Rómulo Betancourt: Una visión crítica

I-. Introducción

Betancourt, uno de los artífices de la Democracia Representativa en Venezuela fue quién acuño la frase “Disparar primero y averiguar después”. Frase que inicia e inaugura la política represiva en  nuestro país durante la IV República, con un costo de miles de muertos y desaparecidos. Este dirigente social demócrata, quién en otros tiempos enarboló las banderas del comunismo, abandonó esos ideales de sus años mozos para insertarse en la órbita imperial norteamericana, que en el marco de la Guerra Fría subordinaba a dirigentes  y gobernantes del mundo capitalista a las directrices emanadas de Estados Unidos.

De manera que su tránsito por la izquierda no pasó de ser una sarampionada propia del impulso y la energía de una juventud que se enfrentaba al régimen de facto de Juan Vicente Gómez. Cuando salió al exilio en 1928, se vinculó con los desterrados venezolanos que formaron el Partido Revolucionario Venezolano (PRV), y apoyándose en las ideas de pensadores socialistas, de pensadores latinoamericano-especialmente del peruano José Carlos  Mariátegui-se dedicó a estudiar los problemas de Nuestra América. Después el destacado dirigente se nutrió de los clásicos del marxismo; Domingo Alberto Rangel decía que él dudaba que existiesen diez venezolanos que se hubiesen leído El Capital como Rómulo Betancourt.

Sin embargo, su pensamiento de izquierda quedó sólo en el recuerdo. De hecho, su militancia en el Partido Comunista de Costa Rica (PCCR) se desdibujó años más tarde, cuando exiliado en Puerto Rico, junto al pro-yanqui Luis Muñoz Marín, apoyó en 1952 la adhesión de este país caribeño a Estados Unidos como “Estado Libre Asociado”. A su vez formó parte de la “Legión del Caribe”, instancia que defendía los intereses imperiales y se oponía al comunismo en la región.

Luego de su exilio dorado en el Caribe, una vez caída la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, participó en el proceso electoral de 1958, resultando electo presidente de Venezuela. Desde que asumió el poder el 13 de febrero de 1959, cumplió a cabalidad lo acordado en el pacto de Nueva York, de continuar la entrega del país, además de apoyar la Guerra Fría como estrategia internacional anticomunista.

Por ello, la proclamación de su doctrina, “La Doctrina Betancourt”, la cual se enfrentaba a regímenes de derechas o de izquierda, asumiendo una política exterior aislacionista que a la postre perjudicaba al país. Su enemistad con los presidentes Rafael Leónidas Trujillo de República Dominicana, Fidel Castro de Cuba, entre otros, no hacía más que bloquear el radio de influencia de Venezuela en la región y favorecer al imperialismo norteamericano.

Su alianza con Estados Unidos permitió la penetración de grandes empresas transnacionales de esa nación hegemónica, Nelson Rockefeller y grupos angloholandeses, alemanes y japoneses que mantenían a Venezuela en la telaraña del imperialismo. Por otra parte, establecía una política de segregación del Partido Comunista de Venezuela (PCV)  y demás organizaciones, movimientos y partidos que suscribieran esta ideología.

Su ira con los comunistas  y su espíritu represivo lo demostró el 4 de agosto de 1959, cuando un grupo de trabajadores en conjunto con numerosos desempleados, se concentraron en la plaza La Concordia, en Caracas, para protestar contra las medidas impopulares implementadas por su gobierno. La eliminación del Plan de Emergencia aplicado por el Contralmirante Wolfang Larrazábal y la reducción de 10 por ciento del salario de los trabajadores fue el detonante para las protestas y los disturbios, lo que condujo a que su aparato represivo dejara un saldo de varios muertos y numerosos heridos.

