2012: la última expansión imperial

Sin pretensiones pesimistas el panorama geopolítico mundial para este año luce sumamente sombrío, al menos eso expresan las notas informativas al cierre del 2011. La confluencia de diversas crisis del mundo occidental se presenta con su mayor rigor en los actuales momentos, es, al decir de algunos analistas, la Tormenta Perfecta. Tenemos por ejemplo, la crisis energética, evidenciada en décadas pasadas por ese eminente geofísico King Hubbert, quien pronostico que a partir de 1970 EEUU iniciaría un declive en la producción petrolera y el mundo, lo tendría a partir del año 2000, debido al agotamiento de las reservas globales de este recurso no renovable. En otro escenario, se nos presenta la grave crisis financiera mundial que amenaza la estabilidad de Estados Unidos y sus aliados Europeos, quienes se debaten entre levantamientos populares y quiebres de sus principales centros financieros, poniéndolos, en algunos países, por ahora, al borde de una guerra civil. También, no menos importante esta la crisis política de todo el establecimiento occidental que perdió toda credibilidad ante los grandes conglomerados humanos que hoy deambulan por las ciudades estadounidenses y europeas sin empleo, sin vivienda y sin alimentación, desencantados del fracasado modelo neoliberal que les fue vendido como expresión milagrosa de esa fantasía ya casi extinta denominado El Estado de Bienestar Social.

Todo esto explica el proceso de expansión mundial impulsado por occidente a sangre y fuego, desde la invasión a Irak, a Afganistán, a Libia, y ahora a Siria e Irán, lo que supone la inminente posibilidad de una Tercera Guerra Mundial, debido a la resistencia de los otros bloques de poder mundial, como Rusia y sus aliados, China y sus aliados, quienes se han parado dispuestos a frenar, mediante sus potencialidades bélicas, incluyendo la nuclear, las pretensiones de sometimiento global al Imperialismo Capitalista Occidental. En ese escenario se encuentra Venezuela, como el oscuro objeto del deseo, primera reserva mundial de petróleo y centro político de unificación suramericana, lo que nos obliga a fortalecer nuestros centros de Análisis y Elaboración de estrategias geopolíticas Permanentes como el Instituto de Altos Estudios de Defensa Nacional (IAEDEN), como la Comisión de Defensa de la Asamblea Nacional y sus similares en la cancillería, quienes deben fortalecer en lo inmediato el desarrollo de nuestra Doctrina de Defensa y Soberanía Integral, llevándola desde lo académico hasta la cotidianidad de los habitantes de nuestra nación.

Henry Navas Nieves
Lic. en Historia
12 – 01 - 12


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