Hungría no se ha salvado de los desastres ecológicos y ahora sufre, y el Danubio con ella. Y con este comarcas y países de la ribera que el río toca en su fluir hacia el mar. España, cuyos 5 millones de desempleados los llega en un gobierno “socialista” que sigue las recetas del FMI “pensando en el pueblo español” hacia el 2050. Zapatero en los últimos comicios ha caído en el subsuelo político electoral. ¿Qué hacía Zapatero en Sitges, Barcelona, en Junio de este año, reunido con el Grupo Bilderberg? Ese socialismo no es el mío.
Merkel y Sarkozy siguen a España y Portugal después del abismo en Grecia colapsando toda la comunidad. Este crack occidental como no ocurría sino en el del 29, al mismo tiempo les está cerrando las puertas a los inmigrantes. Permanecen con la OTAN oprimiendo pueblo en Afganistán (que se lleva un millón de euros diarios al gobierno de Zapatero que sin pestañear continuó la política de Aznar en este sentido) y en Irak, y en África como en Haití.
Toda la comunidad europea con EEUU conforman un bloque occidental que decidió en septiembre del 2001 echarle la culpa a los musulmanes (dueños soberanos del recurso energético en su territorio) del terrorismo globalizado. Usaron el comodín de Bin Laden y dieron muerte a la democracia en sus estados. La lucha contra el terrorismo transformó las legislaciones nacionales convirtiendo a todos en uno frente al enemigo en común. Una sola dictadura mundial.
Fabricado terror en los laboratorios del Pentágono, y la Casa Blanca. La actual administración gringa, como las anteriores no dudaron y ni dudarán en sacrificar tres mil ciudadanos (véase atentado de las torres gemelas en New York) norteamericanos y residentes en el país con tal de lograr los objetivos primordiales de defensa del sistema capitalista de producción y consumo. Esta lógica abierta tras los atentados terroristas en todas partes del mundo tiene a los mismos EEUU y UE junto a Israel, la plataforma de dominio occidental emplazada en la misma Palestina, capitalizando la guerra y el caos por doquier. Ellos invaden, saquean, arrasan militarmente; luego sus compañías de construcción levantan nuevos países donde antes eran “países forajidos” ahora serán aliados del sistema capitalista occidental. Los que disientan aquí son “forajidos”, “estados fallidos”, “amenazas de la región”, en fin manzanas podridas para la burguesía multinacional.
Haarp, el proyecto que desde Alaska hoy y luego Puerto Rico, utiliza el sistema para controlar el clima y crear desastres para poner de rodillas a los estados occidentales, y hacer sufrir desestabilización y muerte en los países enemigos cuyas muertes nunca serán adjudicadas al sistema capitalista sino al clima mismo. Mientras tanto le dan el premio nóbel al disidente y preso chino y occidente pega el grito. Gritan los demócratas occidentales que aplastan sus disidencias con cárceles como las de Guantánamo. Pero callan cuando asilan a un Posadas Carriles en su seno. En la España actual con tres décadas de “democracia” temen castigar a los culpables de crímenes de lesa humanidad cometidos en la guerra civil, finalmente serán juzgados en Argentina.
También las mentes controla este armamento geofísico con la tecnología de Tesla (HAARP) que usan ahora para configurar un nuevo orden mundial. Hay mucho material al respecto regado en la red sin desperdicio sobre este tema, otra cosa es que los políticos se vean inhibidos a ventilarlos. Donde Haarp produce sequia, no hay agua, los recursos eléctricos se ven alterados y la población sufre las consecuencias de este atentado terrorista. Por otro lado al Grupo Prisa (España) es expulsado de Irán. Y los informes filtrados de Wikileaks sobre Afganistán ponen oscuro a Obama. Premio nobel de la paz. Nobel que dan a Vargas Llosa para adular una derecha reaccionaria en el Sur revoltoso y proletario. Premios y castigos del capitalismo.
Los medios masivos de información y comunicación privados conforman una red global que transmite una visión prefabricada en los escenarios del mismo sistema capitalista que va desarrollando una pedagogía mundial a través de sus programas novelas y películas, articulando así con la información sesgada un elemento disociado de su propia realidad. Luego es más fácil inducirlo a pensar de tal o cual manera porque la publicidad y los recursos mediáticos así lo han creado, un estado mental determinado para una población destinada a carne de cañón y consumo, siempre interesado en consumir. Las multinacionales transforman al campesino e indígena de productores en consumidores y así le roban la producción y el territorio. Luego usarán el alimento para volverlo combustible (etanol) para los automóviles europeos y para el hambre sudamericano.
Cuatro segundos tarda un niño en morir de hambre en el planeta hoy. La mitad de la población mundial gana menos de 2 $ diarios. Casi 2000 millones no tienen acceso al agua potable. Y eso que tenemos en nuestro territorio recursos (agua y alimento) para todo el planeta. Los ricos van transfiriendo el poder de los estados a las transnacionales, y estas van conformando bloques de empresas articulando un nuevo orden mundial, donde una de estas empresas maneja presupuesto de un bloque de estados nacionales, con el tiempo desaparecerán estos y quedarán aquellas. Los inmigrantes al final de la II Guerra eran mano de obra barata y reconstruyeron Europa, hoy son perseguidos por terroristas.
El sistema capitalista agrega a su acumulado de horror, unos acumulados de desastres económicos, políticos y sociales tal que no hay un solo país en el mundo que no sufra sus consecuencias nocivas. Hay tanto dolor y horror y muerte en el mundo que el carnaval permanente de Hollywood parece un payaso con la risa dibujada pero con la tristeza hecha mirada de inmigrante.
Para nada extraña una guerra que se transforme en mundial en poco tiempo en estos días. Inducida como siempre por los capitalistas que se enriquecen más vendiendo drogas y armas y expandiendo el territorio hegemónico. Lo que sí extraña es que haya otro mundo luchando por destruir este sistema asesino de niños. Un bloque de naciones que se ha dispuesto a enfrentar los demonios del individualismo y crear las bases para una comunidad de naciones unidas por sus pueblos y no por sus oligarquías. Reunidas por la humanidad y no por el consumo. Hay tanto odio de la burguesía contra los pobres que se respira ese veneno con olor a sangre y es de un niño que se muere.
En verdad que es una guerra de ricos con pobres, pero también lo es de la sombra y el mal contra la luz y el bien, de manera que se vuelve metafísica batalla y desde esta perspectiva lo universal de nuestras conductas humanas en pro de unos y en contra de otros define nuestro lugar en esta cosmogonía. Cual guerra apocalíptica nuestras fuerzas están dirigidas a combatir al germen de la oscuridad y el mal, que es la mentira y es la opresión de los ricos contra los pobres. Nuestra lucha no queda en el marco de una mera batalla financiera o política, sino que traspasa la frontera de la lógica del capital y abraza culturalmente un territorio más universal cuya lógica es la del Espíritu.
Venceremos, lo sabemos desde que empezamos la guerra, sin poder medir ya esta fecha ancestral ni su final, y estamos aquí para lograrlo como sea. Ahora a resistir a la oscuridad y a la muerte hasta que la fuerza nos de vida. Nos respalda una biología socialista que salvará al mundo del desastre final gracias al Espíritu de lucha. A resistir no más, sin miedo a nada, orgullosos de un destino feliz por una humanidad cargada de amor y esperanza. Como esos mineros chilenos que el sistema usa publicitariamente pero que ellos resisten para vivir. Una vez más el pueblo saldrá a la luz de la verdad con una moral revolucionaria capaz de vencer al capitalismo.
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