Organización popular al fraude chavista

El escenario político actual profundiza de manera acelerada sus contradicciones. El avance de militarismo y la autocracia demarca de forma inequívoca el rumbo de un proyecto, que desde un comienzo ya reflejaba sus primeros virajes de lo que fue la oferta engañosa que logro aglutinar la esperanza de un pueblo decidido a darse un verdadero cambio revolucionario, que pusiera fin al bipartidismo del Pacto de Punto Fijo y que tuvo su máxima expresión de fuerza popular el 27 de febrero del 1989, pero esta acción del pueblo y los avances organizativos lejos de ser fortalecidos una vez asumido el gobierno del presidente Chávez fueron simultáneamente desarticulados y desmantelada la iniciativa popular , dando paso al mejor estilo Betancurista del mvr , convirtiendo pues la iniciativa de organización popular en un partido, lo cual Chávez luego perfeccionaría con el llamado a conformar el partido único (PSUV) para de esa manera liquidar cualquier forma de organización del pueblo y minimizar a los aliados. El psuv no significo un cambio en la forma organizativa y reprodujo en su seno el modelo de los viejos cogollos y caudillos de los partidos del puntofijismo.

Liquidadas desde el gobierno las fuerzas revolucionarias organizativas del pueblo y secuestrada la iniciativa popular, pasa el gobierno a una segunda fase y comienza a crear el marco legal que profundiza la globalización y su modelo neoliberal, marco legal que va desde la convocatoria de la constituyente derivada desde el poder constituido, para imponer una carta magna, que abrió el camino al conjunto de leyes antipopulares, entreguistas y represoras que se han ido aprobando; unas vía habilitante, otras con la anuencia de los Diputados del PSUV y sus aliados (UPV; PPT Y PCV). Estas leyes no son más que el reacomodo del marco jurídico de nuestro país al servicio de la mundialización.

Amparados en la Constitución Bolivariana se da paso a la ley de Hidrocarburos que deja la mesa servida al capital transnacional para que a través de las figura de Empresas mixtas entregar en propiedad el 40% de nuestro principal y única fuente de ingreso, como lo es el petróleo, sin importar que esto pone en peligro el bienestar de nuestras generaciones futuras y violenta flagrantemente nuestra soberanía.

Se crea la Ley de Tierra para dar el reacomodo jurídico que legaliza las empresas multinacionales de la agroindustria, traicionando al movimiento campesino, hoy mas empobrecidos que nunca, utilizados como peones de hacienda mal asalariados y sin obtener la tierra prometida, situación que nos ha llevado a una dependencia agroalimentaria total.

Este gobierno que se dice revolucionario ha tomado de igual manera el modelo jurídico represivo norteamericano como lo es la LEY PATRIOTA y lo ha vaciado en un conjunto de leyes que van desde el COPP, pasando por la ley de Seguridad de las Fuerzas Armadas, la propia Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas, la Ley Sapo, la ley de Educación y la ultima y miserable Ley Propuesta por Chávez, a través de la interlocución de la Señora Fiscal General, esta maniobra de Chávez perseguía dos intenciones; una medir la capacidad de respuesta del pueblo y los medios de comunicación, y su jugada maestra de sacar del camino a una Fiscal que no le es del todo de su Agrado, pues es vista hoy ante los ojos del mundo una especie de verduga mediática.

Con este abanico de leyes represivas y entreguistas queda en evidencia como con un discurso revolucionario y antiimperialista, se ha ido adaptando nuestro país a la doctrina jurídica y militar Norteamericana.

Ahora bien sin enemigo principal de la emancipación de nuestros pueblos es hoy la globalización, como entender y apoyar a un gobierno cuyo accionar esta al servicio de los grandes capitales globalizados, y que lejos de ir creando nuestra emancipación e independencia ha venido diversificando la dominación.

Necesario es hoy más que nunca mantener nuestra inequívoca posición revolucionaria, nuestra trayectoria de lucha por la emancipación de nuestro pueblo, por la soberanía de nuestra patria, y no permitir que se nos pretenda confundir. Los factores reales de poder que ayer mantenían al puntofijismo son hoy el soporte de este proceso chavista, sólo que éste mantiene un discurso revolucionario que afortunadamente son cada día menos los embaucados por el mismo.

Es el momento de la ofensiva y la organización popular y revolucionaria para que los dos sectores de la derecha que hoy se disputan el poder, la chavista y la puntofijista no terminen de imponer su reacomodo para la dominación de nuestro pueblo.

Nmvp2002@yahoo.com


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Natali Vasquez


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