¿Quién ganará el 6D?

Entre la incapacidad estructural del gobierno para resolver la crisis económica y la apuesta de la oposición por agravarla se incuba el descontento en amplios sectores de la población porque no ven en ninguno de estos actores políticos una real voluntad para resolverla.

El gobierno tendría que tomar medidas de fondo en el campo de la economía para revertir el proceso de deterioro del patrimonio de los venezolanos de a pie. El problema es que se lo impiden las contradicciones que condicionan la cúpula de Maduro y que se manifiestan no solo en una aguda ineficiencia burocrática, sino particularmente, en un acentuado proceso de degeneración, producto del cáncer de la corrupción.

La oposición esta enfrascada en agudizar la crisis económica para provocar la caída del gobierno sin importarle para nada las consecuencias de semejante proceder. Es evidente que detrás de la oposición hay factores foráneos que pujan para que en Venezuela se imponga el caos. Saben que en este rio revuelto ganancia de bribones.

El venezolano de a pie no se esta chupando el dedo. Esta consciente de los hilos que estructuran toda esta pesadilla. Y se siente defraudado por la dirigencia política que esta tanto en el gobierno y como en la oposición.

Es posible que por toda esta situación el gobierno pierda la mayoría en la asamblea nacional. En este escenario, motivada por los resultados y buscando la salida de Maduro vía referéndum no sería de extrañar que la oposición persista en su accionar contra el buen funcionamiento de la economía. En tal caso, seguiríamos sumidos en estas infernales colas producto de la continuada y artificial escasez.

Provocar descontento como arma política contra el gobierno a costilla del venezolano de a pie ha sido el meollo de la práctica política de la oposición. Han presionado para que los comerciantes se hayan convertido en auténticos delincuentes. Operan subrepticiamente con total impunidad.

Empero, y aquí esta el detalle, la impunidad se da porque el gobierno la permite, ya sea por omisión, indolencia, ineptitud o corrupción. Lo cierto es que la gente esta molesta con el gobierno precisamente por esta impunidad con que actúan los asaltantes disfrazados de comerciantes. Quizás sea por esto que el discurso acerca de la guerra económica que aduce el gobierno en su defensa se haya desprestigiado entre amplios sectores de la población. Esto nos indica que uno de los problemas que afectan al gobierno en estas elecciones tiene que ver con su perdida de credibilidad. Lo que realmente me preocupa de este estado de cosas es que la respuesta de amplios sectores ante todo esto sea la del castigo.

Creo que castigar al gobierno por todos sus yerros e inconsecuencias será un comportamiento muy compartido en esta contienda electoral. El problema que observo es que si este castigo se materializa como una derrota para el gobierno, al final de cuentas, se revertirá contra quienes lo ejerzan.

Porque la oposición esta extremadamente endeudada con el gobierno norteamericano, quien la ha financiado en toda su campaña contra el chavismo. Y los gringos van a cobrar con creces cada centavo prestado. Y quien va a pagar toda esta deuda no serán los lideres de la oposición, sino todos los venezolanos de a pie.

Si quienes quieren castigar al gobierno por el descontento subestiman los planes neoliberales que tienen reservados para ser aplicados en Venezuela pagarán muy caro por ello.

Una oposición maniatada a los dictados de Washington no estará en condiciones de arrimar el mingo hacia los intereses de los venezolanos.

Por ello estoy convencido de que solamente el pueblo venezolano será el castigado si en la asamblea la oposición obtiene la mayoría. Porque no solo arreciará su guerra contra la economía sino porque además envalentonada por el apoyo que recibe del norte buscará a toda costa la destrucción de Venezuela.

ricardovargas.rv.rv@gmail.com


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