Analfabetismo político, para las escuelas ideológicas.

Los éxitos conseguidos y previstos por la revolución, tienen el efecto deseado, estimulan al pueblo ha avanzar hacia la realización histórica del socialismo con el líder de este proceso. Lo que obliga al Sr. Presidente ha traspasar el infinito amor que las masas sienten por él, a la ideología bolivariana.

Las escuelas ideológicas que ya existen, por el amplio desarrollo de la democracia y la inclusion del pueblo a la gestion, son: los consejos comunales, las misiones y deberían ser las estructuras públicas, cuyo centralismo democratico sera, como principio el nervio motor de la gestion socialista, de ninguna manera elimina la responsabilidad de la actualizacion. Ideologia  obligada a demostrar su derecho a existir por su correspondencia con la realidad. Pero como el presidente no ha ordenado, que estas sean las escuelas ideológicas, a nadie más se le ocurre o acaso esperan se les entrege o construyan un instituto, pueden funcionar en cualquier centro educativo o area comunal, lo importante es que funcionen. Estas escuelas tienen que buscar la edad de la ideología para formular sus principios absolutos y combatir la desunión entre la teoría y la práctica. Pasando revista al proceso, nos damos cuenta del uso cínico de la ideología, explotándola en clichés. Revolución practica, que se cuida menos de la ideología, por el hecho que realiza obras para el pueblo. Hay sentido común para mejorar la vida, sin profundizar la cuestión doctrinal que pudiera frenar las cuestiones prácticas sobre desarrollo y soberanía.

En todo esto hay una especie de moraleja. Hagamos lo que hagamos, mientras no sea rendirnos ni volver al capitalismo, seguiremos siendo chavistas, con muy pocos revolucionarios de verdad. Y, es aquí donde entra la moraleja. Lo mejor que podemos hacer, es seguir ajustando nuestra política, a nuestras creencias en nuestra época, y no moldearlas o disfrazarlas, con la intención de persuadir a capitalistas o comunistas, a dar crédito a nuestras buenas intenciones, hasta lograr practicar la ideología aun no escrita del bolivarianismo. Esto nos lleva a un hecho resbaladizo en nuestra mentalidad latina, donde solo conocemos el comunismo, por la ex URSS en el mapamundi y por los partidos políticos comunistas y socialistas. La ideología, con cero prácticas no es nada, es lo que está ocurriendo en la actividad pública, un centralismo burocrático coercitivo, de arriba abajo que le quita poder de multiplicación al proceso.

El pueblo tiene mejor conocimiento y madurez, es indudable. Los funcionarios, en muchos aspectos están mejor capacitados en la gestión administrativa, pero están atrasados con el pueblo. Para poder afrontar esa responsabilidad se requiere que el funcionario ademas de poseer conocimientos especiales, sepa trabajar con el pueblo, la practica social y humanista  le permitiran ser mejor administrador. Para ello es importante los conocimientos sobre produccion como la gestion como tal. Pero, la inmoralidad de la inseguridad, la moral de clases, la duplicidad de la conducta, la poderosa influencia oligarca en los medios, los oportunistas políticos y militares, la sensibilidad a la crítica, la misma educación, el materialismo cultural, son parte de la idiosincrasia. Y, todos estos datos recopilados, son la experiencia de este proceso. Necesarios para construir la ideologia con teoría  y práctica, restar o sumar, es responsabilidad de las escuelas ideológicas que son: la comunidad, el gobierno, la familia y la persona. Las escuelas reforzaran científicamente el conocimiento.

La sociedad socialista no es una espontaneidad, es el resultado consciente de las masas encaminados a dirigir los complejos procesos sociales, los recursos materiales basandose en las leyes constitucionales, sus reformas y utilizandolas. Las bases teoricas de la direccion de los procesos sociales ya fueron escritas por Marx y Engels, se desarrollaron y modificaron con Lenin, ahora seran actualizadas y mejoradas con Chávez y esto no es casual, ya que con el triunfo continuado en las urnas de las revoluciones pacificas, la tarea de dominar las leyes sociales para construir la nueva sociedad se convirtio en fundamental e inmediata. Necesario es, la base cientifica elaborada por el pueblo, asumida por el partido y el gobierno, para construir el socialismo chavista o bolivariano.

La transición debe apuntalar una gigantesca estructura de poder en el pueblo, para empezar con la participación de las escuelas ideológicas, esta misma estructura será constantemente apuntalada, para evitar quedarse en el rancho intelectual con una impresionante y falsa fachada destinada a la apariencia. El flujo de los acontecimientos mundiales, los resultados del proyecto revolucionario, producidos intelectualmente en su mayor parte por el presidente Chávez, convierten al resto en empíricos titubeantes, aturdidos y agradecidos por la confusión que origina el burocratismo, les permite disimular su ignorancia ideológica, alivio para la mayoría de funcionarios en puestos medios y altos, delatan su analfabetismo político.

Sin un mayor poder en manos del pueblo, las escuelas ideológicas serán invadidas por un universo de palabras, sin critica, destinadas a satisfacer el enfoque político sobre una ideología nunca practicada. Hecho intimo que nos convierte en analfabetos políticos. El marxismo leninismo, para el comunismo, el socialismo, tienen soluciones dentro de su universo político. El bolivarianismo, las soluciones a los históricos problemas, estarán enmarcadas dentro de la realidad. Esta la escena tras las cortinas, donde está la tramoya con todos sus nerviosos manipuladores por la inquietud intelectual que obliga a liberar tensiones en el gabinete. Choque de opiniones sobre la base de principios marxistas leninistas con el chavismo practico.

No haríamos más que engañarnos a nosotros mismos y a los demás, si en las escuelas no se estudia: administración popular, ciencias políticas, socialismo científico, socialismo agrario, sobre nuestras realidades culturales-económicas. Para eso el poder tiene que liquidarse a sí mismo en el gobierno y traspasarlo al pueblo, antes de liquidar el proceso, donde se inventa la nueva ideología para el socialismo. Es en este punto, donde se resisten las costumbres capitalistas, el plano material-económico. Ahora bien, Venezuela es una empresa revolucionaria en marcha, decidida a progresar sin arrastrar dogmas, que no tengan que ver con los hechos que hay que solucionar. Pero es aquí, donde nuestra resbaladiza cultura no ha progresado, está muy lejos de dar en el blanco. Venezuela, todavía no es un estado moderno, y la primera función de la ideología es combatir los hábitos sociales, productivos y económicos.

Esta labor la debería realizar el PSUV y el PCV, una vez   el partido socialista unido este en manos del pueblo. En sus manos se puede combatir el burocratismo, ejercitar la contraloría social y poder invitar a los actuales vicepresidentes a participar desde el primer grado en la escuela ideológica, en donde todos somos alumnos, para poder construir sobre la crítica, la ideología misma, en la estructura del proceso.



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Raúl Crespo


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