Orden en la pea

Ya el papagayo comenzó a enredarse. Apegado a nuestra histórica costumbre republicana de querer resolver todo con una ley, que luego nadie cumple, el Presidente Nicolás Maduro anunció en días pasados, desde un fastuoso Centro de Comando Presidencial, más parecido al plató del show business, que al espacio de una dependencia oficial, que ha “…preparado una ley especial, la ley orgánica de la Operación Liberación y Protección del Pueblo (OLP) que tendrá componentes como una norma especial…”. Sumado a eso Freddy Bernal está proponiendo reformar el COPP para incrementar las penas a los delitos más graves y ante esto uno se pregunta: ¿Hará falta otra ley para normar un operativo policial?, ¿nadie le habrá dicho al diputado que el instrumento que establece sanciones penales en este país es el Código Penal y no el Código Orgánico Procesal Penal que él está proponiendo reformar? Malo, malo. Lo primero Presidente, es que la habilitante que la AN le dio para combatir al imperio, no lo autoriza para sancionar leyes orgánicas porque taxativamente la Constitución Bolivariana lo prohíbe. Lo segundo: si usted quiere que la lucha contra el hampa rinda frutos, Ordene La Pea. Comience por derogar el Decreto Presidencial N° 9.072, publicado en la Gaceta Oficial N° 39.957, dictado por el entonces Presidente Hugo Chávez, que creó el Viceministerio del Sistema Integrado de Investigación Penal adscrito al Ministerio del Poder Popular para Relaciones Interiores y Justicia, que socava las funciones que el texto constitucional le asigna al Ministerio Público y ponga bajo la dirección de este ente al Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC), al Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses y a la Oficina Nacional Contra la Delincuencia Organizada y Financiamiento al Terrorismo.

Porque el MP Presidente, ostenta el monopolio de la acción penal por disposición de esa Constitución que ustedes se la pasan manoseando para pedirle a los demás que la cumplan, pero que violan a diario. Lo tercero: reforme esos organismos. Fortalézcalos, modernícelos y entienda de una vez que es imposible que usted le hable a esos funcionarios de moral revolucionaria y compromiso institucional, cuando tienen sueldos miserables, cuando usan como asiento principal, edificios que antes fueron bancos, mientras se erige como uno de nuestros muchos monumentos a la desidia gubernamental, aquel edificio azul que iba a servir de sede a la antigua PTJ allá en la parroquia San Agustín, que no terminó la IV República y que a más de 15 años todavía no ha terminado tampoco la V. Dótelos de armamento y equipos de comunicaciones modernos – más potentes y mejores que los que usa el hampa seria – y capacítelos. Haga un convenio con el FBI y equipe los laboratorios de análisis criminalístico con tecnología de punta. Nadie va a juzgarlo por eso de pitiyanqui y si no le gusta el Imperio, apóyese en Rusia, en China, en Inglaterra, en Alemania, busque a los mejores del mundo y aproveche la experticia que muchos de nuestros funcionarios tienen para hacerlos aún mejores. De ese montón de médicos que ha graduado el gobierno, forme anatomopatólogos. Págales salarios decentes y municipalice las medicaturas forenses. ¿Qué sentido tiene que a alguien a quien asesinen en Valle de La Pascua, deban trasladarlo a la morgue de Calabozo para que le practiquen una autopsia? ¿O que hagan lo propio con un cadáver levantado en Río Chico, trasladándolo a Los Teques? Haga que de acuerdo a los criterios técnicos del siglo XXI, se construyan morgues en aquellos municipios donde no existen e impúteles a las alcaldías los recursos necesarios para ello, de los fondos del Consejo Federal de Gobierno. Comience con los alcaldes bolivarianos y confíele esa tarea a Haiman El Troudi, antes de que salga electo diputado por Miranda y verá que si se puede. A los Gobernadores de estado exíjales que hagan trabajo preventivo con sus policías regionales. Que patrullen y le metan el pecho a la reforma de esos organismos.

De eso el actual Defensor del Pueblo sabe algo, pues siendo Gobernador de Anzoátegui, con la simple realización de un examen de orina practicado en los comandos de la policía regional de esa entidad, pudo detectar cuáles funcionarios consumían drogas, expulsando aquellos que dieron positivo y poniéndolos a la orden de la Fiscalía. No es imposible Presidente. Hace falta es voluntad política y le digo más, el examen de orina o de sangre para saber si nuestros policías inhalan cocaína o fuman marihuana los práctica la ONA…gratis. Prohíbales a los funcionarios de la PNB, usar el teléfono celular cuando estén de servicio, porque es vergonzoso verlos chateando en cada esquina y propinándoles piropos obscenos e irrespetuosos a nuestras mujeres por esas calles. Plausible que haya aprobado recursos para construir nuevas cárceles y donde debe construir inmediatamente una con características de Internado Judicial es en Caracas, porque sólo un país tan trastornado como el nuestro se da el lujo de no contar con un establecimiento penitenciario capaz de albergar a los cientos de procesados que a diario son presentados en los tribunales de la ciudad más poblada de Venezuela y que ahora abarrotan los calabozos de las comisarías de policía donde ya se han escenificado violentos y numerosos motines, por razones de hacinamiento y retardo procesal. Comprometa al Poder Judicial e investigue a fondo, castigando ejemplarmente a los miembros de las señaladas mafias judiciales, que como humo de café, todo el mundo los ve, pero nadie los agarra.

A usted que le encanta andar designando Estados Mayores y Consejos Presidenciales de los y las cosas que se le ocurren, conforme uno que se encargue de preparar una reforma integral del Código Penal, integrado por profesionales dedicados al estudio de la ciencia penal y criminalística, procedente de nuestras Universidades, Colegios Profesionales y de la calle. Tráigase especialistas de América Latina, de Europa, de Asia y del Caribe. Encomiéndeles la elaboración de un proyecto que pueda usted presentar el próximo año a consideración de la Asamblea Nacional resultante del venidero proceso electoral del 6D y que ordene de manera sistemática, con una adecuada y armónica técnica legislativa toda la legislación penal venezolana que ahora luce dispersamente recogida en instrumentos tan diversos como el propio Código Penal, la ley de delitos informáticos, la ley de robo y hurto de vehículos automotores, la ley penal de protección a la actividad ganadera, la ley penal de la ambiente, la ley sobre el delito de contrabando y la de precios justos, entre otras y con las cuales no hemos hecho otra cosa que agravar el problema de la criminalidad violenta e impune, que amenaza ya no sólo la seguridad de la ciudadanía y del Estado venezolano, sino la existencia misma de nuestra república.

Ese debate que usted propicie, le aseguro va a sincerar la forma en cómo estamos abordando el problema y dejará sin máscara a muchos hipócritas rojo – rojitos y opositores, que tenían años exigiéndole al gobierno que actuara frente al crimen y que ahora andan rasgándose las vestiduras dizque en defensa de los derechos humanos, soslayando de manera malintencionada, la espantosa estadística de homicidios, violaciones, robos, secuestros y extorsiones de las que han sido víctimas miles de venezolanos honestos a manos de los delincuentes y a los que ninguno de estos paladines de las garantías constitucionales defiende, ni mira. No improvise. No burocratice este esfuerzo con más leyes, que lo que necesitamos es aplicar las que ya tenemos y mejorarlas para ser más efectivos en la lucha contra este flagelo, frente al cual no podemos darnos el lujo de darnos por vencidos.

 

rubenvillafa@hotmail.es



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Rubén Villafañe


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