“Ponte los zapatos del Socialismo”

Para las y los revolucionarios la propaganda, la publicidad tiene que ser contenido capaz de estar a la altura de los acontecimientos, soportado en elementos coherentes, objetivos y efectivos tanto con la teoría, con lo que se dice, con su accionar; es decir a lo que en su emprender se va desarrollar y hacer en la practica. De tal manera que la propaganda y la publicidad revolucionaria tienen un rol tan significativo e importante como la misma organización de los distintos frentes de lucha del proceso revolucionario. No se puede pecar de incauto al desestimar lo concreto que asigna la concepción teórica científica cual compone la palabra (socialismo), pues no se trata de cualquier cosa, mucho menos de “ponerse unos zapatos y ya ser socialista y luego quitarse unos zapatos y ya no serlo”.

El significado del Socialismo, como nos diría el ejemplar y grandioso camarada Jerónimo Carrera, resulta indispensablemente enfocarlo como un largo proceso, a lo largo del cual se van resolviendo múltiples contradicciones mediante arduas luchas entre lo nuevo y lo viejo, entre el pasado y el futuro de la sociedad. En cualquier momento de ese proceso el socialismo es real, en cuanto a que es el único y verdadero socialismo existente en una sociedad determinada. Pero no será necesariamente idéntico al de otras sociedades socialistas, cuyo socialismo real reflejara de modo inevitable los rasgos propios de cada sociedad y también los del momento del proceso de construcción socialista en que cada una de dichas sociedades se encuentre.

Entonces entra la reflexión crítica y autocrítica desde la consigna que imprime la naciente organización juvenil del PSUV en su llamado al amplio y diverso sector juvenil a ser participe del momento histórico que inscribe el proceso revolucionario bolivariano, cual muy bien al igual que el Partido tiene que colocar en el tapete de la discusión, cual tiene que ser su papel de clase en la sociedad, teniendo en cuenta que esta revolución suscribe como referente patriótico (el ideario y el pensamiento del Libertador Simón Bolívar y la de los próceres independentistas latinoamericanos, las banderas del internacionalismo y la solidaridad) faltando por discutir y debatir aún las consideraciones de: la concepción política-ideológica y los fundamentos filosóficos que persiguen la construcción de la sociedad socialista en Venezuela.

Mucho mas ahora que nos encontramos en un transito de profundización de la liberación nacional y de agudización de la lucha de clases abiertamente descarnada a través de la actuación de los sectores lacayos de la burguesía nacional asociado al imperialismo yanqui, quienes hacen todo lo posible por frenar y llevar al fracaso todo impulso de avance que apunten a la transformación del Estado y su estructura burguesa.

La reflexión tiene que llevarnos a superar el “tareísmo pragmático” por la eventualidad llamada por la coyuntura nacional, asumida por las pasiones, el desafuero por la justificación del cumplimiento en su mas elevada expresión, estos desatinos obtienen como resultado, no colocarse en una posición crítica ante el contexto y la realidad objetiva que lo amerita en sus debidas circunstancias por parte de las instituciones del Estado y promotores particulares de la acción revolucionaria puntualmente el (Frente Francisco Miranda de Luchadores Sociales y el Instituto Nacional de la Juventud), muy bien a sabiendas que es sumamente importante para la garantía de la continuidad y la confirmación de seguir llevando adelante el proceso revolucionario en cauce, ganar las contiendas electorales próximas, teniendo en cuenta que la lucha por la transformación de la nación esta sujeta en el marco (constitucional, pacifico y democrático).

Junto a los procesos coyunturales, las tareas del proceso revolucionario demandan elevar niveles de organización, madurez en la confrontación ideológica, la formación constante de las y los militantes revolucionarios y de la nueva militancia de turno, guiar y orientar en los procesos de transformación: un nuevo modelo de educación, cultura y el arte que vayan acorde con el planteamiento revolucionario del país en todos sus aspectos de producción integral, técnico y científico conectado al bienestar social de las comunidades puesto en la participación y el protagonismo de los actores sociales, será poder contar con el sujeto histórico de una nueva sociedad que rompa con los viejos vicios y los modos culturales anacrónicos (burocratismo, corrupción, nepotismo, ineficiencia, oportunismo…) propios de la razón y la lógica del capitalismo.

En este caso, la Juventud venezolana tiene que ponerse a la orden del momento que nos exige el curso de la sociedad, el papel de la juventud es ser en su esencia rebelde contra la ignominia del sistema explotador, contra la discriminación de género, la detestable explotación que ofrecen las contratistas de “comida rápida” transnacionales (MC Donald’s, ARTUROS, BURGER KING, etc.), los programas mediocres y basura de la televisión comercial, la música degenadora, machista, obscena sin contenido alguno para la humanidad, así como de tantos otros detractores de la sociedad.

La Juventud tiene que ponerse de cara a su barrio, su comunidad, sus liceos, sus universidades, sus centros de trabajo y de producción cultural, deportiva y recreativa a ser los subvertidos por la conquista del poder popular, la liberación nacional y el socialismo, solo así abriremos los caminos para el futuro de las nuevas generaciones.

kulebrin_jcv@hotmail.com


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Sergio Gil

Licenciado en Ciencia Política y Relaciones Internacionales.

 sergioconbolivar@gmail.com

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