La fábula de los tres hermanos, una canción del cubano Silvio Rodriguez, da para tener una plataforma moral con la que se puede reflexionar sobre el sentido de la guerra de los rusos en Ucrania*.
Como es la guerra de los rusos en Ucrania: esclavos de la precaución, revolcados en Jersón y Járkov y perdidos entre el estar y el ir en Crimea, Donetsk y Luganks.
Que Medvediev diga que no han usado todo el arsenal y que la guerra no se puede ver únicamente desde Clausewitz, no salva a los rusos del deterioro moral en que están cayendo. Ya la Otan destruye pueblos rusos y bombardea ciudades fronterizas rusas, inmediatamente llegan los ucranianos a Jersón y los bombardeos sobre Donetsk son constantes,
Y en estos días, parece que en occidente llegó la hora de repartir el botín: lograron que la Asamblea General de la ONU votara a favor de que Rusia pague por reparaciones a Ucrania.
Esto es como la culminación de la guerra con la derrota de los rusos.
El primero en exigir la devolución de la contribución de SpaceX en la guerra de Ucrania fue Elon Musk. Después se dijo que España es el país que más ha ayudado a Ucrania, Borrell dice que son 8,000 millones de dólares que ha aportado la Unión Europea en apoyo a Ucrania. Marine Le Pen dice que Francia contribuye con armas pesadas a la continuación de la guerra en Ucrania. y el Pentágono ya hizo sus cuentas también y le salen varias decenas de miles de millones de dólares.
Los occidentales joden a los rusos en la ONU y los rusos siguen respetando a Guterres y el organismo, los gringos y europeos están de facto en guerra contra los rusos y los rusos no pueden desafiar o violar una mínima sanción. Con los códigos del Derecho Internacional, Washington y la Otan se limpian el culo.
No es suficiente esa lección de Derecho Internacional, para tomar una acción menos respetuosa del orden occidental basado en esas reglas. Los occidentales creen que ya ganaron la guerra
Decía la abuelita Minga: "Ideas quiere la guerra."
¡Qué pasó con los rusos!
Se quedaron sin ideas, les bajaron los huevos, se perdieron entre el estar y el ir.