En el presente artículo nos detendremos a indagar diversos aspectos vinculados a la vida política de Rómulo Betancourt. En la primera parte, escudriñaremos en torno a su ideología y cómo es visto este personaje por algunos intelectuales venezolanos. Luego analizaremos  la caída de Pérez Jiménez y el ascenso al poder del líder socialdemócrata. Allí observaremos como la dirigencia política y empresarial venezolana se reúnen en Nueva York y deciden la suerte de la República. Así mismo, conoceremos la alineación de Betancourt a Estados Unidos y las grandes inversiones transnacionales en el país. En la tercera parte, se tratará el tema de La Guerra Fría, la posición anticomunista del caudillo y su persecución a la izquierda venezolana. Por último, disertaremos sobre su política exterior a través de la Doctrina Betancourt.

II-. La ideología de Rómulo Betancourt.

Rómulo Betancourt, es un personaje polémico de la Historia Política de Venezuela, considerado por algunos historiadores el “Padre de la Democracia”; por otros, una ficha del imperialismo y cultivador de la intolerancia en el país. En virtud que la historia oficial se encargó de construir la imagen de un dirigente impoluto, democrático, nacionalista, revolucionario y popular, casi mítico, consideramos pertinente plasmar en este artículo opiniones críticas que a nuestro juicio grafican la verdadera dimensión del dirigente social demócrata. La mayoría de los testimonios fueron tomados del periódico Correo del Orinoco, en su edición del día 13 de febrero de 2013, a propósito de la conmemoración de los 54 años de la toma del poder por parte de Rómulo Betancourt. Así mismo, Incorporamos en la ante penúltima parte la posición del historiador Federico Brito Figueroa, ya fallecido, quién en 1991 en el diario El impulso de Barquisimeto apelaba a la figura del líder adeco. Como último planteamiento, añadimos las interesantes disertaciones del profesor universitario Omar Galíndez, quien en entrevista para el mismo diario (Correo del Orinoco), el día 21 de septiembre de 2014, aporta nuevos elementos al debate y cuestiona al investigador Germán Carrera Damas.

A-. Opiniones en torno a la figura de Betancourt, sus contradicciones

a)El sociólogo e historiador Ramón Losada Aldana sostuvo en el periódico Correo del Orinoco que “el Betancourt de Costa Rica, que escribe en el periódico de los comunistas, el militante de ORVE (Movimiento de Organización Venezolana), el que da el golpe contra medina Angarita y el que suscribe el Pacto de Punto Fijo, constituye, en el terreno de la función histórica, varios personajes diferentes y hasta contrapuestos”(Correo del Orinoco, 13 de febrero de 2013).

Continúa Losada en su análisis “El personaje primero, el que escribe en el periódico Trabajo, es el comunista, el hombre de extrema izquierda. El dirigente de ORVE, con fundadores tan moderados como Alberto Adriani y Picón Salas, ya es otro, que opone una agrupación policlasista a la comunista, partido básicamente monoclasista, de la clase obrera. El golpe contra Medina demuestra el fortalecimiento de esta actitud política, la cual culmina  con la firma del reaccionario Pacto de Punto Fijo. En síntesis, la historia de Rómulo Betancourt transita un largo camino: va de la extrema izquierda, pasando por situaciones intermedias y exploratorias hasta el otro extremo, la antipopular, de corte de derecha agresiva. De un extremo a su contrario. El líder adeco fue realmente un dirigente extremista: de la extrema izquierda a la extrema derecha, del nacionalismo a la entrega colonialista”

b)Por su parte, el historiador Manuel Carrero destaca en el mismo diario Correo del Orinoco que Betancourt fue un dirigente comunista de peso que “escribía reflexiones de la actualidad latinoamericana, sino que además daba charlas en la Universidad de los Trabajadores sobre la situación social y política  de América Latina, aunque después esa posición poco a poco se fue torciendo (…) había renegado de sus pasantías leninistas, así que este no es el mismo Betancourt de Costa Rica”

c)A su vez el abogado y escritor Luis Brito García, en entrevista para el mismo diario indicó  que “el más claro punto de inflexión de Betancourt se da cuando en 1941 contesta un cuestionario del procurador Gerónimo Pietri a fin de legalizar a Acción Democrática, y afirma que el partido no es socialista ni marxista, que no cree en lucha de clases  y qué defiende la propiedad privada. Betancourt afirmó luego que tales respuestas eran para engañar al procurador, pero la conducta pública del partido jamás se separó de ella”

d)En contraste a los planteamientos anteriores, para el destacado historiador Federico Brito Figueroa, en un escrito que es publicado en el Diario el Impulso de Barquisimeto, el día 22 de septiembre de 1991, hastiado de la situación política de entonces, declaraba que “era necesario volver al ideal patriótico-revolucionario de Rómulo Betancourt”, diciendo además que entre 1945-1947, el primer gobierno de Betancourt “fue una etapa con sentido nacional”.

