La articulación antifascista mundial se reafirma

La segunda reunión del Comité Internacional de la Conferencia Antifascista y por la Soberanía de los Pueblos, celebrada el martes 16/12/2025, consolidó la articulación internacional de la izquierda para la realización del evento. Dirigida desde la capital de Rio Grande do Sul, la reunión virtual reunió a más de 80 compañeros de diferentes países de América Latina, Europa, África y Asia, con traducciones simultáneas al francés, inglés y español, lo que reforzó el carácter plural, internacionalista y unitario de la conferencia, prevista para los días 26 a 29 de marzo de 2026.

En la inauguración, el concejal Roberto Robaina, presidente del PSOL de Porto Alegre y uno de los coordinadores del evento, contextualizó la importancia política del encuentro y de la propia conferencia.

«Estamos celebrando la segunda reunión del Comité Internacional en un momento especial. Cada semana se confirma que es absolutamente necesaria una actividad internacional de este carácter, porque el avance del fascismo, la extrema derecha y el imperialismo se produce de forma articulada», afirmó.

Robaina destacó además que la iniciativa nace de la unidad entre el PSOL, el PT y el PCdoB, fortalecida por la incorporación de movimientos sociales.

«Esta construcción solo ha sido posible porque se basa en la fuerza de la clase trabajadora, con la participación del MST, la CUT, el CPERS y decenas de organizaciones», dijo, recordando que Porto Alegre lleva la tradición de los Foros Sociales Mundiales como referencia de articulación global.

El presidente del Partido de los Trabajadores en Porto Alegre, Rodrigo Dilélio, reforzó el carácter unitario de la organización en Brasil y el esfuerzo de movilización popular que precede al evento.

«Hoy existe una gran unidad entre el PT, el PSOL, el PCdoB y las principales organizaciones de la clase trabajadora brasileña para construir esta conferencia como una referencia internacional antifascista», afirmó.

Dilélio destacó que la preparación del evento dialoga directamente con las recientes movilizaciones en el país.

«Estamos muy contentos con las manifestaciones que han tomado las calles en los últimos días y creemos que la conferencia profundizará este proceso de movilización popular», añadió.

Eduardo Mancuso, también del PT y miembro de la coordinación del evento, presentó en detalle el Foro de Autoridades Democráticas Antifascistas, que inaugurará oficialmente la conferencia el 26 de marzo en la Asamblea Legislativa de Rio Grande do Sul.

«Desde el inicio de la organización, existía la idea de crear un foro de autoridades democráticas, inspirado en la experiencia de los foros de principios de siglo, cuando los gobiernos populares dialogaban directamente con los movimientos sociales», explicó.

Según él, el objetivo es articular experiencias de radicalización democrática.

«Queremos que los parlamentarios y los gobernantes populares estén presentes en la marcha inaugural, demostrando que las instituciones también pueden caminar al lado de la movilización popular».

La centralidad del antiimperialismo fue reforzada por el discurso de Raúl Carrion, del PCdoB, quien relacionó la ofensiva fascista con la estrategia de las grandes potencias.

«La nueva política de seguridad de Estados Unidos es una declaración de agresión a todos los pueblos, especialmente a los latinoamericanos», afirmó.

Carrion fue categórico al sintetizar el eje político de la conferencia:

«No es posible luchar contra el fascismo sin luchar contra el imperialismo, así como no es posible enfrentar al imperialismo sin combatir el fascismo».

A continuación, intervino el historiador belga Eric Toussaint (CADTM), referente del movimiento altermundialista y coordinador internacional de la conferencia. Toussaint celebró el avance de la organización y la confirmación de importantes delegaciones internacionales.

«Ya hemos conseguido asegurar la presencia de numerosos partidos y parlamentarios de Europa, de la izquierda francesa, italiana, española, griega y británica», afirmó.

Al mismo tiempo, alertó sobre la gravedad de la coyuntura internacional.

«Por primera vez, un presidente de los Estados Unidos afirma abiertamente su apoyo a todos los partidos neofascistas europeos. Esto se combina con la reafirmación de la Doctrina Monroe y con la designación de China como enemigo sistémico, lo que crea un escenario extremadamente peligroso», dijo.

