Con la creación de la Organización de las Naciones Unidas se concreta el más aberrante acto histórico de legitimación del poder imperial sobre el resto de las naciones del mundo.
Con la creación de su antecedente directo, la Sociedad de Naciones, en 1941, que surge con la firma de la Carta del Atlántico entre EEUU y Gran Bretaña, antes de finalizar la II Guerra Mundial, en la cual se imponen las normas y condiciones para el control de la sociedad mundial a través de la repartición de los mercados, áreas de influencia económica, dominio militar, hegemonía política y social por parte de los aliados a las demás naciones.
Con la incorporación de nuevos países que participaron en el conflicto y resultaron vencedores (URSS, China) en 1945, surge la ONU, herramienta que permitirá definir el dominio de los países poderosos sobre el resto del mundo. Es la culminación de la repartición del planeta, con el consentimiento de los gobiernos de turno. A partir de este momento la vida política mundial va a estar regida por este organismo supranacional que invadirá y debilitará la soberanía de los pueblos, agredirá su tradición política y cultural, justificará invasiones, impondrá vetos, embargos y actos genocidas a aquellos que se les atrevan a cuestionar sus decisiones, bajo el argumento falaz de preservar la paz .
Su estructura vertical refleja su carácter dominador. La Asamblea General es el órgano más amplio, pero las decisiones son tomadas por el Consejo de Seguridad que está compuesto por 14 miembros, de ellos 5 miembros permanentes que son los EEUU, Gran Bretaña, Inglaterra, China y Francia, únicos con derecho a veto. Para ser válidas las decisiones tienes que contar con el voto de estos cinco miembros permanentes.
La ONU ha legitimado el embargo económico a la República de Cuba (hasta el 2003 que la Asamblea Nacional ha ordenado a los EU la prohibición de dicho embargo, orden que ha sido desacatada). Autorizó la invasión a Somalía por parte de los E.U., Autorizó la invasión a Irak. Legitimó el secuestro del Pte. Aristide de Haití. Presiona a Iran para que desista del desarrollo de la energía atómica con fines pacíficos, entre otros, son acciones que evidencian el carácter hegemónico del ente internacional
Por otra parte, ha mostrado total incapacidad para lograr el respeto de sus resoluciones por parte de los países miembros. La invasión a Kosovo, la invasión a Irak, el uso de la tortura y los crímenes de guerra, las prisiones de guerra ilegales que usa los EU, el uso de armas de guerra de destrucción masiva aplicadas en la guerra del golfo, en la invasión de Irak nos muestran la absoluta obsolencia y anacronismo de su existencia al ser incapaz de lograr sus objetivos primigenios.
La invasión y guerra genosídica contra el Líbano por Israel. La prepotencia de las declaraciones de los miembros agresores (Isralel y E.U.), el total desprecio por la opinión internacional nos indica que la hora de la disolución del organismo ha llegado.
En el instante que se redacta el presente artículo, a 48 horas de la firma de la Resolución de Cese al fuego por parte del Consejo de Seguridad de la NU., las tropas israelíes continúan en territorio libanés, se continúan los bombardeos contra los pobladores palestinos.
Igualmente se mantiene la prisión militar ilegal de Guantánamo; se demuestran nuevos casos de torturas a detenidos militares; se intensifica el bloqueo a Cuba,; se siguen violando los derechos civiles y ciudadanos en muchos países, incluyendo los E.U.; sigue el racismo; el hambre en el mundo se intensifica hasta llegar a cifras alarmantes e increíbles; la violación de los derechos a los niños y mujeres es una constante en muchas partes del mundo; la violencia física y mental contra sectores marginales de la población mundial es un rasgo característico de la sociedad actual; la discriminación política y social es una realidad en gran parte de la población mundial.
En síntesis, a más de 60 años de su aparición, la Organización de Naciones Unidas ha sido incapaz de cumplir con los objetivos de su creación. Al contrario, hoy muestra un cuadro de impotencia absoluta para hacer cumplir con sus finalidades primigenias, más aún, hacer cumplir con las Resoluciones que surgen de su seno. El anacronismo y la obsolescencia de su estructura y funciones en el marco de una nueva concepción que rija las relaciones internacionales reclama su desaparición.
Su supervivencia implica la dilapidación de los aportes que hacen los países miembros para su funcionamiento, ya que se mantiene un aparato burocrático que no tiene funcionalidad ni justificación de existencia.
En tal sentido se hace necesario el surgimiento de un nuevo organismo que regule las relaciones internacionales en un ambiente de justicia política y social. Que se base en el respeto a la soberanía de las naciones, en el principio de no ingerencia, en la igualdad de derechos como norma ética para el equilibrio de poder, en la capacidad de autodeterminación de los pueblos y en el fundamento de la justicia y equidad económica como base para la paz de los pueblos.
Que se fundamente en los poderes creadores de los pueblos y en la diversidad cultural, biológica y geográfica. Que permita y estimule el desarrollo autónomo de las sociedades a través de mecanismos de financiamiento, inversión e investigación. Que incentive el crecimiento y enriquecimiento cultural, económico y social de las poblaciones y los individuos con un concepto de equilibrio y justicia ciudadana.
La etapa de transición posimperial ha llegado. Lo avisora la decadencia de sus instituciones. El fin de la ONU nos indica que el fin del imperialismo es inminente. Es hora del nacimiento de una nueva sociedad justa y democrática. Ayudemos a su parto.