e) En paralelo, el profesor Omar Galíndez, cuestionó al historiador Germán Carrera Damas, uno de los intelectuales que sumado a Manuel Caballero, Elías Pino Iturrieta, entre otros, realzan y sobredimensionan al fundador de AD, colocándose al servicio de la dirigencia política adeca y al servicio de la clase dominante. Galíndez refuta a Carrera Damas por cuanto afirma que Betancourt edificó una nación. Por el contrario asienta que el presidente guatireño permitió la participación política de un grupo de ciudadanos (…) su política fue, excluyente y alineada a los intereses estadunidense (Correo del Orinoco, 21-09/2014).

Cómo se puede apreciar el pensamiento político de Betancourt fue cambiando con el tiempo y se fue adaptando de forma oportunista a las circunstancias del momento. De su militancia en la izquierda de los años 30, su liderazgo en el Partido Comunista de Costa Rica (PCCR), se fue desdibujando años más tarde cuando de forma abierta asume posiciones pro-norteamericana y anticomunista.

Pedro Pablo Linares, historiador y antropólogo en su libro “La Insurrección Armada en Venezuela” sostiene que la conducta anticomunista de Rómulo Betancourt no era nada nueva para ese momento. De allí que declarase para 1940 al periodista Dardo Cúneo en Argentina, “A nuestro entender y el de mis compañeros de partido (AD), El Partico Comunista no es sino agente del gobierno extranjero (Rusia)” (Linárez, P; 2010, p.29). Esta posición política no sólo sirvió para calificar de comunista al gobierno de Isaías Medina Angarita, sino para conseguir el apoyo de Estados Unidos en el golpe de Estado, que ocurrió el 18 de octubre de 1945 por lo que de inmediato el gobierno yanqui se apresuró a legitimar el gobierno adeco de facto.

III- Caída de Pérez Jiménez, ascenso de Rómulo Betancourt al poder y su alineación con EEUU y Rockefeller

Si bien es cierto que el gobierno de Marcos Pérez Jiménez estuvo alineado a las directrices del imperio norteamericano, utilizando nuestro país para la instalación de la X Conferencia Interamericana, con el propósito de ratificar desde la tierra de Guaicaipuro posiciones anticomunistas y planificar el derrocamiento del presidente guatemalteco Jacobo Arbenz, sin embargo, el dirigente tachirense en algunos aspectos mantuvo una posición nacionalista lo que conllevó a su derrocamiento, por cuanto contrastaba con el formato establecidos por el imperialismo en Venezuela.

A-. Caída de Pérez Jiménez

Pérez Jiménez, en algunos aspectos trató de mantener cierta autonomía del imperialismo gringo, desde su política nacionalista en materia de industrias básicas como el caso de la industria petroquímica, hidroeléctrica (Caroni) y siderúrgica e igualmente propuso la creación de una comisión de energía atómica presidida por el Dr. Humberto Fernández Morán, científico venezolano de origen marabino que presentó un trabajo sobre  “la estructura del uranio” en una conferencia de Ginebra donde conversó en torno a los “usos pacíficos de la energía atómica”. Se llegó incluso a proponer la instalación de un reactor nuclear en la Gran Sabana y en los Altos de Pipe, ésteúltimo fue desactivado a partir de 1958 y Humberto Fernández Morán fue brutalmente perseguido por los gobiernos del Pacto de Punto Fijo. (Linárez, p.130).