Para Toussaint, la conferencia de Porto Alegre puede ser una respuesta organizada a este escenario.

«Estoy convencido de que será un gran éxito».

En el ámbito organizativo, Gabi Tolotti presentó los avances prácticos en la preparación del evento, destacando la apertura de las inscripciones para las actividades autogestionadas y la estructura de acogida de las delegaciones internacionales.

«Queremos dar mucho peso a las actividades autogestionadas, porque permiten que cada organización encuentre en la conferencia un espacio propio de articulación y fortalecimiento», explicó.

Según ella, la organización trabaja para garantizar la accesibilidad.

«Estamos estructurando alojamientos, estableciendo colaboraciones con hoteles y agilizando los procesos de visado para que nadie se quede fuera».

Las intervenciones internacionales dieron una densidad concreta al carácter global de la conferencia. Desde los campos de refugiados del Sáhara Occidental, Ahmed Moulayali, del Frente Polisario, saludó la iniciativa y destacó su importancia estratégica.

«Esta conferencia llega en un momento muy necesario. El pueblo saharaui lleva 50 años luchando contra el colonialismo, primero español y ahora marroquí, con el apoyo de potencias como Israel, Francia y Estados Unidos», afirmó.

Moulayali destacó la centralidad de África.

«África es el futuro por su demografía y su riqueza, y por eso es objeto de esta disputa imperialista. Apoyar al pueblo saharaui es apoyar a toda la izquierda del norte de África».

En representación de la Federación Árabe Palestina de Brasil (Fepal), Ualid Rabah reforzó el compromiso con la creación de una mesa dedicada a Palestina.

«Estamos profundamente comprometidos con la realización de una conferencia que trate sobre el genocidio en Palestina y la resistencia global al mismo», afirmó. Para Rabah, la unidad es una exigencia histórica. «Nada nos exime de las divergencias, pero todo nos obliga a la máxima unidad frente a un enemigo que es existencial. Lo que ocurre hoy en Palestina puede ocurrir en cualquier parte del mundo».

Desde Uruguay, Daniel Dalmau transmitió el saludo del 33º Congreso del Partido Comunista Uruguayo y reafirmó el compromiso de la formación con la iniciativa.

«Nuestro congreso discutió en profundidad la situación internacional y la necesidad de solidaridad con todos los pueblos agredidos», dijo. También destacó la disposición a participar. «Existe una gran voluntad de que el Partido Comunista de Uruguay esté presente con una fuerte delegación en Porto Alegre».

La dimensión latinoamericana también fue reforzada por el discurso de Luis Bonilla, de Venezuela y de la red Otras Voces de la Educación quien relacionó la lucha antifascista con la resistencia al neoliberalismo, especialmente en el ámbito educativo.

«Para los fascistas, la educación no es una prioridad, y por eso intentan destruir los ministerios y desmantelar las políticas públicas», afirmó. Bonilla reforzó el compromiso de su movimiento. «Para nosotros, esta conferencia forma parte de la lucha por una educación pública, democrática y antifascista».

A continuación, Mauri Cruz, del Colectivo Brasileño del Foro Social Mundial, conectó la conferencia con el proceso del FSM y la lucha anticapitalista global.

«El fascismo es la cara más radical del capitalismo. No lo superaremos sin superar el capitalismo mismo», afirmó. Según él, la conferencia puede fortalecer alianzas estratégicas. «Solo una alianza entre partidos de izquierda y movimientos sociales puede construir una alternativa real».

Desde Chile, el camarada Pablo Reimers, del Partido Comunista, aportó una reflexión política y autocrítica.

«La respuesta al avance del fascismo pasa por la unidad, la autocrítica honesta y la recuperación del vínculo profundo con el pueblo», afirmó. Destacó que las derrotas electorales no ponen fin a los procesos históricos. «Somos un partido de lucha y seguimos firmes, porque esta batalla ya tiene una dimensión continental y mundial».

