Los poderes del Estado español están desatados. Diríase que están preparando un golpe de Estado a cámara lenta. Despliegue inaudito de cuerpos policiales: tres cuartas partes de los cuerpos especiales antidisturbios de todo el Reino están concentrados en Catalunya. Hasta el punto que en Zaragoza, Valencia y otras ciudades la policiía que ha quedado es incapaz de mantener el orden ante los fascistas que se envalentonan. En Zaragoza los fascistas tuvieron rodeados varias horas el edificio donde hizo Podemos y las Mareas su encuentro y cuando salió la presidenta del Parlamento aragonés le tiraron una botella de agua en el pecho. Pero, según el Gobierno, eso no son "tumultos", en cambio la concentración pacífica de Barcelona de decenas de miles sí lo es.
Hay muchos síntomas de la rápida involución que se está produciendo. El Fiscal jefe, Maza, puesto a dedo por el PP y repudiado por todos los grupos parlamentarios del Congreso, se atreve a chulear al pueblo catalán diciendo que puede meter en la cárcel al Presidente catalán Puigdemont por un delito de "malversación". Pero ese perdonavidas añade que aunque su encarcelamiento es una "opción abierta, de momento no lo considera oportuno". Es más, avisa de que si hay violencia (y para eso trabajan a fondo para que la haya) entonces Puigdemont puede ser acusado de "rebelión", con una pena que puede llegar a 25 años.
Los fascistas creen que se acerca su hora. En Huelva una concentración de un centenar de ellos organizó una despedida a las tropas de la Guardia Civil que salían para Catalunya jaleándoles "A por ellos! A por ellos!".
Más aún. El Fiscal superior de Catalunya ha ordenado a los Mossos precintar los locales donde se van a celebrar las votaciones, desalojar la gente que pueda haber custodiándolos, identificar las personas que ocupen esos centros, así como requisar papeletas, urnas e impresoras. La Guardia Civil ha cerrado la página web de la Asamblea Nacional Catalana, sin ninguna orden judicial.
Cada golpe al Estado de derecho provoca que miles de personas indecisas vean la auténtica cara de ese régimen. Y eso les inclina cada vez más a ir a votar y a hacerlo a favor de la Independencia. Rajoy dijo "llegaremos hasta donde haga falta" para impedir el referendum. Esa política obtusa, obcecada, prepotente "no saben hasta dónde llega la fortaleza del Estado de derecho" (sic) fue inmedaiatamente respuesta por Puigdemont con un "no saben hasta dónde llega la fortaleza del pueblo catalán".
Las movilizaciones han bajado al salir los 16 detenidos. Aún así la movilización de los militantes y los actos sigue y cada vez van agrupando más gente. Se sale de los locales cerrados y se hacen acto
s en las calles, en plazas. Hay encarteladas, juegos, fiestas populares, reparto de folletos, todo con el objetivo de animar a la gente a votar el 1 de octubre. Los equipos de voluntarios también se preparan para hacer frente a todas las contingencias: ocupación policial, cierre de locales, requisa de papeletas, de urnas, detenciones. Hay consignas precisas. Hay equipos de abogados preparados por comarcas. Nada se deja al azar. Es un pueblo movilizado y consciente de lo que debe hacer: votar el 1 de octubre.
Toda esta apuesta del Estado policial eleva la tensión internacional también. Rajoy no ha encontrado el apoyo que esperaba en Trump. Los periodistas de medios importantes de Europa están preguntando cada vez más exigentemente a la Comisión Europea sobre la "doble vara de medir" acerca Catalunya y España, en comparación con la posición con Turquía y otros países autoritarios.
A nivel popular los sindicatos CCOO y UGT junto a las asociaciones independentistas ANC y Ómnium, sumando también las asociaciones de vecinos, las de padres y madres de alumnos, los campesinos, de jóvenes, deportivas y otras más han constituido la Taula per la Democracia (Mesa por la democracia), un espacio de diálogo "para dar una respuesta unitaria en defensa de las instituciones". Mañana 28 harán la presentación.
Pero más abajo otros sindicatos más pequeños se reúnen también y, a modo de precaución y de adelanto de intenciones, han solicitado formal y legalmente huelga para toda la semana que sigue al 2 de octubre. Eso no quiere decir que tengan fuerza para convocarla, pero es un "por si acaso" la represión se recrudece. Digamos que hay una creciente toma de conciencia de que la cosa ya no va de independencia si o no, o de referendum solamente, sino de democracia, de que las libertades fundamentales son las que están en juego.
Como ejemplo de ello la sección sindical de CCOO de Bomberos han tomado una resolución que acuerda: "1- Redactar un manifiesto en contra de los ataques a los derechos fundamentales llevados a cabo en los últimos días; 2- Impugnar judicialmentela orden de servicio donde se limitan los derechos de expresión y manifestación de los Bomberos; 3- Instar a la Plataforma de Bomberos de Barcelona a gestionar la caja de resistencia en previsión de futuras sanciones al colectivo; 4- Mantener los mensajes de apoya a la "democracia" y a los "derechos fundamentales", tanto en los parques como en los vehículos de Bomberos de Barcelona; 5- Asistir conjuntamente en manifestaciones y concentraciones unitarias, identificados como "bomberos"; 6- Sólo en caso de que la concentración sea específica de bomberos, entonces ir uniformados de Bomberos de Barcelona; y 7- En caso de ser requeridos por la asamblea, nos ofrecemos a hacer de cordón de seguridad con tal de garantizar el desenvolvimiento pacífico de los actos".
Ayer los estibadores, hoy los bomberos. La clase obrera empieza a entrar en acción de manera organizada.
Alfons Bech
27 Setiembre 2017