El gobierno de Pérez Jiménez no sólo se plantea la independencia económica sino que en lo estratégico-militar, propone una fábrica de armas y municiones para el ejército, al igual que la creación en 1954 de la Escuela Superior de las Fuerzas Armadas.Sumado a ello la propuesta de crear un Fondo Común Panamericano destinado a realizar obras diversas para el desarrollo económico de los países  del continente que más lo necesitaran, lo que evidentemente hizo que los gringos le declarasen la guerra.(Op, cit, p.130)

Según Adolfo Rivero, en su Tesis de Grado“Insurgencia y Contrainsurgencia en Venezuela” (1959-1969), recalca que tres días antes de caída de la dictadura, el 20 de enero de 1958, se firma el Pacto de Nueva York, en el Hotel Waldorf Astoria, donde se define el nuevo escenario político para Venezuela. Asisten a dicho pacto, Diego Cisneros (padre), Eleazar López Contreras, Rómulo Betancourt, Jóvito Villalba, Rafael Caldera, Nelson Rockefeller, Luis Muñoz Marín, José Figueres Ferrer, entre otros.  Se planteó fundamentalmente en la reunión: la exclusión y hostigamiento de los sectores revolucionarios, así como también consumar la entrega del país a los intereses de las transnacionales norteamericana. Por ello la presencia del nieto del magnate petrolero en la reunión, quien personalmente la coordinó.

B-. Ascenso de Rómulo Betancourt al poder, su traición al pueblo Venezolano

Con la caída de Pérez Jiménez se vive una efervescencia en la sociedad venezolana, diez años de dictadura habían colmado la paciencia de sectores civiles y militares. No obstante, con el 23 de enero de 1958, se inicia una nueva etapa en la historia política de Venezuela marcada por una traición al pueblo venezolano por parte de los sectores políticos proclives a Estados Unidos (AD, URD, COPEI).

Las esperanzas y expectativas que abrigaba el pueblo venezolano de vivir una verdadera democracia, se vio truncada por la traición de una dirigencia política subordinada a la burguesía nacional y al imperialismo yanqui. Para el excombatiente guerrillero y artista plástico Paúl del Rio (Máximo Canales) “Las esperanzas del pueblo venezolano estaban rotas, Betancourt traicionó las expectativas y consumó la entrega del país al imperialismo norteamericano, pero la vanguardia expresó su rechazo en las calles y la represión fue salvaje. Cuando apenas yo salía de la adolescencia me habían asesinado a cinco compañeros de estudio” (Del Río, P; 2007. Revista Chimborazo, año I-n°5, Encarte).

Por su parte Orlando Araujo en su obra “Venezuela Violenta”, refiere que “El gobierno recién instaurado fue controlado por la alta burguesía que, habiéndose lucrado en tiempos de Pérez Jiménez, se presentaba ahora como salvadora. El resultado fue que Betancourt, quién para neutralizar a los grupos reaccionarios de poder (curas, militares y yanquis) comenzó vociferando un anticomunismo histérico. (Araujo, O; 2010, pp. 167-168).

Según Hugo Calello, esta lección la aprende Betancourt de su experiencia del año 48, convirtiéndose en el jefe de la “Real Politik”, iniciando un nuevo ciclo en la historia política del país con la instauración de la democracia representativa, historia nefasta que ya conocemos”.( Calello, H; 1987, p. 26)

El gobierno recién instaurado atravesó por una situación económica inestable, lo cual conllevó a que el presidente electo Rómulo Betancourt eliminara“El Plan de Emergencia”,auspiciado por Larrazábal y orientado a ayudar a los sectores deprimidos de la sociedad. Por otra parte, reduce en un 10% los salarios de los trabajadores, lo que genera un descontento masivo cuya expresión más significativa fue la protesta efectuada por un grupo de desempleados y trabajadores en la Plaza La Concordia (Caracas), el 4 de agosto de 1959.

La manifestación trajo como consecuencia el saldo de varios muertos y numerosos heridos, la orden de Rómulo Betancourt “Disparar primero y averiguar después” cobró legitimidad en estos sucesos que enlutaron a la familia venezolana. El descontento con la situación política, social y económica conllevó al surgimiento de las guerrillas urbanas y rurales en el país.