La compañera Flávia Verri, militante de La France Insoumise y de la Red Ecosocialista Insoumise, presentó un informe detallado sobre la situación francesa y los retos para la construcción de una amplia participación en el proceso de la conferencia. Hablando en español, explicó que, a pesar de que una reciente experiencia de unidad de la izquierda permitió que el Frente Popular superara a la extrema derecha en las elecciones parlamentarias de 2024, el panorama se fragmentó profundamente después de que el Partido Socialista francés apoyara un presupuesto de austeridad del centro.

«Esa unidad se rompió, y una de las consecuencias fue una profunda división entre los partidos políticos y el movimiento social», afirmó. Según Flávia, hoy en día existe una fuerte autonomía de los movimientos sociales en Francia, que se resisten a volver a articularse con los partidos. Ante esto, hizo una petición directa a la coordinación de la conferencia:

«¿Podrían la CUT y el MST hacer invitaciones directas? Porque podríamos apoyarnos en esas invitaciones para crear una dinámica real en Francia. De lo contrario, corremos el riesgo de representar a personas, pero no realidades y dinámicas vivas, que son fundamentales».

Desde Argentina, el compañero Julio Gambina (ATTAC Argentina, CADTM AYNA) alertó sobre la gravedad del momento político regional e internacional, situando la conferencia como una respuesta urgente a la escalada de la ultraderecha.

«Estamos viviendo momentos muy graves para América Latina, el Caribe y el mundo. Se ha mencionado acertadamente la agresión contra Palestina, pero también debemos denunciar la ofensiva contra Venezuela, Colombia, Cuba y Honduras», afirmó.

Julio llamó la atención sobre la articulación internacional de la extrema derecha, citando explícitamente la alianza entre Trump, Milei y Kast, recién elegido presidente de Chile.

«No podemos subestimar los consensos electorales de la ultraderecha. Son producto de los cambios en el capitalismo mundial», dijo, defendiendo una reconfiguración estratégica de la unidad de las izquierdas y los pueblos, capaz de responder a la ofensiva del capital, al crecimiento del capitalismo delictivo y a la amenaza de guerras a escala global.

Desde Chile, el camarada Luiz Schwaiger (MIR Chile) hizo un análisis crítico del ciclo reciente de la izquierda institucional en el país. Según él, el gobierno de Gabriel Boric no solo administró, sino que profundizó el modelo neoliberal, frustrando las expectativas populares surgidas en el levantamiento de 2019.

«Hubo un profundo abandono de la lucha política y de la lucha de clases», afirmó.

Schwaiger destacó que, tras el fracaso del proceso constitucional, el gobierno optó por no movilizar al pueblo, lo que abrió espacio para el avance de la derecha. También alertó sobre las reformas que buscan restringir la legalización de los partidos, excluyendo a las fuerzas populares y revolucionarias.

«Los que quedan fuera son precisamente los sectores populares y la izquierda que no tienen dinero», denunció.

Para él, la conferencia debe dar prioridad a la reconstrucción de la lucha de la clase trabajadora y al fortalecimiento del movimiento sindical.

La intervención de la compañera Patricia Pol, de Attac Francia, reforzó la importancia de la articulación entre movimientos sociales, sindicatos y fuerzas políticas, además de plantear la necesidad de enfrentar las desigualdades de género dentro de la propia izquierda.

«Para luchar contra el fascismo y el imperialismo, vamos a necesitar más mujeres», afirmó, al observar la escasa paridad en las intervenciones y los espacios de decisión.

Patricia destacó el interés de Attac, la CGT y otros sindicatos franceses en participar en la conferencia, conectando el encuentro antifascista con el proceso del Foro Social Mundial.

«Estos espacios no son solo para dialogar, sino para actuar juntos, proponer resistencias y mostrar que otros mundos ya existen y son posibles», afirmó.

En representación del Partido Comunista de Argentina, Marcelo Rodríguez destacó el carácter central del eje antiimperialista.

«El gobierno de Milei es un mero seguidor de las políticas de Estados Unidos y de su nueva doctrina de seguridad nacional», denunció. Para él, ser antiimperialista implica necesariamente ser anticapitalista y antifascista. «Estos espacios son fundamentales para fortalecer la lucha de los pueblos frente a las políticas de saqueo y represión», concluyó, reafirmando el compromiso del partido con el éxito de la conferencia.

