Nicolas: llegó la hora de buscarte tu Pericles

En vez de Delcy, de El Aissami y, de Diosdado que tiene años que no pasa una buena idea que ordene el país ni deje nada de extraordinario, por lo general, en tres y dos profundizando una revolución que hace tiempo se nos escapó sin poder decir, por allá jumea, perdido como ha estado con sus mazazos cotorreros y, al instalarse en la presidencia de la ANC, su gran fascinación publicitaria, que le salió a flote, mandar a los constituyentistas a la calle como unos barre calles a la Trump que está enjaulado por los inmigrantes. Que mejor hubiera sido mandarlos a la frontera de la enemiga Colombia sin carajitos llorando por sus padres, pero sí perdidos por una paz que la andan buscando y no aterriza que le dio el premio noble al presidente Santos como el peor error mundial cometido por los suecos que, no se percataron que es de la deshoestidad bogotana, no de la bazofia, como diría el Sócrates del "partenón" de Aporrea.

Tenemos una guera, una guerra inhumana de precios que el gobierno ha esquivado y ha sido tanta la dejadez que se le perdió de vista y, con amenazas como distracción pública no van a enderezar el país, y dónde está Pericles que pudiera ser nuestro salvador, si es que todavía estamos a tiempo que si no han podido con el dólar paralelo, cada día más envalentonado en valor que tiene al pueblo padeciendo de un coñazo de necesidades que llevó a las enfermeras a vestirse de blanco como adecas puras que ni ellas saben qué sueldo ganar si ninguno alcanza que satisfaga y, como ellas todo el pueblo que trabaja bien con el gobierno o, con la empresa privada que es la que más aumenta a su satisfacción que acaba con Maduro sin tirar nada para el home, porque la rabo de cochino era de Chávez y Chávez no se la dejó cuando, antes de irse, en solitario le diría: tú serás Nicolás el nuevo pícher de la nación como mi relevo, y lo que vas a tirar para la goma será lo que de ahora en adelante hará feliz a tu pueblo que lo malos gobernantes sobran en el mundo y, unos pasan como tiranos, otros como demócratas, otros como corruptos que sobrar en nuestra América, otros como traidores que se arrastran sin pudor ninguno al imperio y, creen estar gobernando cuando lo que están haciendo es lo contrario que son los regímenes que más daños le causan a su pueblo, sino fíjate en el colombiano, en el méxicano, en el brasileño, en el peruano y en tantos otros que están a la vista de quien vea con una luz de vergüenza que como entreguistas y arrastrados no son envidiables. Y, continuaría:

Y, tu papel en lo adelante que recibas el poder: ganado democráticamente y con mi ayuda imperecedera, pudo haberle dicho a solas, tienes que luchar por Venezuela, pero haciendo, no hablando debilidades, ni amenazando, sino actuando a tiempo en que no debes dejar para mañana lo que puedes hacer hoy que es ahora, que es peor y se pierde el tiempo en necedades con tanto -en política- por hacer, y resguarda el país con gente honesta en el cargo que sea, con gente preocupada por el pueblo y no por ellos, ésos no te sirven ni a ti ni al país que, los militares son gente de poder dentro de nuestra fuerzas, unos leales otros no con su "guacho" de acción, pero ambiciosos como nadie más en el país que si no sabes tratarlos olvídalos y sé acertado en tus cálculos, no des sino te dan, que paciencia con trabajo da sus frutos, por lo que no te debes confiar de nadie, desconfía siempre Nicolás que allí estará tu gran encomienda de tu vida que, así como a mí me jugaron sucio y me dejé llevar a veces por cantos de sirenas contigo harán lo mismo o peor, y manda a castigar a los que hay que castigar que sólo el pueblo es el que te debe juzgar y, sé ese presidente que necesitamos para lo grande, para lo reconfortante, en el campo que quieras que todos tienen valor, no pongas y, no te dejes llevar por la ley del Talión, que igual da.

Se necesita un Pericles que te oriente si estás desorientado que parece ser la consigna, y a ése lo puedes encontrar bien en la izquierda, bien en la derecha como en el centro, tiene que existir, porque de lo contrario se perderá la República más de cansancio que de solucionarles los afrentosos problemas que tienen sin respiro de ninguna clase al pueblo y, si quieres paz, como dijo Aristóteles, tienes que ganar la guerra. Ahora bien: "todas las virtudes prácticas tienen lugar y se ejercitan en la política o en la guerra". La guerra que parece no acabar sino echas los organismos del estado a las calles a combatir la brutalidad y el ladronismo de la alza de precios por el dólar que dejaste escapar y, hay que hacerlo sin compasión, ni implicación, ni corrupción de ninguna clase y, a los militares a la frontera de la que no deben salir si de verdad la vas a cerrar como debe ser en estos tiempos que los colombianos con un presidente electo que te desconoce, nos quieren acabar con la complicidad del imperio y otras naciones en peores condiciones morales que la nuestra.



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Esteban Rojas


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