C-. Betancourt y las inversiones yanquis en Venezuela

Orlando Araujo En la obra ya referenciada asienta que ese acercamiento con Rockefeller tenía sus antecedentes en 1945, época en que Betancourt se coloca al servicio de los intereses imperiales. Al respecto señala “…Rómulo Betancourt suscribe con Nelson Rockefeller un acuerdo para establecer empresas industriales mixtas que amplíen los negocios de este último  hacia los sectores agrícolas e industrial (Albornoz, O, 2010, P.167).

A partir de 1947 con los gobiernos de Rómulo Betancourt y Rómulo Gallegos, caudillo del partido Acción Democrática, establecen alianzas con el imperialismo a través del “Bureau Mines” del Departamento del Interior del gobierno de los Estados Unidos, con el apoyo del empresariado venezolano-norteamericano, los que crearon la Cámara de Comercio Venezolano Americana (Linárez, P.  p .40).

Apoyado por el gobierno de Betancourt, Rockefeller desarrolla un ambicioso plan petrolero a través de la Creole Petroleum Corporatión, al igual que sus inversiones agropecuarias para manejar la seguridad alimentaria. Rockefeller junto a la Royal Ducht Shell, La United Sntern Stell, la Bethlehem Steel y otras empresas industriales y financiera de los grupos Morgan, Dupont, Mellon, Chicago, Boston y Cleveland, entre otros mantenían a Venezuela prisionera de la telaraña imperial, según denuncio el periodista chileno Manuel Cabieses Donoso, acusando a Rockefeller de ser el verdadero faraón de la pirámide imperialista. (Cabrises, D; 1963, p.76)

En Venezuela además de las compañías petroleras, era dueño de supermercados Cada, Industrias Lácteas Perijá (Llapeca), Robibec Consultores de Seguros, C.A, Westinghouse, International Paper, Olin Mathisson Chemical, Western Electric Company, Bethelehem Steel, Chese-brough-Ponds, International LTD, etc. (Ob, cit, p. 76).

Para el líder del Partido Comunista de Venezuela (PCV), Jesús Farías “Betancourt era un peligro para la libertad. Sus nexos con Rockefeller lo convirtieron en una amenaza para la soberanía nacional de Venezuela. Estos justificados presentimiento pronto se convirtieron en trágica realidad” (Farías, J; 2010, P.217).

El Departamento de Estado Norteamericano vio en Betancourt la figura idónea para suceder a Pérez Jiménez en el poder y engranarlo en la lógica del Gran Capital, papel que cumplió a cabalidad una vez establecido en el mando.

IV-. La Guerra Fría, la posición anticomunista de Betancourt y la persecución a la izquierda venezolana

A-. La Guerra Fría

La Guerra Fría fue una pugna por la influencia mundial entre Estados Unidos y la Unión Soviética. Los dos países emplearon diversos métodos, aunque nunca llegaron a lanzar un ataque directo y total contra sus respectivos territorios La creación de alianzas rivales, la prestación de ayuda militar y económica a los Estados Unidos que era clientes suyos  y a los que aspiraban a serlo, una masiva y costosa carrera armamentista, las campañas de propaganda, el espionaje, la guerra de guerrillas, la lucha contra la subversión y los asesinatos políticos fueron los métodos que usaron.

Dentro de este contexto de la Guerra Fría, Betancourt se propone reducir y atomizar a las fuerzas políticas de izquierda en el país. Venezuela por ser un país estratégico para la potencia imperial, ésta no podía darse el lujode que factores comunistas tomaran el control político. El presidente guatireño pasó a ser una marioneta, un ventrílocuo que hablaba, pensaba y accionaba como ellos.

Betancourt contó  con el aval y todo el apoyo de EEUU a través de su Agencia Central de Inteligencia (CIA) y el Comando Sur, organismo que actuaban en Venezuela a través de la Misión Militar instalada en el país desde 1948 en el máximo organismo de seguridad de la Fuerza Armada Nacional, mientras que los agentes de la CIA se encontraban en Miraflores.

