¡Oh Héctor Cabrera, gloria insigne de la música romántica! entre otros géneros. Hoy, a casi 13 años de tu partida, vuelves y nos recuerdas tu inmortal canción, original de Gian Franco Pagliaro.
El profundo contenido humanista, del repertorio del poeta de la canción Héctor Cabrera en “Las cosas que me alejan de ti”, rememora y se trae a colación justo en estos momentos de convulsión en Venezuela, la gallinita de los huevos de oro.
Mientras la conmoción transcurre en toda la patria, por trasfondo político como es bien conocido, la mayoría de la población inquieta choca con barreras que hasta hace pocos años, durante el gobierno de Chávez, no existían.
Allí, pues, en el Estado Nueva Esparta se puso en evidencia la fuerza de los Dioses que, igualmente, durante el gobierno de Chávez tampoco existía.
A los miembros del gobierno no se les está implorando que luchen sin desearlo sus voluntades. Se le olvida al gobernante que sin la ayuda del voto de esa señora que manoteó él habría sucumbido a manos de la oposición, como casi está sucediendo actualmente sin ser éstos últimos gobiernos.
La lanza no debe volar hacia quienes le dieron la victoria. La decepcionante conducta de muchos de los miembros, de nuestro gobierno “revolucionario” no se detiene, hasta que haya atravesado el cuerpo del enemigo el cual no es el pueblo que los sigue y persigue por amor unos, por necesidad otros, pero jamás por interés como si pudiera coexistir en el punto y círculo más reducido del trono. Ver:
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Como aparece el fuego encendido en ese sitio algo solitario muy cerca de los navegantes que deambulan por el mar, exuberante en peces, hay necesidad de sacar la lanza del baúl de los recuerdos pesada y dura que por los años 70 la manejó magistral y atinadamente el guerrero de la canción Héctor Cabrera.
De ese cofre hundido en el mar se reconoce y se rescata que “Fueron los años setenta retratados en una canción excepcional y que expresaba un sentimiento digno y una vida – o muchas vidas- angustiada cuando sus anhelos y sus esperanzas no son correspondidos en un mundo cada vez más descompuesto, azaroso y mezquino”. Fin de la cita. Ver más en:
http://guamachaldemisamores.
Concretamente, la inmortal canción de corte humanista-revolucionario vuelve a retratar -después de varias décadas- la accidentada situación política en la que se está enclavado por los motivos bien conocidos por todos los seguidores de este gobierno “socialista”.
Sin embargo, en estos momentos de angustia para todos los venezolanos lo último que un afecto al chavismo desearía es el rechazo por parte de su único mástil de salvación, su líder.
La receptividad, la atención, la sincera entrega y la moderación en la conducta de ese líder es lo que se espera, es lo que se requiere.
La actitud de humillación hacia ese segmento del pueblo, quien lo deja todo en su hogar y se toma la delicadeza de asistir a los actos gubernamentales, es reprochable por indigno y evidencia un falso discurso lo cual es lo más delicado, justo cuando se está al borde del despeñadero.
Se espera y no es mucho exigir que, el presidente de todos los venezolanos debiera ser además el presidente a toda hora y el presidente en todas partes.
Sin embargo, al tener que ser obligatoria y desgraciadamente lector u oyente de las ya conocidas situaciones de desatención y rechazo -por parte un vocero electo por el pueblo- no queda más que pensar en un martes de carnaval.
El señor presidente está en la obligación de ser también presidente en el Estado Nueva Esparta. ¡Muy especialmente en ese Estado! Muchas veces suspirado por parte del Comandante de la verdadera revolución, Hugo Chávez.
Por consiguiente, se está en la hermosa obligación -y…en honor a la memoria del Comandante eterno- de conversar hasta con las piedras de ese Estado.
Tan sólo hay que hacer un ejercicio de imaginación e interpelar… Si el Comande estuviera vivo ¿Cómo le hubiese respondido usted, incluyendo su punto y círculo, a esa señora?
¿Será muy difícil captar la dimensión de este y otros problemas? “Esas… son las cosas que día tras día, alejan de su corazón…” e igualmente cobra vida la expresión “Chávez, corazón del pueblo”.
El eterno y auténtico líder solicitó, en varias oportunidades, la necesaria ayuda para la población neoespartana. La discusión, por demás estéril, no debe estar basada en que si Maduro es igual o no a Chávez.
Las diferencias individuales hay que respetarlas de lo contrario se estaría desconociendo, por motivaciones e intereses particulares, todo el entramado de la Ciencia.
