Egipto, territorio de los paganos, opresores e innovadores faraones, tierra de la excéntrica y hermosa Cleopatra, comarca de las asombrosas esfinges y las maravillosas pirámides, herederos del rio más grande del mundo, el Nilo. Es la privilegiada nación, que germinó al nacionalista y excelentísimo Presidente, Jamal Abdul Nasser, líder imponderable del siglo XX, y progenitor de La unificación del mundo árabe. Fue literalmente envenenado por la impalpable, pero excesivamente poderosa, Sociedad Secreta, asentando el envenenamiento, por algunos líderes mundiales, ataviado con las banderas falsas, y teóricamente son anti imperialista o anti sociedad secreta.
Estos diversos actores, de diferentes épocas y países, se encarrilan los mismos maniáticos lineamientos de la invisible Sociedad Secreta, sus vigorosos peones, fueron quienes asesinaron a kishner, Chávez, y lo pretendían con Lula y Lugo. Son equivalentes a quienes asesinaron a Sucre y envenenaron a Bolívar.
Después del homicidio de Nasser, llego al poder su ex ministro de la defensa y traidor de la patria, Anwar el Saddat, cubierto de banderas falsas, (S.S), igualmente fue asesinado, esta vez por detonaciones de militares revolucionarios. Fallece el impío y renegado Saddat, y llega al poder otro ex ministro, con la misma vestimenta de bandera falsa, Mubarak, déspota dictador y aliado indiscutible del eje del mal, los poderes multinacionales y el mismo imperio occidental o GREEN-GO, que encarnan en esta invisible, Sociedad Secreta.
Luego este pueblo quienes estaban a punto de revelarse en contra el régimen de Mubarak, afloró obligatoriamente en la supuesta primavera árabe, apoyada constantemente con los medios de comunicaciones internacionales. Esta aparente primavera no fue más que la renovación a la re-invasión de Egipto. Cambiar a un sumiso, desgastado dictador vitalicio, a otro más obediente y con un tiempo constitucional. La S.S, autorizaron y solo permitieron las candidaturas de individuos, dispuestos a trabajar con ellos, o simplemente ser disciplinados a sus caprichos. Entre los candidatos admitidos, Murci, fue el primer presidente electo por el pueblo, supuestamente democrática. A principio los complació en todo, pero cuando se rebeló, con pequeños desacuerdos a los caprichos de la Sociedad Secreta, fue derrocado con un golpe de estado.
Ahora este desheredado pueblo egipcio, tristemente tergiversado con el atuendo de bandera falsa. El único y novedoso candidato, el supuesto patriota y anti imperialista, el ex ministro de la defensa, Sisi, con una semblanza idéntica al fugitivo Gadafi, de Libia.
La madre de Sisi, ciudadana marroquí, de origen judío, emigro a Egipto, en una misión de la MOZAD, a principio de los años 50. La misión termino cuando derrocaron a Murci, e instalaron a su agente Sisi, en el poder. Al Sisi, adquirió el mismo papel que desempeño Elie Cohen, quien era espía en Siria, con el nombre de Kamal Amín Thabet, quien fue descubierto y ahorcado en la plaza de damasco, a mediado de los años sesenta.
Inclusive el tío de Sisi, de parte de madre, Uri Sabbagh, fue miembro substancial de la liga a la defensa de los judíos, en la ex-Palestina (Israel) entre 1948 1950, (Hamagein). Fue pieza substancial del partido político de Ben Gurions, en donde se desempeño, como secretario del partido laboral de Israel, en Beersheva entre 1968-1981.
Este es el futuro de Egipto, ser presidido por los mismos enemigo de la patria, y asesinos de Nasser, miembro indiscutible de a inhumana sociedad secreta, y una obediencia incondicional al estado apartheid de Israel.