B-. El anticomunismo de Betancourt

La posición anticomunista de Rómulo Betancourt está claramente expresada en su juramentación como presidente de la República, el 3 de febrero de 1959 donde señaló: “En el transcurso de mi campaña fui muy explicito en el sentido de que no consultaría al Partido Comunista (PCV) para la integración del gobierno…es el hecho que la filosofía política comunista no se compagina con la estructura democrática del Estado Venezolano”.

Con el discurso declaraba Betancourt el inicio de la Guerra Fría anticomunista en Venezuela y, en consecuencia, nueve meses después el 12 de enero de 1960, dio la orden criminal de “Disparar primero y averiguar después” contra sus adversarios del PCV y los que después constituyen el MIR.

C-. Betancourt y la persecución de la Izquierda

Con el pacto de Punto Fijo suscrito el 31 de octubre de 1958, por AD, COPEI y URD queda sellada la exclusión del PCV de dicho acuerdo, por cuanto para el caudillo las propuestas de este partido de izquierda eran incompatibles con la del resto de los partidos firmantes.

Rómulo Betancourt comienza a cumplir al pie de la letra los lineamientos emanados desde Estados Unidos de mantener a raya a los comunistas. A un año de haber asumido la Presidencia de la República, a través de su ministro de Relaciones Interiores, ordenó el 19 de octubre la detención de los redactores y editores del Semanario Izquierda (Revista Memoria N° 16, 2019, p.4).

Orlando Martínez en su tesis de grado “El MIR: División dentro de la división. Gestación y fracción de un movimiento” plasma el espíritu represivo del presidente puntofijista. Al respecto dice “en agosto de 1959, suspende por primera vez las garantías constitucionales tras disturbios  por la suspensión intempestiva del llamado Plan de Emergencia. El resultado de estos acontecimientos fueron 3 muertos, 70 heridos y se envía al dorado una considerable cantidad de manifestantes” (Martínez, O;1981, P.31).

Por si fuera poco “al día siguiente que se aprobó la constitución de 1961, Betancourt suspendió las garantías constitucionales y acentuó la represión contra los sindicatos, los estudiantes y los militantes de izquierda” tal como lo refiere el exguerrillero Hernán Abreu en su libro “Memorias del Frente Guerrillero José Antonio Páez”. (Abreu, H; 2001, P.21).

Sáez Mérida en su texto Domingo Alberto Rangel Parlamentario, afirma que “la violencia política, desatada por el modelo represivo anticomunista (…) comenzaba a inscribirse en el modelo de Seguridad Nacional y Terrorismo de Estado. Por eso comenzaron a sistematizarse las violaciones a los derechos humanos: incremento y brutalidad de las torturas, detenciones arbitrarias, hostigamientos, secuestros y las desapariciones” (Sáez, S; 2004, P. 53).

Fabricio Ojeda destacado dirigente de URD en su escrito “La Guerra del Pueblo” señala que “El progreso de Venezuela está indudablemente ligado a su liberación nacional y esta no puede obtenerse sino a través de la acción revolucionaria; de la lucha decidida y a fondo contra el opresor común. Las clases progresistas, en consecuencia, han de tomar necesariamente este camino, es decir, decidirse a luchar” (Ojeda, F; 2013, p.101).

V-. La Doctrina Betancourt

La doctrina esgrimida por el presidente Rómulo Betancourt (1959-1963) consistió en no reconocer a gobiernos en la región que surgieran de golpes de Estado, de modo que se oponía a las dictaduras militares fueran de derecha o de izquierda. De allí la enemistad del caudillo con los gobiernos de República Dominicana y Cuba.

Para el abogado e internacionalista Luis Marcano Salazar “la política central de Betancourt debió ser y fue el rescate de la Democracia en Venezuela, en una América Latina Infectada de dictadores. ¿Cuál habría de ser el pivote central de su política internacional en armonía con el rescate democrático de Venezuela? El cordón profiláctico contra las dictaduras. No reconocer a los gobiernos que no hubieran sido producto de procesos electorales  democráticos, que tomó el nombre de “Doctrina Betancourt”, consecuente con las luchas del exilio y las necesidades del afianzamiento de nuevo proceso democrático” (Marcano, L; 1998, P.12).

