A los camaradas Toby, Aponte, Evans y otros

He venido escribiendo algunos artículos críticos a la gestión gubernamental de Nicolás Maduro, también lo hice con algunas decisiones de Chávez. He cuestionado de Maduro su anunciadera, su “yo lo juro”, las tantas veces que promete y no cumple. Las otras tantas veces que se raja luego de tomar una decisión. He manifestado que no me gusta su equipo económico. Me pareceen de derecha y por eso mandaron para el carajo “El golpe de timón” Para mí es inaceptable la postura de Maduro y la dirección del PSUV contra los camaradas Giordani, Héctor Navarro, Ana Luisa Osorio y otros, algunos de los cuales han guardado silencio al ser separados de sus importantes tareas. A mí Merentes me parece un fiasco, como creo que lo fueron Iván Gil y el General Osorio. Si la Asamblea Nacional los acusa, el gobierno debe dejarlos que se defiendan. He escrito que e parece una burla a la gente humilde, al militante de base, que le presenten como un gran camibio que a Cilia Flors no se le diga “Primera Dama”, sino “Primera Combatiente”. No se entiende que grave es que sea primera. Lo he escrito, como escribí señalando que el programa de Cilia era una cagada injustificable. Pubiqué en un artículo mis burlas a la camarada Cilia cuando el día de la toma de posesión de la nueva Asamblea Nacional dijo que “nosotros eramos mayoría”, en ese mismo texto me burlé de la diputada Tania Díaz porque ella llamó “sectaria” a la oposición por no incluir un chavista en la junta dirctiva de la AN. He señalado que nuestra dirección del PSUV es bravucona, ehona, atorrante, prepotente, soberbia e incapaz. Me parece facista la homofobia de Pedro Carreño.

Les cuento, camaradas, que hice campaña y voté por Chávez en en 1998, pero todavía me quedaban dudas. Cuando se ganaron las elecciones me llamaron a través de un amigo (nunca supe quién vio mi nombre y me propuso) para formar parte de la Comisión de Enlace. Yo era el único comunusta de esta comisión. Al arrancar el gobierno sólo el amigo intermediario y yo nos quedamos desempleados y como militantes de base. Los demás cogieron mango bajito.

Me convencí de la postura política-revolucionaria de Chávez en diciembre del 2001 cuando se llevó a cabo el primer paro contra el gobierno del Comandante. Me dije si los empresarios, mis enemigos de clase, se paraban contra el gobierno chavista, entonces ese era mi gobierno.

Era Prresidente de la Asociación de Escritores del Esado Nueva Esparta cuando me llamaron a formar parte de la Clase Media en Positivo, en pleno brollo del 2002. Pese a mis diferencias con el término clase media, allí fui a parar. Un clase media de base. Cuando se formaron las Mesas de Diálogo en todo el país, me llamaron a formar parte de la misma en Nueva Esparta, por mi condición de Presidente de los Escritores.

Alguna vez, por esos giros de la vida, llegué a ser miembro de la Dirección Municipal del MVR en el municipio Mariño del estado Nueva Esparta. Nunca supe en qué momento me sacaron de esa posición. Sí recuerdo que un diputado rojo rojito nos mando largo al carajo cuando vuestionamos su actuación en la AN. Formé parte de todos los intentos de escuelas, sistemas o cualquier otra guarandinga que sirviese a la formación ideológica. Llegué hasta dictar talleres. Nunca supe cuando fue el fin de esos intentos. Hasta hice talleres con Willian Izarra, casi que clandestinos, pues al hoy desaparecido Willian Lara no le gustaban estos talleres.

En una oportunidad, siendo yo empleado de la gobernación durante la gestión de Alexis Navarro, el Diector de Hacienda me preguntó púbicamente en una reunión “Si Chávez no apoya a Alexis para que repita como candidato a gobernador, ¿tú apoyarías a Alexis?” Le contesté que no, que mi apoyo a Alexis dependía si era el candidato de Chávez. A partir de allí el alto funcionario empezó una persecusión contra mi persona. Morel le dio una paliza electoral a Navarro. El Director de Hacienda desapareció de Nueva Esparta.

