Faro Geopolítico # 22

En memoria a Hugo Chávez. Su Geopolítica

Desde inicios de su mandato, Chávez fue el motor impulsor de la integración iberoamericana-caribeña y gran arquitecto de un nuevo orden mundial influido por una cosmovisión política bolivariana, heredada tanto del pensamiento de Simón Bolívar, de la obra nuestroamericana de José Martí como del ejemplo de otros próceres de la independencia iberoamericana. Para ello, plantó diversas iniciativas geopolíticas, tanto algunas de carácter novedoso, como la idea del relanzamiento de otras ya existentes. Por ejemplo, el 26 de mayo de 1999 Hugo Chávez propuso en el marco del XI Congreso Presidencial de la Comunidad Andina de Naciones (CAN) la creación de una federación de estados iberoamericanos y caribeños que pudiera dotarse de una política exterior común. Esta propuesta no tuvo eco ese momento y Venezuela, de hecho, terminó retirándose de la CAN años después. Sin embargo, finalmente logró materializarse en la creación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) lanzada en Caracas en diciembre de 2011.

La determinación de Chávez por crear, transformar y consolidar mecanismos de integración político económica para la región ha traído sus frutos a lo largo de los años del proceso bolivariano en continuidad y fortalecimiento que ejerce el liderazgo del presidente Nicolás Maduro. Instrumentos de formidable importancia trascendental que adquieren un significativo alcance regional inmerso en la perspectiva del nueco orden multipolar y pluricénctrico, como lo es el Banco del Sur, una iniciativa impulsada por la propia cosecha del Comandante Chávez junto a Fidel Castro y Luiz Ignacio Lula da Silva.

De tal manera que Chávez ha sido el fusor orientador en la construcción de una geopolítica venezolana enfocada a la creación de un eje antiimperialista y, por momentos antihegemónica estadounidense (en tanto y en cuanto EEUU representa en la actualidad el declive del poder hegemónico regional y mundial), que permitiera a la región de dotarse de mayores cuotas de soberanía política y económica. Este accionar tiene sus antecedentes en el G-77, devenido a su vez en el G-20 y el G-7 por el sometimiento que estos pretenden imponer a los países del Sur Global en el escenario internacional decádas atrás al igual que en la actualidad.

Teniendo presente que Venezuela sigue participando en el Grupo de Cooperación Sur – Sur y ensancha las alianzas estratégicas con las potencias económicas emergentes que lideran la República Popular China y la Federación de Rusia a través de los BRICS que representan un bloque del 47% de la población mundial y en ascenso en su pronta ampliación a la que seguramente se incorporarían proximamente ante el escenario de la Cumbre XVI a llevarse en Kazan (Rusia) en octubre de este año, asistiendo las naciones de Venezuela, Argelia y Kazajistán como nuevos miembros.

Significaría que los BRICS controlarían hasta el 90% del petróleo y del gas comerciado globalmente. Faltaría contabilizar a Bolivia, que ha reanudado su exploración de gas y detenta las máximas reservas globales de litio, que muy bien pudiera ocupar la ausencia de Argentina o ser incorporado en la Cumbre de Kazan. En suma, se ha creado un círculo virtuoso entre exportadores e importadores de petróleo y gas que han empezado a abandonar al petrodólar por la tripleta petro-yuan/petro-rupia/petro-rublo que de facto abona a una de las "tres desdolarizaciones": la desdolarización comercial, cuya principal materia prima de intercambio es el binomio petróleo/gas.

Los BRICS han concentrado una enorme fuerza económica desde 2015 por medio del Asian Infraestructure Investment Bank y desde 2013 el New Development Bank (NDB), que va a conceder el 30% de sus créditos en monedas de sus países miembros acercándose cada vez más en una unidad de fluctuación de intercambio monetario en los controles de capitales y convertibilidad compatible que precipitaría la caída inevitable de la hegemonía del dólar.

En el Caribe, Chávez se estableció como una figura fundamental de contrapeso a la influencia de EEUU, que todavía goza de gran ascendiente entre los pequeños Estados del Caribe, sobre todo entre los anglófonos. Recreando la geopolítica de Chávez, un visión del gran espacio del Caribe como área estratégica de defensa para Venezuela por todo lo que representa el Mar Caribe ante las amenazas de la IV Flota de EEUU.

La geopolítica impulsada por Chávez sin duda que destaca la obra máxima de su ideario en el marco fundante del proyecto de la Venezuela potencia soberana y la construcción del socialismo venezolano que se define dentro de los aspectos de integración regional que pasa también por la complementariedad de integración energética. Ejemplo de ello, fue la propuesta realizada por Chávez a los vecinos de Brasil y Argentina de la construcción de un Gran Gasoducto del Sur, un ambicioso proyecto de 8 mil kilometros de largo que atravesaría el Amazonas para llevar gas venezolano desde Puerto Ordaz a Buenos Aires que fue presentado en el marco de una reunión presidencial trilateral celebrada en Brasilis en 2006. El proyecto se insertaría en el marco de la iniciativa PetroSur pero algunas reticencias con Petrobras llevaron a su modificación en el 2008 por un proyecto alternativo de surtir gas al cono sur.

La idea del ALBA-TCP, es uno de los hitos más importantes de la pol´tica exterior chavista, por su oroginalidad, profundidad y relevancia geopolítica. El ALBA-TCP fue expresada por Hugo Chávez durante la reunión de la Asociación de Estados del Caribe (AEC) celebrada en isla Margarita, en diciembre de 2001. Meses anteriores había rechazado la propuesta del ALCA durante la III Cumbre de las Américas que tuvo lugar en Quebec, en abril de 2001. Cabe decir, que la idea del ALBA según comentarios de Chávez al respecto en una de las interlocuciones del "Aló Presidente", surgió en una conversación con Fidel Castro, durante su estadía compartida en la Cumbre realizada en Margaita, un 10 de diciembre de 2001.

Entrando en vigencia el ALBA-TCP el 14 de diciembre de 2004. Con este acuerdo Cuba y Venezuela demostraban estar a la vanguardia de la construcción contrahegemónica y antiimperialista en el continente, mostrando los muchos puntos de conexión que tenían sus respectivas políticas exteriores, sustentadas en los ideales bolivarianos y martianos de hermandad caribeña-iberoamericana.

Por último, se hace valerosamente interesante resaltar la idea en cuanto a la creación del Consejo de Defensa Suramericano (CDS) considerado como una "OTAN Suramericana" bajo el marco del esquema de UNASUR, que pretendería ser un elemento de vital importancia para el ejercicio de la "defensa de la soberanía regional". En cambio la propuesta erigida por Chávez en 2003, fue la de crear un Consejo Atlántico Sur, OTAS en lugar de OTAN, en favor de la defensa hemisférica del continente frente al Tío Sam de Washington. En 2004, Hugo Chávez expresó la necesidad de seguir trabajando en la integrción militar iberoamericana. El desarrollo de dicho esquema continental de defensa posibilitaría reforzar a Suramérica como bloque de poder que disuadiría las veleidades intervencionistas de EEUU en su territorio. En el que países como Colombia, fuertemente aliado en términos militares a EEUU lo han llegado a ver con reticencia.

 



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Sergio Gil

Licenciado en Ciencia Política y Relaciones Internacionales.

 sergioconbolivar@gmail.com

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