Sin embargo, los planteamiento esgrimidos en el párrafo anterior por Luis Marcano en su obra “La política Exterior del Gobierno de Rómulo Betancourt” (1959-1963), son refutados y cuestionados por cuanto presentan un sesgo ideológico que no se corresponde con la realidad. De hecho, el escritor José Sant Roz, enfatiza que la “Doctrina Betancourt” fue una derivación de la Monroe, sustituyendo la vieja tesis del panamericanismo por su doctrina.

Afirma que “de todos aquellos ajetreos de Betancourt por el Caribe y Centroamérica, de sus estudios y análisis, lo que hizo a la postre fue convertirse (junto con Frances Grant, Muñoz Marín y José Figueres), en un gran experto y asesor del Departamento de Estado para América Latina. Fue el artífice de la nueva fórmula que permitiría sustituir la vieja política del panamericanismo por su doctrina. De aquí data también su relación con los hermanos Dulles. La Doctrina Betancourt venía a ser una derivación de la de Monroe que además encajaba muy bien dentro de los planes de EEUU en el tema candente de la Guerra Fría. Por otro lado actualizada con lo de la fuerza multilateral y en la idea de convertir el Mar Caribe en un “esplendoroso” lago yanqui. Betancourt se adaptaba magistralmente en sus andanzas por el Norte a la filosofía de vieja data en la que los Estados Unidos debía gozar de derechos soberanos sobre el continente americano y su voluntad ser aceptada por todos con fuerza de ley en la materia a que lleven su acción. (Sant, J; 2007, P.2, Aporrea).

Sostiene además el escritor Sant Roz en ese mismo artículo publicado por Aporrea que” la Doctrina Betancourt no tenía otro sustento moral ni ideológico que lo que aprobara Washington en el tema de las relaciones internacionales. Betancourt nunca dijo ni pío cuando Nixon derrocó y asesinó a Salvador Allende. Y recuérdese que el hostigamiento pertinaz y decidido de Somoza II y Luis Somoza, contra Cuba, fue siempre considerada por la Casa Blanca como una actividad altamente respetable, y ante eso Betancourt jamás lanzó la menor critica al imperio.  Luis Somoza proporcionó para la invasión a Bahía de Cochinos los puertos de salida para la Brigada 2506, el campo de aviación Happy Valey de la que partieron 15 bombarderos B-26 en distintas incursiones aéreas contra aeropuertos cubanos, ordenados, claro, por la CIA. ¿Se escuchó alguna vez a Rómulo, mencionar su doctrina para exigir además la no intromisión en los asuntos internos de Cuba (como si se cansó de pedírselo a Fidel y por lo que decidió su expulsión de la OEA?).

Cómo se puede apreciar la doctrina Betancourt vino a legitimar la intromisión de Estados Unidos en América Latina y El Caribe, con su posición dejó a Venezuela aislada del concierto internacional, por lo que años más tarde Rafael Caldera rechaza su doctrina, argumentando que ésta era incompatible con la integración de América Latina.

VI-. A manera de conclusión

1-.Rómulo Betancourt militó en el campo de la izquierda llegando a ser un gran conocedor  de la doctrina marxista, sin embargo pese a su pasantía por el mundo revolucionario, su accionar en el poder estuvo orientado a prácticas capitalistas, por ende, anticomunistas y reaccionarias.

2-. Según el historiador Federico Brito Figueroa , Rómulo en su primer gobierno (1945-1948) dio muestra de su vocación nacionalista y antiimperialista, sin embargo, para Orlando Araujo, Luis Brito García, Manuel Carrero y Pedro Pablo Linárez, Betancourt en la década de los 40 dio indicio de su distanciamiento con la izquierda y su coqueteo con el imperialismo.