Critiqué fuertemente al comandante Chávez en el caso del periodista colombiano Joaquín Pérez Becerra, practicamente entregado por Chávez al gobierno de Uribe. Me pareció terrible aquella escena en un acto donde María Cristina Iglesias bailaba y vitoreaba al Comandante con la pérsima consigna de “Así es que se gobierna”. Y lo escribí. Y me llamaron contrarrevolucionario, calificativo que me lo han colocado varias veces, pero al que nunca he respondido porque tengo mi conciencia tranquila. Me indigné cuando Chávez recibió a Uribe. Lo escribí.

He sido usuario de Barrio Adentro, de los CDI y los CRI, de Mercal y Pdval. Me han sacado de reuniones del MRV y del PSUV. Por cierto, cuando nació el PSUV, por ser estudiante de Misión Cultura, me ordenaron ir a conformar una unidad del partido (ya ni recuerdo cómo se llamaban). La mayoría de los que se sumaron a esta unidad venáin de ser adecos y copeyanos en la Alcaldía de Porlamar. Había pasado de AD y Copey a Podemos, de allí a fundar el PSUV. Acompañado sólo por una media docena de viejos chavistas, me tocó enfrentar a los infiltrados. Di discursos, clases de marxismo, acusé de cómplices de la represión adeco-copeyana a los infiltrados. Lo escribí en la prensa regional y en Aporrea. Los que fungían de dirigentes del naciente PSUV me llamaron a botón, me prohibieron la entrada a la sede del PSUV, hasta que fue enviado a Margarita Rafael Ramírez y él se encargó de aclarar que el Alcalde Eligio Hernández no entraba al PSUV por corrupto. Creo que en esa época me empecé a definir en varios artículos como marxista, dogmático, ortodoxo, sectario y prosoviético, pese a que la URSS desapareció con sus errores hace años.

En una oortunidad, con ocasión de una visita de Carlos Escarrá a la isla, nos pidieron a mi compañera y a mí organizar el salón donde iba a hablar Escarrá. Nosotros, de principio, advertimos que no queríamos presidio. Cuando llegamos se no habían adelantado y tenían la sala oganizada con su presidio. Llamamos a entrar a la sala. Una vez adentro pedimos a Escarrá que pasara al Presidio. Los dirigentes del partido, diputados, alcaldes y jefes de puestos importantes se colocaron a los lados del salón, en espera de ser llamados a Presidio. Empezamos a llamar a los jefes de las unidades electorales, no recuerdo si se llamaban UBES para entonces. Uno a una pasaron al Presidio, mientras la casta del partido y del gobierno se iba sentando en la sala, con una cara de arrechos. Ustedes supondrán que más nunca nos pidieron organizar nada. Y más de un dirigente pidió nuestra expulsión.

Eso sí, me han encmendado ir al defender los votos chavistas en el CNE. He sido testigo de mesa, secretario de mesa, movilizador, buscador de comida, buscador de borrachitos para wue vayan a votar. En algunas campañas me han nombrado para organizar el sector cultural, pero nadie se acuerda de llamarme a las reuniones. En cada proceso electoral se acuerdan de mí para que ponga mi camioneta para la movilización. También se acuerdan de pedirme mi uno por diez, conformado por chavistas retrecheros y malasangres con el gobierno nuestro. Hasta hace poco me mandaban mensajes para concentraciones, marchas y cuanta vaina se les ocurra. He estado en la Plaza Bolívar en actos donde no aparece ningún dirigente.

Se me mueren amigas y amigos revolucionarios, arrechos con el gobierno, pero siempre chavistas. Acompañamos a sus familiares, aunque no aparezca el gobernador de Cinco Soles. Ah, no me gustan los militares, pero hay excepciones.

Denuncio a los infiltrados, critico a los matavotos, hasta he escrito que Maduro habla muchas pendejadas. El Presidente ha venido últimamente dos veces a Margarita, me entero por alguien en la calle, pues ya ni me llaman ni me llegan mensajitos, pese a que tengo el mismo número. No quieren que haga ni bulto.

Estoy arrecho con el gobierno. Son vainas de este proceso que es así porque es nuestro. Construido con nuestra virtudes y flaquezas sigo acá, apoyando a Maduro porque la derecha lo quiere tumbar, porque la burguesía conspira contra él, porque el imperialismo norteamericano busca derrocarlo como sea.

A ningún democráta tipo Carlos Andrés, a ningún traidor al legado de Chávez, a ningún aliado de clase de la burguesía lo quiere derrocar el imperialismo.

¿Por qué demonios es tan difícil entenderlo? Estoy con Nicolás Maduro.



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Pedro Salima


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