se de que pueblo habla. Porque es muy cómodo defender una Constitución de hace casi ocho años y decir que “es perfecta” “la mejor del mundo”, cuando los requerimientos de esta nueva sociedad, la venezolana, es la realización de cambios estructurales, los que en ninguna forma se contemplan en la actual Constitución. Se necesita otra base jurídica, legalidad, que permita desmontar el perverso Estado de privilegios y de seguimiento del modelo neoliberal para crear un nuevo Estado, más autónomo y de verdadera participación democrática. En la prueba, en los cambios, en la experimentación propia, estaremos buscando el camino, el modelo político, social y económico propio, para mejorar las condiciones de vida de todos y todas, no sólo de una élite.

Bienvenida la critica María Isabel. Pero en esta oportunidad tu disidencia se acerca más a la maniobra orquestada de la oposición. Que bueno que has sido tan honesta y no tienes prebendas para vivir como debería una Primera ex Dama, como dijiste. Creo que eso te debería enorgullecer y no tener resentimientos.

Afortunadamente la señora vive amorosamente en su pequeño mundo, de idolatría religiosa, junto a su nueva pareja y por supuesto con su linda hija. Solo me queda recomendarle que siga instruyéndose en política pero que se actualice, que olvide el pasado y no rememore el año 2000. A ella la habíamos olvidado, porque le pasó como a Baduel, que no lo quiere ni la oposición. Tendrán que buscar su nicho político con los Ni Ni.

leonjudi@gmail.com

Periodista


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Judith León

Periodista e internacionalista.

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