3-. El acercamiento de Rómulo Betancourt con el Departamento de Estado Norteamericano, lo convirtió en una ficha clave para sustituir a Marcos Pérez Jiménez. El Pacto de Nueva York, suscrito tres días antes de la caída del dictador, con factores políticos y económicos alineados a la potencia hegemónica, demuestra su insubordinación al imperio y  por tanto  la entrega del país a los intereses de las grandes transnacionales.

4-. Betancourt vivió un exilio dorado durante la dictadura de Pérez Jiménez, en su paso por Puerto Rico avaló junto a Luis Muñoz Marín la anexión de esta hermosa isla caribeña a Estados Unidos, como “Estado Libre Asociado”.

5-. El Líder adeco quien no arriesgo nada en la lucha de resistencia desde Venezuela, una vez caída la dictadura, capitaliza el descontento resultando electo presidente de Venezuela para el período 1959-1964. Traicionó el espíritu de lucha y esperanza del 23 de enero de 1958, volcándose contra ese pueblo que lo montó en el poder.

6-. Una vez en Miraflores, responde a las directrices de Estados Unidos, de perseguir, excluir y atomizar a los comunistas venezolanos, convirtiéndose así en un furibundo anticomunista. En el marco de la Guerra Fría, el mundo se encontraba dividido en dos bloques de poder: Estados Unidos (Capitalismo) y la Unión Soviética (Socialismo), Betancourt debía mantener a los comunistas a raya para así garantizar el saqueo de Venezuela y la presencia de las grandes transnacionales.

7-.  Durante su gobierno aplica severos hostigamiento a los factores de izquierda, cerrando sus periódicos y reprimiendo a sus opositores. El 4 de agosto de 1959, reprime una concentración de desempleados en la Plaza La Concordia, dejando un saldo de 3 muertos y 70 heridos.

8-. Su política exterior mediante la “Doctrina Betancourt”, aisló al país en el continente. Rafael Caldera a su llegada al poder le dio finiquito por considerar que su aplicación era contraproducente para la nación.

Referencias

Araujo, Orlando, Venezuela Violenta. Caracas, Fundación Editorial El Perro y la Rana, 2010, pp.203.

Abre, Hernán.  Memorias del Frente Guerrillero José Antonio Páez. Colección Alfredo Maneiro. Fundación Editorial El Perro y la Rana, Caracas, 2011, pp.378.

Calello, Hugo y otros. Terrorismo de Estado y Violencia Psiquica. Caracas, Fondo Editorial Tropikos, 1987, pp. 221.

Faría Jesús. Mi línea no cambia, es hasta la muerte. Una vida de lucha por la liberación de la clase obrera. Caracas, Fundación Instituto de Altos Estudios de Control Fiscal y Auditoría de Estado de Gumersindo Torres, 2010, pp.431

Linárez, Pedro Pablo, La Lucha Armada en Venezuela. Caracas, Universidad Bolivariana de Venezuela (Cátedra de la Memoria de los años 60) Coordinación de Ediciones y publicaciones/Imprenta UBV, 2010, PP.645.

Marcano Salazar, Luis, La Política Exterior del Gobierno de Rómulo Betancourt (1959-1964). Caracas, Editorial Nuevas Letras, 1998, pp.158.

Martínez, Orlando. El Mir: División dentro de la División. Gestación y Fracción de un Movimiento. Tesis de Grado de la Escuela de Comunicación Social (UCV), 1981, pp.227.

Memoria. Caracas, Ministerio del Poder Popular para la Cultura- Centro Nacional de Historia, 2010, N°16.

Rivero, Adolfo. Insurgencia y Contrainsurgencia en Venezuela 1959-1969. Tesis de Grado de la Escuela de Historia  (UCV), 2010, PP.288.

Sáez Mérida, Simón, Domingo Alberto Rangel Parlamentario. Caracas, Vadell hermanos Editores, 2004, pp. 94.

Ojeda, Fabricio. ¡Luchar hasta vencer! La Guerra del Pueblo y otros documentos. Caracas, 2013, pp.365.

 

miguelespinoza1783@gmail.com



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