La culpa es de “las ratas”

Unidad, Lucha, Batalla y Victoria, ¿cuántos militantes de izquierda realmente están dispuestos a seguir el legado del Comandante Eterno?, a desprenderse del orgullo y las individualidades, de la envidia y el oportunismo; ¿cuántos? me pregunto asombrado y se que solo pocos podrán con la mano en el corazón, afirmar que se unirán para luchar las batallas del pueblo y obtener la victoria para nuestros hijos.

Lo demuestra el egoísmo de muchos que dirigen instituciones revolucionarias, que se olvidaron de ¿por qué? y ¿para qué? están allí, así mismo el de los rastreros que forman parte de su circulo elitario, los colas largas que solo aprueban sus ordenes sin un poco de sentido de inteligencia, pero si de oportunismo, que irradian amnesia selectiva al olvidar de donde vienen, a ellos les recuerdo que cuando sus jefes imperiales sean destituidos, volverán a ser parte del pueblo, pero nunca vistos como pueblo.
Es triste ver cómo cada día estos vandálicos con cargo, permiten ingresar a las filas de las instituciones gubernamentales los quinta columnas, cómo se les da la oportunidad de sabotear desde adentro, socavando las bases del hombre y la mujer leales al proceso por el pueblo, así vemos su complicidad en el golpe suave que está dando la derecha titirezca, cuando callan o son parte de actos de corrupción. Qué cantidad de anomalías se esconden en contratos millonarios rodeados de comisiones para la voz de mando, que solo demuestra el poco respeto al proceso que lidera Nicolás Maduro.

Se convierten en una comiquita trágica, cuando se levantan a mentir frente a los trabajadores y trabajadoras, cuando hablan y hablan del legado, del Plan de la Patria, del momento social que vivimos, de la lucha contra la corrupción, pero permiten irregularidades de toda índole en la trinchera que se le entregó, confiados en que eran cuadros leales, y que hasta hoy solo se revela su sangre capitalista, que se sienten dioses sin temor a la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y las leyes.
De cuál socialismo hablan esos Judas, esas ratas, los que están en contra de los lineamientos que en su momento el Líder Supremo de esta Revolución nos dejó y siguen vigentes, que apartan a un lado a los habitantes de la región para llevar a su gente foráneas a realizar los trabajos, que permiten incluir personal fuera de las leyes, que solo hay plata para mostrar la pantalla y el protagonismo cuando aparece un ministro, que dicen que no a todos los requerimientos que impulsan la institución, su lema es “Pasen trabajo y resuelvan, que yo me gasto la plata en mis eventos”.

Además ejecutan a cabalidad la teoría del antidialogismo de Freire, que habla del temor que le tienen a los trabajadores, que prefiere no dialogar por miedo a encontrar caminos más eficientes que los que plantean para solucionar los problemas comunes, que desean más que nada ser adulado por todos, que no aceptan otras opiniones que las suyas, que participan y que se cumpla, que tienen a rastras un grupo de súbditos discapacitados, sin ideas, sin opiniones, sin orgullo, pero en lo que más se asemejan a los dictadores que ejecutaban esta teoría en el pasado es que subestiman el poder del pueblo, no lo creen suficientemente fuerte para enfrentarlos, y es su gran error, porque hoy más que nunca este pueblo inteligente, participativo y protagónico ha demostrado, ESTAR UNIDO PARA SER QUIEN DE LA LUCHA, EN ESA GRAN BATALLA HACIA LA VICTORIA SIEMPRE.


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Igor Aranzazu


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