También desde Argentina, Sergio García, dirigente del MST y de la mesa nacional del FIT-U, aportó una lectura internacional del escenario. Recién llegado de un congreso en Estambul, destacó que la ofensiva de la extrema derecha es global, pero encuentra resistencia en diferentes países.

«Existen peligros muy concretos para los pueblos, para la juventud, para la vida misma, pero también existe un polo de resistencia muy fuerte», afirmó.

Sergio defendió la construcción de frentes únicos en la calle y la articulación entre políticas antiimperialistas y anticapitalistas, citando además la resistencia en curso contra las reformas regresivas del gobierno de Milei.

Desde Colombia, William Gaviria (UNEB, CADTM Ayna) hizo una importante autocrítica al campo progresista.

«Tras la implementación del modelo neoliberal, no nos dimos cuenta del avance del fascismo, que desde los años noventa se ha ido arraigando en el imaginario popular», afirmó, reconociendo la responsabilidad de la izquierda por no haber reaccionado con la firmeza necesaria.

El compañero José Cambra, de la Asociación de Docentes de Panamá y de la Alianza Pueblo Unido por la Vida, relató una década de luchas populares en el país. Describió victorias importantes, como la derrota de las reformas neoliberales, la reducción del precio de los combustibles y el cierre de una gran minera transnacional tras movilizaciones masivas.

«Sin embargo, hoy vivimos la represión, las persecuciones, los despidos, las desapariciones y una violación sistemática de los derechos humanos», denunció. José alertó sobre el regreso de las bases militares de Estados Unidos a Panamá y defendió el frente único como lección estratégica fundamental.

«Esperamos que esta conferencia sea una expresión real de unidad para acciones continentales y mundiales contra la extrema derecha».

El compañero David Otieno, de La Vía Campesina de Kenia, hizo una breve intervención para manifestar el apoyo de la organización campesina internacional a la iniciativa de la conferencia.

Desde México, la compañera Verónica Carrillo, de la Promotora Nacional por la Suspensión del Pago de la Deuda Pública, destacó los nuevos retos que se plantean a la lucha antifascista, especialmente ante las nuevas tecnologías y la inteligencia artificial.

«Necesitamos discutir cómo construir el antifascismo en este nuevo contexto e incluir a la juventud y la diversidad de los movimientos sociales», afirmó. Para ella, la fragmentación de la izquierda y la incapacidad de responder a las crisis sociales explican las recientes derrotas y el avance de la derecha. «Siempre que hay capitalismo, hay peligro de fascismo, especialmente en contextos de crisis», concluyó, antes de destacar la importancia de la participación de la juventud en los movimientos antifascistas.

Al dirigir los debates, Roberto Robaina reforzó la necesidad de incorporar las preocupaciones planteadas a la planificación de la conferencia.

«La demanda de Flávia V. expresa una preocupación central: la conferencia no puede parecer una mera articulación de partidos», afirmó.

Robaina destacó el papel del MST y de la CUT como elementos clave para ampliar el diálogo con los movimientos sociales y propuso una nueva reunión ampliada en enero, con propuestas concretas para los paneles.

Al concluir su participación, Raúl Carrión sugirió que la conferencia se transmitiera en línea para ampliar su alcance internacional.

«Esto permitiría un efecto y una repercusión mucho mayores», afirmó.

Por último, Eric Toussaint acogió las sugerencias presentadas, destacando la importancia del equilibrio de género y la participación de los jóvenes.

«Debemos garantizar una presencia equilibrada de las mujeres en los paneles y crear espacios específicos para la juventud», afirmó, reforzando el carácter democrático y plural de la conferencia.

Al final de la reunión, quedó claro que la Conferencia Antifascista y por la Soberanía de los Pueblos se consolida como un espacio estratégico para la reorganización de la izquierda internacional, buscando articular partidos, movimientos sociales y luchas populares ante la gravedad del momento histórico.



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