Lo que hay que decir

Uno ya no lee los periódicos para conocer los acontecimientos sino para saber lo que hay que decir. Hubo un tiempo en que había que decir que los talibanes eran los "soldados de la libertad", como los llamó Ronald Reagan, cuando los talibanes eran aliados de Rambo, la máxima consagración. Ahora hay que decir lo contrario. Ahora ya Muammar alGadafi como que no es el feroz dictador de Libia porque ha logrado ciertos acuerdos con Occidente, es decir, con los pocos pero grandes aparatos que controlan el poder en Europa y en Estados Unidos. En algún momento fue bueno que Sadam Hussein hiciera la guerra a Irán y exterminara iraquíes. Tan bueno era que hizo todo eso con armas de destrucción masiva suministradas por Estados Unidos. De repente amaneció mal dictador, reencarnación de Hitler y demás calificativos que lo llevaron a la horca. Pervez Musharraf es un dictador bueno porque alineó a su país, Paquistán, contra Irak, cediendo a la presión de Estados Unidos. Cualquier día de éstos amanece malo.

El problema ya no es si los pocos grupos que controlan 80% de la información mundial dicen la verdad. La verdad fue en una época una quisicosa de gran altura de la que se ocupaban filósofos muy escogidos y todos los teólogos. Con la rebelión de las masas la verdad corrió por las calles. Pero ahora ya no sabemos lo que es, porque a diario hay un escamoteo sistemático que hace que uno no sepa dónde está, en medio de un laberinto de espejos. Hay países europeos sumergidos de tal modo en ese barullo que uno apenas halla una voz disidente, débil y poco accesible. Los grandes medios no dicen ni verdad ni mentira sino que decretan qué es verdad y qué es mentira.

Decretan lo que hay que decir.

Si El País de Madrid dice lo que sea sobre Venezuela no es cuestión de discutir si eso es cierto o no, sino que los intelectuales, académicos, políticos y demás profesionales de vida pública saben lo que hay que decir. Si dicen lo contrario son relegados, pierden su cátedra universitaria, nadie nombra sus libros, no los invitan a dar conferencias y dejan de existir para la vida pública.

Venezuela es un país privilegiado porque cada ciudadano decide soberanamente lo que hay que decir.

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Roberto Hernández Montoya

Licenciado en Letras y presunto humorista. Actual presidente del CELARG y moderador del programa "Los Robertos" denominado "Comos Ustedes Pueden Ver" por sus moderadores, el cual se transmite por RNV y VTV.

 roberto.hernandez.montoya@gmail.com      @rhm1947

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