Pero…las motivaciones, necesidades, intereses, ansiedades del pueblo y modos de resolver problemas y conflictos sí deben ser vistas con la misma lupa y, en consecuencia, aplicar el mismo método excelente, ya probado, para no fallar.
¡Oh señor presidente Maduro! ¿Qué palabras se le escaparían del cerco de los dientes al Comandante Chávez si hubiese presenciado, como presenció el amado pueblo del eterno líder, esta humillación de parte suya y de parte de su punto y círculo? Ver más en:
No es una exageración reconsiderar con gran consternación el penoso desaire. Asimismo, no es una exageración, a su vez, deliberar en la magnitud de la problemática por lo que está atravesando esa señora… quien se le colgó del brazo de la derecha del señor presidente.
Es posible que -de parte de quienes vieron la súplica de la señora del pueblo- muchos continúen madurando, con gran dolor, la necesaria obligación de atenderla y solucionarle su problema.
La necesidad de ese ser humano posiblemente no es de vivienda pero, es necesidad a fin de cuentas. Necesidades no cubiertas como la de tantos otros, tales como la necesidad urgente de vivienda de los médicos venezolanos.
Esos profesionales venezolanos de la salud aportan todo el cúmulo de conocimiento sin mezquindad. Ellos lo entregan todo a cambio de nada… ni una vivienda propia puede tener quienes lo arriesgan todo. Como es bien conocido muchos se han tenido que ir a otros países donde sí se les valora en su justa dimensión.
Los médicos venezolanos, egresados de las Universidades tradicionales, son la otra parte del pueblo que ha saboreado mil veces la hiel del rechazo y la humillación en todos los aspectos. Hasta en sus sitios de trabajo son vigilados- como si fuesen hampones, agredidos y cuestionados- por los “Consejos Comunales” entrenados para tal fin.
Nuestros médicos venezolanos, son igualmente despreciados, sin esperanzas y sin contar con la oportunidad de oro que tuvo la señora en Nueva Esparta.
Oportunidad de oro traducida en un impulso de agarrón de brazo ante una necesidad (en un gobierno humanista) y, para lo cual obtuvo como respuesta un soberano desaire.
Al ingenioso cantautor italiano Gian Franco Pagliaro, (protagonista de canciones de “protesta” en los años 70, es decir, canciones con gran contenido humanista) se le pudiera convocar desde el más allá y pedirle ¡Hombre sensible y afectivo! debieras estar al frente de este ejército de hombres y mujeres venezolanos(as) a quienes un hombre como tú, Hugo Chávez quien con inmenso amor, concedió llevar a cabo diferentes y arriesgadas tareas hasta el final de nuestros días.
La dura e insensible actitud, de quienes en “revolución” están en la obligación de ser nuestros voceros, se está volviendo cotidiana.
Esos voceros “revolucionarios” se engolosinan y mutan para no dejar de parecerse a ese brazo de la derecha que repele a una mano anciana sedienta -no de poder- si de angustia y…hasta de hambre. ¡Nunca se podrá saber!
Señores voceros de un pueblo que los eligió, no es posible ni sería conveniente negarle al pueblo un anhelo. ¿Y… si apenas lo que pide ese ser humano, no es un cargo, en la ya abultadísima nómina y apolillada por el nepotismo, sino es un abrazo de su presidente? No sería de extrañar, pues, acostumbrados los tenía el gigante.
Ese pueblo no atendido en el momento cuando lo solicite, no escuchado y manoteado bien pudiera terminar diciéndole, lo que advierte el cantautor G. F. Pagliaro en su canción, “Si me olvidas te olvido”.
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Se presume, viendo a los toros desde la barrera, que las lecciones dadas hasta la fecha por el pueblo chavista -amado por el Comandante eterno- se olvidan con impresionante rapidez.
En definitiva, se continúa corriendo el riesgo de presenciar la culminación del pacto con ese ángel llamado pueblo y… nunca más ese ángel esté en condiciones de poner en práctica el “amor con amor se paga”.
Finalmente, hay que recordar al señor Jesucristo cuando dijo: “Retén lo que tienes para que ninguno tome tu corona” Apocalipsis 3.11
Esa exhortación está hoy muy vigente “QUIEN NO CUIDA LO QUE TIENE A PEDIR SE QUEDA”. Con frecuencia se nombra deliberadamente pero, no se pone en práctica para lo verdaderamente importante, un pueblo.
hidalgolesly@gmail.com
